Rápida y silenciosa: la covid es el doble de contagiosa en hogares de lo que se pensaba


Un estudio en hogares estadounidenses ha detectado que la transmisión es mayor de lo que se creía
Estudiar la transmisión del coronavirus SARS-CoV-2 en los hogares es clave para entender mejor sus formas de propagación y mejorar las medidas de protección. Un estudio que se acaba de publicar, realizado en un centenar de hogares de EE.UU., concluye que este nuevo coronavirus se propaga más en los hogares de lo que se pensaba. Y, muchas veces, de forma asintomática, silente, sin ningún síntoma visible que advierta de lo que está ocurriendo.
Es lo que concluye esta investigación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Atlanta. Entre abril y septiembre de este año, seleccionaron 101 residentes de los estados de Tennessee y Wisconsin que habían dado positivo en SARS-CoV-2 y habían mostrado síntomas. Y, durante dos semanas, les hicieron pruebas diarias a las 191 personas que convivían con ellos.
El resultado lo conocemos ahora: el 35% de los convivientes dio positivo, lo que supone casi el doble de lo que indicaban estudios anteriores. Los investigadores advierten: “La transmisión del SARS-CoV-2 dentro de los hogares es alta, ocurre rápidamente y puede originarse tanto en niños como en adultos”. El dato que se manejaba en estudios anteriores era del 18%.
Hay dos datos importantes:
- Menos de la mitad de los convivientes que se infectaron tenían síntomas en el momento en que se detectó la infección (un 40%)
- El 75% dio positivo en los cinco días posteriores (o menos) a que la persona infectada comenzara a sentirse enferma
Hogares con una habitación para cada miembro
Esos 191 convivientes “declararon no tener síntomas el día de inicio de la enfermedad del paciente índice” (la persona infectada). Y el infectado, a su vez, debía presentar síntomas desde hace menos de siete días, para que su hogar fuese incluido en el estudio.
Una vez que cumplían estas condiciones, los investigadores comenzaron un seguimiento de los pacientes índice y los miembros del hogar, con informes diarios sobre sus síntomas y análisis de muestras recolectadas por ellos mismos, o bien hisopos nasales solamente, o hisopos nasales y muestras de saliva.
Pero ¿en qué situación estaban conviviendo esas personas?
- Los hogares estudiados tenían, de media, una habitación por cada miembro
- Un 69% de los pacientes índice informaron que habían pasado más de 4 horas en la misma habitación con uno o más miembros del hogar el día anterior al inicio de la enfermedad
- Un 40% había hecho lo mismo, pero el día después del inicio de la enfermedad
- El 40% de los pacientes índice informaron dormir en la misma habitación con uno o más miembros del hogar antes del inicio de la enfermedad
- El 30% habían hecho lo mismo el día después del inicio de la enfermedad
Más de un tercio, infectados
En esas condiciones de convivencia, los investigadores constataron, en la primera semana de seguimiento, una tasa de infección secundaria del 35%. En cuanto a los síntomas que manifestaron (o no), el estudio arroja datos preocupantes.
- El 40% de los convivientes infectados informaron de síntomas en el momento en que se detectó la infección
- El 67% de los convivientes infectados informaron de síntomas durante la primera semana de seguimiento
- Los síntomas comenzaron, de media, cuatro días después del inicio de la enfermedad del paciente índice
- La tasa de infección sintomática entre los convivientes fue del 36
- La tasa de infección asintomática fue del 18%
Aislamiento, cuarentena, mascarilla… y pruebas frecuentes
Con estos datos sobre la mesa, los investigadores advierten de que “la transmisión del SARS-CoV-2 entre los miembros del hogar fue común y las tasas de infección secundaria fueron más altas de lo que se había informado anteriormente. Las infecciones secundarias ocurrieron rápidamente, con el 75% de las infecciones en los 5 días posteriores al inicio de la enfermedad del paciente índice. Y se produjo una transmisión importante independientemente de que el paciente índice fuera un adulto o un niño”. Porque no sólo hablamos de adultos. La media de edad del paciente índice fue de 32 años. Pero el 14% tenían menos de 18 años.
Por todo esto, los autores del estudio subrayan la importancia del rápido aislamiento dentro del hogar, ante la más mínima sospecha de un caso de covid, pero también de respetar estrictamente la cuarentena y usar siempre mascarilla en los espacios compartidos. Porque insisten en que "menos de la mitad de los convivientes infectados refirieron síntomas en el momento en que se detectó la infección, y muchos no informaron de síntomas en ningún momento durante los siete primeros días del seguimiento”.
Y proponen algo más, de cara a reducir el papel propagador de los hogares. “Un enfoque potencial para reducir la transmisión del SARS-CoV-2 a nivel comunitario implicaría la detección de infecciones antes de la aparición de síntomas. Esto requeriría pruebas frecuentes y sistemáticas en la comunidad, con resultados que estén disponibles rápido, para permitir la pronta adopción de medidas preventivas”.