Los vacunados que están pasando la covid no necesitan la tercera dosis: “Ómicron ha supuesto un refuerzo masivo"


Los vacunados que se están infectando ahora tienen "el mejor refuerzo posible, la mejor combinación" entre la inmunidad de la vacuna y la natural
Los inmunólogos explican que "se llama inmunidad híbrida y es mucho mejor que tres dosis de la vacuna"
Para los vacunados que no se hayan infectado, se recomienda ponerla a los seis meses de la segunda: cuando decaen los anticuerpos
El panorama es complicado: una variante mucho más contagiosa (ómicron), la incidencia de casos de covid disparada, y a la vez, campaña en marcha para inocular terceras dosis a toda la población, precisamente como estrategia para aumentar la protección frente a ómicron. Y en este panorama, surgen algunas dudas.
¿Cuándo se debe poner la tercera dosis? ¿Todos debemos ponernos esa dosis de refuerzo? ¿También los que pasaron la covid, en su día, y después se pusieron las dos dosis de la vacuna? ¿También los que están vacunados y se están contagiando ahora? Los contagios de ómicron están siendo masivos, así que este último podría ser el caso de muchos de los que nos estén leyendo. Hablamos con inmunólogos y tratamos de resolver todas estas dudas.
¿Cuándo se debe poner la tercera dosis?
Las autoridades sanitarias están recomendando la dosis de refuerzo a los seis meses de recibir la segunda, de forma general, “porque es cuando se ha visto que empiezan a decaer los anticuerpos. El objetivo es volver a impulsar los anticuerpos neutralizantes, que son los que te hacen pasar la infección asintomática (o muy leve), y se sabe que a los seis meses han decaído”, explica e inmunólogo del Hospital Clínico de Santiago José Gómez Rial.
“A los seis meses se ha visto que en mucosas ya no queda nada y que han decaído en la propia circulación, a nivel sérico”, explica, y esta tercera dosis es un “nuevo chute de anticuerpos”. De hecho, el inmunólogo apunta que si ahora hay tanta circulación de ómicron no es sólo porque esta variante consiga evadir mejor la inmunidad, también porque nos pilla en un momento en que ha caído mucho la inmunización de la población general.
Ahora empiezan a cumplirse los seis meses para los mayores de 50. Por encima de esa edad, ya se cumplieron. Pero cuando llegó ómicron, solo habían recibido terceras dosis -ese nuevo chute de anticuerpos que evita mejor la infección- los más mayores: los de 70 y los de 80. Ahora está aprobada ya para todos los mayores de 40.
¿Qué pasa con los vacunados que se están infectando ahora?
“Que es el mejor refuerzo posible. La infección natural controlada (la que no te lleva al hospital) tras la vacuna es la mejor combinación. Se llama inmunidad híbrida y es mucho mejor que tres dosis de la vacuna”, contesta rotundo Gómez Rial. Y explica por qué.
“Porque estás reactivando esas células de memoria de forma exponencial. Pero no sólo. Aparte de reforzar lo generado con la vacuna en su día (células B y T que actúan sobre la proteína S del virus), vas a añadir clones nuevos: células que van a generar nueva memoria frente a otras proteínas del virus, no solo la S. La infección natural genera inmunidad contra el virus completo, contra todas las proteínas del virus”.
Es decir, que al infectarte estando vacunado con la pauta completa, “estás amplificando de una forma bastante intensa la respuesta previa y, además, añadiendo nuevas armas, ampliando tu arsenal de defensa con otras proteínas”. Por ello, en este caso, Gómez Rial no recomienda la dosis de refuerzo. “No sería necesario inocular una tercera dosis. Estas personas estarían incluso más protegidas que otras con tres dosis que no se hayan infectado”.
El también inmunólogo Alfredo Corell es igual de claro sobre esto. “Que no se la pongan, y es un no rotundo”. En la Comunidad de Madrid, sin embargo, las autoridades sanitarias están recomendando que la dosis de refuerzo, en estos casos, se ponga pasado un mes de la infección. “Esto contraviene cualquier conocimiento básico de inmunología, porque estas personas están teniendo un refuerzo natural mucho más rico y potente que poner una vacuna: de hecho, se han hecho varios estudios sobre estos casos y los llaman “superinmunes”. Porque esta combinación es la mejor posible”, insiste Corell.
“Yo no tendría ninguna prisa por poner otra dosis. Los que se estén infectando ahora, no es necesario que se la pongan. Igual cuando pase más tiempo, sí, pero no de un modo tan rápido. No tiene sentido. Si ya tienen cita para la tercera dosis, que la cancelen”.
De hecho, Corell resume así la situación de contagio masivo en vacunados que estamos viviendo actualmente. “Ómicron ha supuesto un refuerzo natural gratuito de la población. Es un refuerzo masivo y gratuito”.
¿Y quienes pasaron la covid antes de vacunarse?
Aquí, las respuestas de Corell y Gómez Rial difieren un poco. Este último sí recomienda la dosis de refuerzo en estos casos, y explica por qué. Cuando la infección fue previa a la vacunación, “el primer contacto con el virus habrá sido muy variable, más errático, y no garantiza mucha intensidad ni duración de la inmunidad, por lo que yo sí recomendaría que se pongan la tercera dosis”.
Explica el inmunólogo gallego que “la primera vez que se encuentra con un virus nuevo, el sistema inmune está muy perdido, al ser el primer encuentro, y genera muy poca respuesta, menos intensa. La vacunación, en cambio, es una forma muy intensa y muy ordenada de generar inmunidad”.
Corell, sin embargo, tampoco recomienda la tercera dosis en estos casos. “De modo general, la población doblemente vacunada que haya pasado la covid, yo no considero necesario que se la ponga. No podemos entrar en este bucle de producir anticuerpos en sangre de modo continuo. Esta tercera dosis que se les ofrece es como una cuarta, para ellos”.
Explica que “la infección natural no hace exactamente lo mismo que la vacuna, porque potencia la inmunidad en las mucosas, mientras la vacuna la potencia en la sangre”. Pero, en su opinión, “el orden no importa mucho, ambas cosas se complementan y se potencian”.
Tercera dosis e inmunidad celular: ¿es realmente necesaria para todos?
Hay otro caso, que no sería ni uno ni otro de los anteriores, pero en el que se pueden ver algunas personas también. El propio Corell se pone de ejemplo, porque es el suyo. “Yo, por ejemplo, me puse las dos dosis en mayo y junio, y luego en julio me infecté". Es decir, vacunado que se infectó después de la vacuna, pero hace ya algún tiempo. "Si me ofrecen un refuerzo ahora, yo no me lo voy poner”, afirma tajante el inmunólogo. ¿Por qué?
“Porque no lo veo necesario en población sana sin ninguna vulnerabilidad ni patología de riesgo, como es mi caso. ¿Qué me va a pasar si me contagio con ómicron ahora? Pues cuatro días de catarro”. A Corell la tercera dosis le tocaría en enero, porque ahí habrán pasado seis meses de su infección, que supuso una inmunización natural extra tras la vacuna. “Mis anticuerpos habrán decaído, sí, pero tengo células B, que si me infecto producirían nuevos anticuerpos en tres días. Me considero protegido por la inmunidad celular”.
Gómez Rial tampoco es partidario de inocular la tercera dosis de forma general a toda la población. “Todo esto viene porque está la incidencia disparada, en el momento que caiga la incidencia el tema de la tercera dosis va a desaparecer. Y como estrategia de salud pública es inédita: nunca se había tratado de reducir la incidencia a base de refuerzos. Y así no se va a cortar la transmisión, porque la vacuna no está hecha para esta variante”.
La tercera dosis no corta la transmisión, aunque sí reduce los contagios. Pero ¿estamos más protegidos individualmente? “Con la tercera dosis estamos generando anticuerpos neutralizantes frente a ómicron, algo más de protección tienes, sí. Estamos más protegidos de infectarnos que con las dos dosis”, afirma el inmunólogo. Otra cosa es que, como decía Corell, haga falta inocularla en la población sana y sin patologías, que ya tiene sus dos dosis. Porque ahí, lo que hace ómicron es generarles un catarro. Gómez Rial tampoco la ve necesaria para ellos.
“Yo sigo recomendando que las terceras dosis se centren en la población vulnerable: no solo los mayores, todos los que tengan patologías crónicas y que estén en riesgo”, advierte el inmunólogo gallego. Y apunta que, más que por criterios de edad, la dosis de refuerzo habría que inocularla por grupos de riesgo. “Hay que focalizar la protección de la tercera dosis en los vulnerables: mayores y personas con patologías que influyan sobre el sistema inmunitario. Los pacientes oncológicos están muy expuestos, por ejemplo. Se vio en el caso de Antonio Resines. Los tratamientos oncológicos te dejan el sistema inmune por los suelos”.
¿Por qué la tercera dosis puede ser de otra vacuna?
Queda una última duda que puede asaltar a los que ya se estén poniendo la dosis de refuerzo. En muchos casos, a los vacunados con Pfizer se les inocula Moderna como tercera dosis. En muchos otros, ocurre al revés. Hace unos días, les contábamos que uno de los médicos más destacados durante la pandemia en Estados Unidos, el especialista de origen mexicano Carlos del Rio, ha publicado incluso cuáles son las combinaciones de vacunas que considera más adecuadas como dosis de refuerzo, según la vacunación de cada uno.
Pero la pregunta es: ¿por qué se está haciendo? Gómez Rial explica que tiene sentido. “Antes no había mucha información sobre combinar vacunas, pero ahora los estudios sobre vacunas han avanzado mucho y ya se sabe que mezclar diferentes tipos genera una respuesta más intensa. Por eso, ahora se está haciendo esta estrategia. El título de anticuerpos es mayor cuando combinas”.