Llega la inmunología sintética: fabricar anticuerpos que sean eficaces frente a este y otros coronavirus


Hablamos con el inmunólogo Luis Álvarez-Vallina, que lidera un proyecto para generar inmunidad frente a este y otros coronavirus que vengan en el futuro
El objetivo es diseñar en el laboratorio anticuerpos "a la carta", más versátiles que los que genera nuestro propio organismo
Es un tipo de inmunoterapia muy innovadora: son los únicos científicos en España y de los pocos del mundo que trabajan con ella
“Fabricar anticuerpos sintéticos con capacidad para neutralizar a distintos coronavirus, no solo a este”. Es el objetivo del proyecto que lidera Luis Álvarez-Vallina, inmunólogo de la Fundación de Investigación 12 de Octubre. Se trata de desarrollar una nueva estrategia de inmunoterapia que sea eficaz frente a este y otros virus. Trabajan ya en el diseño de anticuerpos sintéticos, fabricados en el laboratorio, más versátiles que los que fabrica nuestro propio organismo.
Porque “no serán tan específicos como los que genera nuestro cuerpo frente al virus. Cuando llega un virus nuevo, aunque sea muy similar, si difiere en algo, el anticuerpo generado frente a ese ya no encaja”, explica este investigador. “El sistema inmune es una herramienta poderosísima, que hace una respuesta adecuada al perfil del patógeno. Pero lo que se está viendo, de momento, es que si pasas la infección por este virus, en el futuro puede que te enfrentes a otras, de otros coronavirus similares, en las que estos anticuerpos podrían no protegerte".
De ahí el proyecto, que podrá aplicarse en esta y en futuras pandemias, y que acaba de recibir financiación por parte de la Fundación BBVA para poder llevarse a cabo. Porque todo indica que en el futuro vendrán otros virus similares a este. Y hay que estar preparados. “La destrucción de hábitats naturales hace prever la aparición en el futuro de más brotes epidémicos causados por otros coronavirus emergentes”, advierte la Fundación BBVA al presentar el proyecto.
Coronavirus con la misma puerta de entrada
Se trata de generar inmunidad contra coronavirus que utilizan la misma puerta de entrada al organismo: la proteína ACE2. Y generarla en el laboratorio. Es lo que se llama inmunología sintética. Álvarez-Vallina lo explica así. “Tenemos herramientas para identificar qué zonas del ACE2 (el receptor que está usando el coronavirus para entrar en el organismo) son fundamentales en la interacción entre el patógeno y el huésped. Porque ACE2 es una proteína muy grande, solo algunas partes interaccionan con el coronavirus”.
Primero, por tanto, tratarán de determinar qué partes de ACE2 tienen la capacidad de reconocer la proteína S del coronavirus, con la que el virus se engancha al receptor y entra en el orgamismo. A partir de ahí, generarán unas moléculas mucho más pequeñas, llamadas mimotopos, que son idénticas a las que protagonizan esa interacción. “Y trataremos de demostrar que son capaces de reconocer y bloquear las proteínas S de otros coronavirus. Generaremos mimotopos con capacidad de bloquear la interacción, de bloquear la entrada del virus”.
Manipular el sistema inmune
Esto lo harán mediante lo que se conoce como “estrategia de evolución dirigida”. “Primero identificamos los mimotopos, esas secuencias que son más efectivas neutralizando al virus, y después podemos manipularlas y mejorarlas en el laboratorio”. A partir de ahí, “como en un lego, podemos construir moléculas que se adapten mejor a la neutralización”, explica el investigador.
Son las dos partes del proyecto, que se basa en manipular “de forma racional” el sistema inmune. “Primero definimos y mejoramos las capacidades, después generamos el anticuerpo mimético para poder utilizarlo en pacientes”.
La segunda parte (la del lego) es lo que se denomina “ingeniería de proteínas”. Se trata de diseñar “un mimético de anticuerpo”, es decir, un anticuerpo sintético que actúe igual que los nuestros. O mejor. “Haremos una especie de anticuerpo sintético con capacidad de neutralizar a este coronavirus, pero no solo, también a otros. Nuestros anticuerpos –los que generamos frente a esta infección- solo son específicos frente al SARS-CoV-2”. Este anticuerpo sintético, por tanto, sería mejor, más versátil.
Estrategia innovadora: los únicos en España
Estas dos tecnologías, la “estrategia de evolución dirigida” y la “ingeniería de proteínas”, permiten que estos anticuerpos sintéticos se puedan ir adaptando a lo que venga. Serán algo así como “anticuerpos a la carta”. “Podríamos ser efectivos frente a esta infección y frente a otras emergentes que puedan surgir en el futuro”, asegura Álvarez-Vallina.
Este tipo de inmunoterapia es muy innovadora, tanto que este inmunólogo y su equipo son los únicos en España trabajando en esto. Y en el mundo tampoco hay muchos proyectos así en marcha todavía. Álvarez-Vallina lleva años trabajando con ella, pero aplicada al cáncer. De hecho, es Jefe de la Unidad de Inmunoterapia del Cáncer del 12 de Octubre.
Cuando llegó la pandemia, le pareció que también podría ser útil frente a la covid. “Nos pareció que era de obligado cumplimiento intentar echar una mano”. Para ello, trabaja también en colaboración con investigadores del CNIO liderados por Inés Muñoz, responsable de la Unidad de Cristalografía.
Para esta y próximas pandemias
Su proyecto puede ser muy útil, sobre todo, teniendo en cuenta toda la incertidumbre que hay con respecto a la inmunidad de anticuerpos que genera este coronavirus. No está claro lo que dura, ni qué nivel de protección ofrece frente a reinfecciones por este virus o por otros similares. “Se ha visto, incluso, que algunos pacientes hacen anticuerpos que no son neutralizantes y que pueden empeorar la infección, en vez de mejorarla”, añade el científico. Y tampoco sabemos exactamente qué tipo de protección nos van a ofrecer las vacunas.
Por eso, el potencial de estas moléculas sintéticas es doble. “Pueden ser útil en el futuro, pero también ahora, mientras llegan las buenas vacunas y los tratamientos efectivos. Podría ser una herramienta muy útil en esta pandemia”.
Si hablamos de plazos, el investigador calcula que “antes de un año podríamos tener los primeros prototipos validados, y en año y medio podríamos empezar a utilizarlos en la práctica clínica”. De momento, "ya tenemos los primeros prototipos de mimotopos en el laboratorio, y ya hemos visto que reconocen la proteína S del coronavirus. Es nuestro punto de partida”. El punto final podríamos verlo en los hospitales en menos de dos años, como una nueva terapia para que el paciente de covid pueda hacer frente mejor a la enfermedad.
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