¿Dosis de refuerzo para siempre?: así ve la ciencia el futuro de la vacuna tras ómicron


Inmunólogos, virólogos y vacunólogos dudan sobre si serán necesarios más refuerzos o no, y recuerdan que también potencian la respuesta celular
Tanto Pfizer como Moderna están trabajando ya en una vacuna específica para ómicron y podrían tenerla para marzo de 2022
La llegada de ómicron ha dado un nuevo impulso a los proyectos que investigan vacunas contra todos los coronavirus
Dosis de refuerzo contra la covid. Vamos por la tercera, ya se habla de una cuarta. ¿Habrá más? ¿Hasta cuándo? Si siguen apareciendo variantes, cosa que parece bastante probable según los expertos en evolución de virus, esa sería una de las opciones. Aunque no todos la ven necesaria. Virólogos, inmunólogos y vacunólogos no tienen una respuesta clara para esto, a día de hoy. Pero hay algo en lo que todos insisten: las dosis de refuerzo no sólo suponen un nuevo impulso a la respuesta de anticuerpos, también a la respuesta celular: la memoria inmune.
Ali Ellebedy, profesor asociado de patología e inmunología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington apunta, en la revista STAT, dos cosas interesantes. Por un lado, la maduración de la respuesta inmune, que con el paso de los meses va mejorando en las células B que se atrincheran en los ganglios linfáticos y la médula ósea. Ellos han visto que seis meses después, esas células aún seguían madurando, mejorando, y todo indica que pueden seguir haciéndolo durante años, o quizá toda la vida.
Otra cosa importante que destaca es que esa respuesta inmune celular se va haciendo más versátil con el paso del tiempo, e incluso modificándose a medida que el virus sufre también modificaciones (aparecen nuevas variantes). Esto es algo que también explicaba en NIUS, hace unas semanas, el inmunólogo gallego José Gómez Rial.
Refuerzo tardío y maduración de la respuesta celular
Los inmunólogos explican en STAT que esa maduración de la respuesta inmune se acelera, incluso, con una tercera dosis administrada después de un intervalo más largo. “Si se espera seis meses o más entre la vacuna y el refuerzo, lo que ve no es solo un refuerzo de la inmunidad que obtuvo con la vacuna, sino una ampliación de la respuesta inmune para que reconozca otros virus u otras variantes. La respuesta inmunitaria genera más protección cruzada”, explica David Topham, inmunólogo del Centro Médico de la Universidad de Rochester.
"Una vez que le das a las células B (productoras de anticuerpos) la oportunidad de madurar, y después las refuerzas, ese tipo de respuesta tiende a hacer que la inmunidad frente a todas las variantes diferentes sea similar”, asegura Barney Graham, inmunólogo que fue subdirector del Centro de Investigación de Vacunas de los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. Asegura que los anticuerpos inducidos por terceras dosis tardías serán de mayor calidad, lo que generará una respuesta inmune más amplia que puede reconocer mejor incluso las nuevas variantes.
Y recuerda: los anticuerpos neutralizantes disminuirán después de la tercera dosis, como lo hicieron tras la segunda, pero la otra parte de la respuesta inmune –la celular- sigue ahí, y se activará cuando sea necesario. No para evitar la infección –nos volveremos a infectar cuando pase un tiempo- sino para evitar que el virus llegue a los pulmones u a otros órganos donde puede causar daños graves.
“Creo que la duración de la inmunidad tendrá que determinarse dentro de tres años, cuando veamos si las personas todavía enferman o están relativamente bien protegidas la enfermedad grave, independientemente de cuál sea su nivel de anticuerpos. Porque pueden disminuir, pero tendremos muchas células B de memoria que pueden responder rápidamente”, insiste el inmunólogo.
¿La tercera dosis será la última?
Todo esto llevaría a pensar que con estas dosis actuales –cuando la tercera ya esté inoculada de forma general- se podría mantener al virus bajo control. Pero la aparición de ómicrón ha cambiado el panorama. A medida que se va viendo que parte de su ventaja evolutiva proviene de su capacidad para esquivar la inmunidad (que no escapar), los fabricantes de vacunas estudian cómo hacer frente a este desafío. Y los científicos dudan.
Paul Bieniasz, director del laboratorio de retrovirología de la Universidad Rockefeller, advierte: “Hace un par de semanas estaba mucho más seguro de que la respuesta de anticuerpos podría superar la capacidad evolutiva del SARS-CoV-2. Pero no creo que eso esté completamente claro ahora”.
De momento, se está viendo que la tercera dosis reactiva mucho la protección contra la nueva variante, por lo que todos los países están acelerando su inoculación a toda la población, no sólo a mayores y vulnerables. Y algunos que no la veían necesaria, han cambiado de opinión. Es el caso de Florian Krammer, virólogo y profesor en la Escuela de Medicina Icahn del Hospital Mount Sinai en Nueva York, que dijo que no se la pondría porque se consideraba suficientemente protegido con las dos dosis.
“Ahora estamos viendo que quien recibe su refuerzo obtiene hasta el doble o el triple de anticuerpos que tenía tras la segunda dosis. La pregunta es: ¿Cuánto dura? ¿Cuándo decaerán? Creo que el objetivo real es conseguir tanta inmunidad en la población que el virus acabe siendo molesto, pero no problemático", advierte Krammer en STAT.
Pero para consegirlo, ¿la solución son dosis y dosis de refuerzo? “La idea de reforzar cada seis meses, o incluso cada año, no es una estrategia de salud pública”, advierte en la revista Science Céline Gounder, de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York.
Una vacuna específica para ómicron
Paul Offit, pediatra del Children's Hospital de Philadelphia, es contrario a esta estrategia. No cree que sea necesario inocular dosis de refuerzo a toda la población. Ni siquiera la tercera. Porque considera “extremadamente improbable" que ómicron enferme gravemente a personas sanas y vacunadas menores de 65 años. La nueva variante, explica, no anula la memoria inmunológica ni puede con las células T, que según los primeros estudios apenas se ven afectadas por las mutaciones de esta variante.
El inmunólogo David Topham cree que será la evolución viral la que decida si tenemos que seguir o no con inyecciones de refuerzo. "Si la semana que viene vemos que aparece una variante que pueda escapar de las vacunas actuales, entonces sí, tendremos que recibir otra inyección de una vacuna mejorada tan pronto como puedan hacerla”.
Ésa cuestión aún no está clara, a día de hoy, ni siquiera en relación con ómicron: ¿Habrá que reformular las vacunas actuales? De momento, las terceras dosis que se están inoculando se basan en las mismas formulaciones y dosis que se autorizaron en su día, antes de la llegada de esta nueva variante. Pero tanto Pfizer como Moderna están trabajando ya en una vacuna específica para ómicron y aseguran que podrían tenerla lista para marzo de 2022, aunque ninguna ha iniciado ensayos clínicos de momento.
La cuestión es si esos refuerzos actualizados contra ómicron llegarían a tiempo de evitar lo peor, si llegan en marzo. “Tal vez sea demasiado tarde para esta primera ola (de ómicron), pero si ómicron está aquí para quedarse, necesitamos una vacuna específica", advierte Krammer.
Una vacuna para todos los coronavirus
Pero estas no son las únicas estrategias que se plantean, de cara al futuro de las vacunas de la covid. En vez de perseguir variantes del SARS-CoV-2 con vacunas cada vez más específicas, otros plantean otro camino: el de las vacunas universales para todos los coronavirus. Vacunas capaces de proteger contra cada nuevo mutante del SARS-CoV-2 y contra otros coronavirus humanos que puedan llegar en el futuro.
Ya hay varios proyectos en marcha, desde hace un año, pero quizá este sea el momento de darles un nuevo impulso, aseguran algunos. Nicole Lurie, líder de la división estadounidense de la Coalición para Innovaciones de Preparación para Epidemias (CEPI), cree que ómicron subraya lo necesarias que serían estas vacunas. "Es una necesidad imperiosa", advierte el director del NIAID de EE.UU., Anthony Fauci.
“Ahora hay un interés aún mayor en nuestro enfoque”, asegura en Science Kayvon Modjarrad, del Instituto de Investigación del Ejército Walter Reed, que dirige desarrollo de una vacuna de pancoronavirus que acaba de completar sus ensayos de fase 1. Hay otros candidatos preparados ya para iniciar sus ensayos en 2022.
Pero mientras esas vacunas sigan sin existir, el propio Fauci no descarta la posibilidad de tener que recibir más inyecciones de refuerzo en el futuro, además de esta tercera. "Lo que creo que podría suceder, en última instancia, es que con un primer, segundo tercer impulso y, quién sabe, tal vez un cuarto, se obtenga un nivel de protección que transformaría todo esto en algo abrumadoramente asintomático o levemente sintomático. De modo que comience a derivar mucho, mucho más, hacia los coronavirus del resfriado común”, asegura en STAT.
Llegados a este punto, y con este hipotético panorama por delante, Ellebedy plantea una cuestión, más práctica pero que también habrá que tener en cuenta. "¿Estará la gente dispuesta a seguir recibiendo inyecciones de refuerzo cuando ya no haya pandemia?".
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