Carrera contra el reloj: por qué es clave actualizar las nuevas vacunas frente a las últimas variantes de ómicron


La FDA ha pedido a Pfizer y Moderna que los refuerzos que lleguen en otoño estén actualizados con ómicron BA.4 y BA.5
Las vacunas tratan de adaptarse a un virus que cada vez es más veloz y más esquivo, por lo que no es fácil
Gómez Rial, inmunólogo: "El virus cada vez tiene más escape vacunal. La variante BA.5 escapa casi el 100% a la protección de anticuerpos de la vacuna original"
El reloj sigue corriendo. Y el virus también. Mientras tratamos de sacar nuevas armas para combatirlo, actualizar las vacunas, él no deja de evolucionar. La incidencia de covid está disparada, como consecuencia de las nuevas versiones de ómicron BA.4 y BA.5, que dominan ya el panorama de contagios en España y en el mundo. El virus acelera sus cambios para evadir nuestras armas inmunológicas. Y lo está consiguiendo. El próximo pinchazo de refuerzo llegará en otoño. Pero ¿cómo debería ser para que nos proteja realmente?
Pfizer y Moderna ya han desarrollado vacunas más actualizadas que las que tenían, diseñadas para el virus original de Wuhan. Las nuevas incluyen la variante ómicron. El problema es que la variante ómicron que circula ahora cada vez tiene menos que ver con la que surgió hace unos meses. Ambas vacunas se basan en BA.1, la versión de ómicron que infectaba a comienzos de año. Pero la FDA (el organismo que aprueba los medicamentos en EE.UU.) ya ha pedido que las vacunas se actualicen con las versiones que circulan ahora: BA.4 y BA.5. Mientras las farmacéuticas trabajan en ello, inmunólogos y virólogos explican por qué es importante que ese refuerzo esté lo más actualizado posible.
Vacuna nueva, ¿y ya obsoleta?
"Vemos que el virus cada vez tiene más escape vacunal", explica el inmunólogo del Hospital Clínico de Santiago José Gómez Rial. Recuerda que estamos viendo reinfecciones entre BA.1 y BA.5, y explica por qué. "Sabíamos que BA.1 tenía un escape del 70% de los anticuerpos generados por la vacuna, pero BA.5 tiene un escape de casi el 100%. La nueva vacuna tiene que estar adaptada lo más posible a las nuevas variantes".
“El beneficio de esa cuarta dosis con la vacuna frente a la variante original aportaría un beneficio muy pequeño (corto en el tiempo) y solo se justificaría en grupo de riesgo si no tenemos la vacuna actualizada disponible”, advierte. "Hay que comprobar que la vacuna que está en desarrollo realmente es efectiva contra BA.5, y me consta que Pfizer y Moderna lo están ensayando ahora mismo. Es importante, porque si no, nos encontraríamos con una vacuna nueva ya obsoleta".
Objetivo: restaurar todas las capas de protección
En un interesante hilo de Twitter, este inmunólogo explica que en las personas vulnerables “sería necesario revacunar, idealmente con una vacuna actualizada lo más posible, para poder restaurar todas las capas y que, sobre todo, las capas de anticuerpos no pierdan rápidamente efectividad frente a la variante en circulación”.
Se refiere a las capas de protección que generan las vacunas, tanto las de anticuerpos -que son las primeras que se pierden con el paso del tiempo- como las de memoria celular -que permanecen-. Todas protegen, aunque de forma distinta. Las capas celulares son las que evitan la covid grave y la hospitalización. Cuantas más capas tengamos activas, mejor estaremos protegidos frente a un virus que cada vez es más distinto.
La protección que generan las Vacunas se puede dividir en varias capas como se aprecia en la imagen. Con el paso del tiempo y la aparición de nuevas variantes evasivas de las capas de Ac, en el indiv inmunocompetente permanecen las ultimas capas celulares ... pic.twitter.com/lmVE7JBrEf
— Jose Gomez Rial (@gomez_rial5) 4 de julio de 2022
¿Qué ocurriría si ponemos otra dosis de refuerzo con la misma vacuna, basada en el virus original? “Revacunación con la vacuna actual apenas supondría beneficio, pues rápidamente se volverían a perder las primeras capas de protección frente a las actuales variantes evasivas de los anticuerpos generados por la vacuna”. Es decir, frente a versiones del virus que han aprendido a evadir mejor los anticuerpos generados por la vacuna o las infecciones previas, no vale seguir vacunando con lo mismo. Si queremos generar anticuerpos eficaces frente a ellas, habría que utilizar estas mismas versiones al actualizar las vacunas.
Y no sólo eso. Los expertos de la FDA advertían, hace unos días, de que una vacuna basada en estas versiones actuales del virus, BA.4 y BA.5, no sólo generaría defensas más fuertes contra ellas, sino también una respuesta amplia de anticuerpos que ayudará a protegernos contra cualquier forma del virus que surja en los próximos meses.
Acortar los tiempos de desarrollo para correr más
De momento, todo apunta a que la covid de este invierno seguirá siendo algún descendiente de ómicron. Pero hay que darse prisa con las vacunas, porque “cuanto más tiempo pase, más probable es que surja algo nuevo y distinto de ómicron”, advierte en el New York Times Trevor Bedford, biólogo evolutivo del Fred Hutchinson Cancer Center de Seattle.
Tener una vacuna actualizada para el otoño, por tanto, es crucial. Pero al hacerlo, habrá que medir muy bien si los beneficios de utilizar las versiones más nuevas de ómicron en las vacunas superan a los inconvenientes de tener que esperar más tiempo para que estén listas. El equilibrio depende de cuántos estragos cause el virus antes de esa fecha.
“BA.4 y BA.5 son una buena opción, a menos que (su vacuna) se prolongue demasiado en el tiempo”, asegura Jesse Bloom, virólogo del Fred Hutchinson Cancer Center. "Si usar BA.4 y BA.5 solo amplía un poco el tiempo, creo que es una buena opción".
La FDA suprime trámites
Precisamente para acortar los tiempos, la FDA ya ha dicho que no pedirá datos de nuevos ensayos clínicos para autorizar los refuerzos diseñados con las nuevas subvariantes. Bastará con los ya realizados con las vacunas diseñadas con ómicron BA.1. Algo que apoyan muchos científicos. “Sería peligroso burocratizar demasiado el lanzamiento de una vacuna actualizada”, advierte Jeremy Kamil, virólogo de Louisiana State University Health Shreveport.
Porque correríamos el riesgo de dejar a mayores y vulnerables expuestos a un patógeno que cada vez cambia más rápido y cada vez es más distinto. “Si un ladrón de bancos se deja barba y se tiñe el pelo”, advierte Kamil, “va a ser más fácil capturarle sabiendo cómo es hoy, no cuando tenía 14 años”.
El ‘as en la manga’: las vacunas de ARNm
Aunque este coronavirus evoluciona más rápido que el virus de la gripe, lo cual complica que las vacunas le sigan el ritmo, hay una baza que juega a nuestro favor: la tecnología del ARN mensajero. Es la que utilizan las de Pfizer y Moderna, y permite rediseñar vacunas mucho más rápidamente que el método tradicional.
Las decisiones sobre la composición de una vacuna contra la gripe para el otoño generalmente se toman en febrero, recuerda el New York Times. Las vacunas contra la covid que se pondrán este otoño, en cambio, no se decidirán hasta entrado el verano.
Pero el objetivo final, a futuro, es comprimir al máximo el tiempo que pase entre la siguiente variante que surja y el momento en que las personas puedan vacunarse contra ella. “Ahora, han pasado siete meses desde la primera vez que detectamos ómicron”, apunta en el New York Times Michael Z. Lin, profesor de neurobiología en Stanford. “Necesitamos seleccionar variantes de forma más rápida de lo que lo hemos hecho hasta ahora”.