África González, inmunóloga: "No estaría justificado vacunar a los menores de 12 años en este momento"


"Con este virus está muy claro quiénes tienen mayor riesgo, y no son los jóvenes ni los niños"
Sobre la inmunidad de rebaño: "Con la variante delta, parece claro que será necesario entre un 85% y un 90% de inmunizados"
"No veo necesaria una tercera dosis a nivel general. Antes, deberíamos internar vacunar rápidamente a todo el planeta"
Inmunidad. Puede que sea la palabra más repetida en este año y medio de pandemia. Una de las que más están en boca de todos, la más anhelada. Y los inmunólogos se han convertido en referencia a la hora de entender cómo nos estamos defendiendo del virus y en qué punto estamos de la pandemia. África González, catedrática de Inmunología de la Universidad de Vigo, advierte de la necesidad de que esa "inmunidad" sea "global", que las vacunas lleguen a todos. Y en ese sentido, no ve necesaria en estos momentos la vacunación de los niños, ni tampoco una tercera dosis para todos los vacunados.
Lo advierte en esta entrevista con NIUS, en la que habla también de la inmunidad de rebaño, la variante delta, la diferente protección de las vacunas y la infección natural, o la necesidad de estudiar más la respuesta celular frente al virus, entre otras cosas.
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Pregunta: Empecemos hablando de la inmunidad de rebaño. Con la variante delta, que ha aumentado tanto la capacidad de contagio de este virus, son ya muchas las voces que alertan de que un 70% de inmunizados no será suficiente para contenerlo. ¿Usted qué cree?
Respuesta: La estimación del 70% se hizo con la primera variante, que tenía una ratio de contagio de 3. Ahora, la delta hace necesario volver a hacer una estimación de ese porcentaje. Hace ya meses, por ejemplo, que el doctor Anthony Fauci, cada vez que se le pregunta por esto, va aumentando el porcentaje: ha hablado de un 80%, un 85%… Ahora, parece claro que será necesario entre un 85% y un 90% de inmunizados. Que lo estén de una forma o de otra: vacunados o infectados.
P: Pero ese porcentaje, a nivel global, ¿es realista o es más una entelequia?
R: Si estuviésemos en una situación ideal, imaginemos una isla, sería mucho más fácil de conseguir, si fuese un sitio cerrado en el que no hay movimientos. Así podríamos lograrla en muy poco tiempo. Pero en la situación actual, con países en los que sólo hay un 1% de vacunados mientras en otros hay un 70%, y habiendo mucha movilidad, vamos a tardar mucho. Solo sería posible si se cerraran las fronteras, pero eso no es real. Yo no quiero decir que sea imposible, pero desde luego va a ser muy difícil.
P: Con la variante delta, además, hay un problema: que está habiendo muchas más infecciones silenciosas (asintomáticas o presintomáticas), porque el infectado contagia antes. Y, además, en muchos casos, con cargas virales altísimas.
R: Efectivamente. Esta variante necesita muy poco tiempo para que una persona contagie a otra, y además con alta carga viral. Eso hace que se extienda muy rápidamente, pero lo importante es que personas estén vacunadas, porque así las infecciones van a ser mucho más leves.
P: Las vacunas están haciendo frente a esta variante a la hora de frenar las muertes y las hospitalizaciones graves, pero no tanto el contagio. ¿Era algo previsto o no se contaba con ello?
R: Se contaba con ello. Yo, de hecho, lo he comentado siempre. Las vacunas se han diseñado para evitar la enfermedad grave, las secuelas y las muertes, pero no impiden que una persona se contagie e infecte a otras. Estas vacunas no protegen de los contagios. No se han diseñado para eso, sino para disminuir la enfermedad.
P: En cuanto a la duración de la inmunidad que generan, se ha visto en estudios recientes que la celular podría durar años, incluso toda la vida. Pero con los anticuerpos, no acaba de quedar claro cuánto duran realmente…
R: Lo que se ha visto es que, con la infección natural, personas que pasaron covid hace ya más de un año, siguen manteniendo células específicas del virus y anticuerpos. Es verdad que estos van disminuyendo con el tiempo, pero lo importante son las células de memoria. Porque si vuelve el virus, son como un ejército que se vuelve a activar. Por eso, en general, las infecciones van a ser mucho más leves o asintomáticas. ¿Cuánto dura esa memoria celular? No lo sabemos. Lo que se ha visto, de momento, es que dura más de un año tras la infección natural. Y en el caso de las vacunas, un año.
Pero también hay que tener en cuenta que, si miramos otros coronavirus, vemos por ejemplo que con el SARS de 2002, después de 17 años hay personas que siguen manteniendo células B y T. Así que para poder responder a esa pregunta hay que esperar, solo el tiempo nos lo podrá decir.
P: Por lo que dice, ¿dura más la inmunidad de la infección natural que la de las vacunas?
R: No, es sólo porque llevamos menos tiempo con las vacunas, es una cuestión de tiempo. De hecho, algunos estudios comentan que la respuesta inmune que inducen las vacunas puede ser igual o superior que la de la infección.
P: Esto es lo que dicen los estudios, pero los datos que nos va dando la vacunación en el mundo real parecen ir por otro lado. Por ejemplo, los de Israel indican que la efectividad de la vacuna bajaría con el tiempo, incluso con respecto a las hospitalizaciones. También es cierto que los primeros vacunados son los mayores, y en ellos la protección de la vacuna es más débil. ¿Qué cree que está pasando?
R: Puede ser una combinación de las dos cosas, pero yo creo que es más por el tema de la edad. Esas hospitalizaciones pueden no ser consecuencia de un fallo vacunal, sino el porcentaje que ya vimos en los ensayos de personas que no estaban bien protegidas. Siempre hay un porcentaje de personas que enferman, a pesar de la vacuna.
Por ejemplo, en los ensayos de Pfizer la eficacia fue de un 95%, es decir, que un 5% sí desarrollaron la enfermedad. A lo mejor, lo que estamos viendo es esas personas vacunadas pero en las que la vacuna no ha sido suficiente para protegerlas de la enfermedad.
La vacuna no es cien por cien eficaz. Siempre hay un porcentaje en el que no hace efecto. ¿Por qué? ¿Por ser mayores? ¿Por estar inmunosuprimidos? Eso hay que analizarlo de forma seria, todavía. Convendría hacer más estudios con vacunados, y estudiar no solo sus anticuerpos sino también su respuesta celular. Y verla por edades, en los distintos grupos de edad.
P: ¿Cree entonces que hay que estudiar más esa respuesta celular?
R: Es importante, porque se está viendo que se mantiene durante más tiempo y que es más estable, que no varía tanto como la de anticuerpos. Pero el problema es que es mucho más difícil de estudiar. Requiere de laboratorios especializados y técnicas muy complejas. No están en todos los hospitales.
Es mucho más costoso y lleva más tiempo, pero yo recomendaría hacerlo, sí. Y es probable que pronto se pongan a punto técnicas más rápidas para ello. Ya hay publicaciones sobre esto, y esas técnicas se irán extendiendo.
De todos modos, tanto con anticuerpos como con la respuesta celular tenemos un problema: no hay una correlación de protección. Es decir, no tenemos unos niveles de referencia concretos, a nivel internacional, que indiquen que una persona está protegida. Esto no está establecido.
P: ¿Y por qué no los hay? Llevamos año y medio de pandemia…
R: Porque para ello, habría que hacer un seguimiento enorme, de una gran cantidad de personas. Ir midiendo en cada una esos niveles de anticuerpos y de células, y ver con qué niveles se reinfectan. Eso, ahora mismo, es inviable.
P: En este panorama, cada vez parece más claro que habrá una tercera dosis de la vacuna. Muchos expertos y gobiernos ya lo dan por hecho. ¿Usted la ve necesaria?
R: Por ahora, lo que se ha visto es que las vacunas actuales cubren de forma adecuada todas las variantes para evitar la hospitalización y la muerte. Es decir, la covid grave. Entonces, yo creo que habría que evaluarla en las personas mayores y en las inmunodeprimidas: las que están con patologías o con algún tratamiento inmunosupresor. Si su respuesta es menor, esa tercera dosis sí sería necesaria para ellos.
Pero de forma global, yo ahora no veo necesaria una tercera dosis a nivel general. Antes, deberíamos internar vacunar lo más rápidamente posible a todo el planeta. ¿Por qué? Porque el sistema inmune es muy lento la primera vez que ve un patógeno, pero una vez que ya lo ha visto, no sólo lo recuerda, sino que es capaz de mejorar y adaptarse, puede responder incluso frente a nuevas variantes… no al cien por cien, pero su respuesta nunca va a ser cero. Por eso es tan importante vacunar a la mayor parte de la población mundial.
P: ¿Y vacunar a los niños qué le parece?
R: Yo no lo veo. No es prioritario. Para empezar, porque en los ensayos se han incluido a muy pocos. Se ha visto una respuesta muy buena, pero en un número muy bajo de momento. Por otro lado, en cuanto al balance riesgo-beneficio, los niños pequeños son asintomáticos o pasan una covid leve. El beneficio, en ellos, es muy bajo porque el riesgo de la enfermedad, en ellos, también es muy bajo. Por debajo de 12 años no estaría justificado vacunar a los niños en este momento.
Claramente, primero habría que vacunar a nivel mundial a las personas mayores y a las vulnerables. Con este virus, está muy claro quiénes tienen mayor riesgo, y no son los jóvenes ni los niños.
P: Comentaba hace poco otro inmunólogo, Alfredo Corell, que el tipo de protección que inducen las vacunas no es el mismo que el que induce la infección. Que esta última genera más IgA en las mucosas que la vacuna.
R: Esto es así. Como el virus entra por vía respiratoria, la respuesta a la infección se hace a nivel local, y no sólo se produce IgG, también IgA, cuya función es proteger la mucosa. Pero además, hay otra cosa: con la vacuna le estamos enseñando la proteína S del virus al sistema inmunitario, solo esa. En cambio, con la infección le estamos enseñando todas. La inmunidad que genera la infección no es exactamente igual que la que genera la vacuna.
P: ¿Pero eso supondría que la inmunidad generada por la infección evita mejor el contagio, al haber producido más IgA en las mucosas?
R: Sí, es posible. Pero habría que saber, en las personas que se infectan, qué grado de reinfección tienen. Y esto es difícil saberlo. Desde luego, si tienes IgA va a impedir en gran parte que el virus infecte, pero que lo consiga también depende de la carga viral. Es decir, a la hora de infectarte entra en juego un equilibrio entre la respuesta del sistema inmunitario y la capacidad del virus para infectar.
P: Para evitar el contagio, entonces, ¿hacen falta vacunas intranasales, como la que desarrolla por ejemplo el equipo de Enjuanes?
R: Yo llevo años trabajando en vacunas intranasales, y esta vía sería la más interesante porque induciría la protección en mucosas. Pero tiene varios problemas:
- La respuesta que da es menor que por vía intramuscular, eso lo he visto yo misma en modelos animales
- La dosis es muy difícil de controlar: al ser inhalada, no sabes cuánto entra verdaderamente, por lo que induce respuestas más heterogéneas
- Y hay un problema de regulación: la vía intranasal siempre ha dado miedo, porque puede haber una llegada al sistema nervioso central. Faltan estudios de toxicidad, seguridad...
Por eso, actualmente, sólo hay una vacuna que se utiliza por vía intranasal, una de la gripe en EE.UU. Las agencias reguladoras lo ponen complicado.
P: Para acabar, ¿cree que la gente es consciente de que las vacunas no son la panacea? Que, si no ponemos también mascarilla y distancia, esto no lo vamos a frenar nunca…
R: Lo que hay que entender es que, en las primeras olas, teníamos solo algunas armas: mascarillas, higiene, distancia, no ir a interiores… Ahora, tenemos otra más: la vacunación. Pero no disminuye los contagios. Así que tenemos que seguir con las mismas medidas de protección. Las vacunas están haciendo que disminuyan las muertes, la enfermedad grave y las secuelas, pero insisto: no evitan el contagio.
Yo quiero animar a todo el mundo a que se vacune, que nadie tenga ninguna duda, y que lo haga cuanto antes. Y tenemos que ser solidarios, además, con todos esos países que no pueden hacerlo. No sólo enviando vacunas, sino también la logística, enviar personal y medios si hace falta. Hemos visto casos en que han tenido que tirar vacunas porque no tenían logística para ponerlas, y eso es un dolor. No se puede permitir. Cada vacuna es una vida salvada.