España, ¿hacia el fin de la pandemia?: "La sexta ola es improbable, pero hay que tener la escopeta lista"


Epidemiólogos y expertos en Salud Pública coinciden en que no es "probable" una sexta ola de covid, pero advierten: "El virus no ha desaparecido"
J. A. Sanz Salanova: “Contentos sí, triunfalistas no. A a este virus le hemos dado por derrotado, ya, unas cuantas veces”
Daniel López Acuña: "Riesgo bajo no es riesgo nulo, no somos islas, esto es un problema mundial"
Llegó el otoño. Se acerca el invierno. Si hablamos de virus respiratorios, estas estaciones no suelen traer buenas noticias. El otoño-invierno del año pasado fue duro, inmersos como estábamos todavía en plena pandemia y esperando la inminente llegada de las vacunas. ¿Qué pasará este año?
De momento, en España, el otoño lo encaramos con una incidencia de covid que ha cruzado la línea de “riesgo bajo” (menos de 50 casos por 100.000 habitantes), y unas cifras de vacunación -con el 87,4% de la población mayor de 12 años vacunada- que nos han convertido en referencia mundial. En este panorama, las restricciones continúan relajándose, en todas las CCAA. Y por momentos, parece que le hubiéramos ganado la batalla a este coronavirus. ¿Es así?
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¿No habrá sexta ola? "No somos una isla"
El propio Fernando Simón afirmaba públicamente, este jueves, en un congreso médico, que no es probable que tengamos que enfrentarnos a más olas de covid. Que no es probable que haya una sexta, en las próximas semanas. “Puede haber algún brote, pero es realmente complicado que haya una sexta ola rápida”. Y en todo caso, cree que, si la hubiera, “sería más pequeña y más lenta”, porque hay una tendencia a la baja que se mantiene “clara y estable” desde hace 12 semanas.
“No es previsible una sexta ola como las que henos conocido hasta ahora, en eso estoy de acuerdo, y si la hay será suave, sin mucha afectación y sin mucha letalidad”, opina Juan Antonio Sanz Salanova, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública. “El panorama es prometedor, pero debemos tener la escopeta preparada porque este virus nos puede dar una sorpresa todavía”, advierte. “No soy pesimista, pero tampoco quiero ser demasiado optimista”.
¿Por qué? Porque, aunque ahora mismo los datos de España sean muy buenos, “no estamos solos en el mundo, tenemos muchos países en vías desarrollo donde la vacunación es muy baja todavía y hay mucha circulación del virus. Pueden salir nuevas variantes, incluso alguna que pueda eludir total o parcialmente la vacuna, y nos podría dar un susto”, explica.
En ello insiste también el epidemiólogo Daniel López Acuña. “Alcanzar indicadores de “riesgo bajo” no significa que el problema haya terminado, no significa riesgo nulo, inexistente. El virus sigue ahí, no se ha erradicado ni ha desaparecido. Y, además, no podemos pensar que somos islas. Ni las CCAA, ni los países, ni el bloque europeo. Esto es un problema mundial”. Aunque también cree que “la sexta ola es improbable”, recuerda que “la vacuna no impide la infección y el contagio, eso no hay que olvidarlo”.
Mantener un ojo fuera: "el virus llega en avión en un día"
En España, según los últimos datos de Sanidad, tenemos una incidencia acumulada (IA) de covid a 14 días de 48,29 casos por 100.000 habitantes. Bajar de 50 es un hito. Pocos países de nuestro entorno lo han conseguido (sólo Polonia en Europa), pocos tienen cifras tan bajas, aunque en casi todos está descendiendo la incidencia. Italia registra una IA de 72, Portugal de 78, Francia de 100… Sólo Reino Unido y EE.UU. siguen teniendo una incidencia alta.
“En Reino Unido hay una incidencia alta porque relajaron restricciones muy pronto”, recuerda López Acuña. Y pide “cautela” al respecto. Sanz Salanova insiste: la incidencia está bajando en casi todos los países de nuestro entorno, pero “no somos un entorno aislado, el virus puede venirnos de otro país que no haya tenido tantas olas, que tenga menos población inmunizada de forma natural y también menos población vacunada. Ahí sí habría más probabilidad de brotes, de olas, y de que nos llegue algún coletazo de fuera. Ahora, el virus llega en avión en un día”.
Ambos creen también que es importante mantener “una estrecha vigilancia de las variantes nuevas que puedan surgir en otros países”, quizá más lejanos. Porque, entre otras cosas, esto es algo que “ya ha pasado antes”.
Menores de 12 años y posibles brotes en el entorno escolar
López Acuña se muestra preocupado, sobre todo, por lo que pueda ocurrir en las aulas con los menores de 12 años, el único grupo de población no vacunado. Aunque la IA en este tramo de edad también ha bajado mucho en las últimas semanas, y sigue bajando. Actualmente se sitúa en 82 casos por 100.000 habitantes.
“Ha bajado, y eso es bueno, pero es superior a la incidencia promedio. Y si ha bajado, en gran medida es por el éxito de las medidas de protección, que hay que sostener. Debemos mantener todas las medidas en el ámbito escolar”, insiste el epidemiólogo. “Entramos en una fase en donde la principal preocupación deben ser los brotes que puedan surgir en el ámbito escolar. La clave está en contenerlos, hacer muchas pruebas, diagnosticarlos rápidamente y aislar a los asintomáticos”.
Sanz Salanova, en cambio, cree que este curso puede ocurrir algo similar a lo que ocurrió el año pasado, que apenas hubo que cerrar aulas por covid. “Ya pasó el año pasado, que apenas hubo brotes. Y ahora, con la población adulta vacunada, “si los padres no enferman, no contagiarán a sus hijos. Si la incidencia de covid baja, baja para todos”.
Pero ¿y si ocurre al revés? Que sean los niños no vacunados quienes se contagien y contagien a los padres. “No parece que los niños sean muy contagiosos con este virus, al contrario de lo que ocurre con el de la gripe”, explica este experto en Salud Pública.
Mascarilla en interiores, contra la covid y contra la gripe
Hay algo en lo que coinciden ambos expertos, de cara al invierno: mantener el uso de la mascarilla. Desde Sanidad avanzaban, este viernes, que seguirá siendo obligatoria en interiores hasta la próxima primavera. “¿Mantenerla en interiores?, absolutamente”, afirma López Acuña. Sanz Salanova lo secunda. “Sí, es pronto para quitarla, sería prematuro”.
El motivo para mantenerla, este invierno, no es solo la covid. “En un par de meses nos vamos a enfrentar a la gripe. Si la retirásemos, nos podríamos encontrar con mucha circulación de la gripe, para el que las medidas de prevención coinciden un poco con las de la covid. Quitar esta protección, puede generarnos problemas con otras enfermedades respiratorias. Porque, además, el año pasado no hubo gripe y nos pillaría con menos inmunidad”, explica el experto en Salud Pública.
“Hay que mantener la mascarilla porque en interiores hay más contagios, porque entramos en temporada de gripe y nos ayudará a prevenirla, y porque el virus todavía no ha dejado de circular. Hay que seguir protegiéndose”, explica el epidemiólogo.
Ni uno ni otro se atreven, todavía, a afirmar que hemos ganado la batalla al coronavirus SARS-CoV-2. “Yo no iría tan lejos”, advierte López Acuña. “La covid ya no es una emergencia sanitaria, pero la pandemia no ha terminado. El virus no ha desaparecido. No se puede bajar la guardia ni lanzar campanas al vuelo”. Sanz Salanova lo resume así: “Contentos sí, triunfalistas no. Porque a este virus le hemos dado por derrotado, ya, unas cuantas veces”.