La NBA financia un test rápido y barato que detecta el Covid-19 en la saliva

Según sus inventores, 'SalivaDirect' es una prueba más simple, menos costosa y menos invasiva que el método tradicional de los test PCR
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU, más conocida por las siglas FDA, ha autorizado el uso de emergencia para la detección del coronavirus de una nueva prueba diagnóstica que detecta el virus en la saliva y que ha sido desarrollada por investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale. La investigación ha sido financiada por la NBA, la Asociación Nacional de Jugadores de Baloncesto y mediante una beca de la Universidad George Mason.
El nuevo test, que recibe el nombre de 'SalivaDirect', se está validando ahora para ser usado en un programa piloto para detectar el Covid-19 en personas asintomáticas entre los jugadores y el personal de la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA).
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Según sus inventores, 'SalivaDirect' es una prueba más simple, menos costosa y menos invasiva que el método tradicional y los investigadores aseguran que es capaz de ofrecer resultados similares a los de los test PCR.
Según explica en su publicación la Universidad de Yale, con la aprobación para su uso de emergencia por la FDA, la nueva prueba para detectar el coronavirus en la saliva estará disponible de inmediato para sus uso en laboratorios de diagnóstico en Estados Unidos, y en las próximas semanas, quizá, para todo el mundo. Además, los investigadores afirman que una de las principales ventajas de su método es que ha sido desarrollado y validado con reactivos e instrumentos procedentes de múltiples proveedores. Esta flexibilidad, sostienen, permite seguir usándolo aunque haya desabastecimiento de algunos componentes porque pueden ser sustituidos por los de otros proveedores, lo que evitaría los problemas que se produjeron al inicio de la pandemia con la falta de materiales para realizar test masivos.
"Este es un gran paso adelante para hacer que las pruebas sean más accesibles", ha declarado la becaria posdoctoral de Yale, Chantal Vogels, que ha sido la encargada de dirigir el desarrollo y la validación de las pruebas de laboratorio del nuevo test. En esta tarea tuvo el apoyo del profesor clínico, Doug Brackney, que explica que todo "comenzó como una idea tras descubrir que la saliva es un tipo de muestra muy prometedor para la detección del SARS-CoV-2". Para el profesor Brackney el SalivaDirect "tiene el potencial de usarse a gran escala para ayudar a proteger la salud pública".
El preprint con los primeros resultados sobre la efectividad de este test se públicó recientemente en medRxiv y las primeras pruebas para hacerlo una realidad se llevaron a cabo en primavera encabazedas por los investigadores Nathan Grubaugh y Anne Wyllie, profesor asistente e investigador científico asociado, respectivamente, en la Escuela de Salud Pública de Yale.
“Dado que la saliva es rápida y fácil de recolectar, nos dimos cuenta de que podría cambiar las reglas del juego en el diagnóstico de COVID-19”, ha comentado Wyllie que ha explicado que, dado que las pruebas se necesitaban con urgencia, el equipo de Yale estaba decidido a reducir tanto los tiempos como los costes de las pruebas, para que los test fueran más y más accesibles.
“Simplificamos la prueba para que sólo cueste un par de dólares por los reactivos, y esperamos que los laboratorios sólo cobren unos 10 dólares por muestra", ha dicho el profesor asistente Nathan Grubaugh. El investigador confía en que si se pueden implementar alternativas baratas como SalivaDirect para la detección del virus en todo Estados Unidos se podría controlar la pandemia, incluso antes de que haya una vacuna.
Uno de los objetivos del equipo era eliminar los costosos tubos de recolección de saliva que otras empresas utilizan para preservar el virus para su detección. En un estudio separado dirigido por la investigadora Anne Wyllie encontraron que el SARS-CoV-2 es estable en la saliva durante períodos prolongados a temperaturas cálidas, y que los conservantes o tubos especializados no son necesarios para la recolección de saliva.
Ahora, el Laboratorio Jackson de Medicina Genómica en Farmington, Connecticut, tiene previsto asociarse con la Universidad de Yale para explorar cómo implementar esta nueva prueba a la población. El laboratorio está ya analizando muestras de pacientes en busca de una firma única de ARN para el SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19.
"Debemos seguir desarrollando e implementando nuevas formas para realizar pruebas de SARS-CoV-2 de manera más rápida, más económica y más accesible, mientras mantenemos una precisión de prueba aceptable", ha declarado Charles Lee, director del laboratorio. "Este método es un importante paso siguiente hacia este objetivo".
Grubaugh y Wyllie, inventores de este nuevo método de detección, afirman que no tienen intención de comercializar la prueba sino que persiguen que sirva para ayudar a los más necesitados. Sostienen, además, que las pruebas para detectar el SARS-CoV-2 han sido uno de los mayores obstáculos en la lucha contra la pandemia debido a las largas demoras en la obtención de los resultados y la escasez de pruebas. Algunos expertos estiman que se necesitan hasta 4 millones de pruebas diarias para controlar la enfermedad en Estados Unidos. "SalivaDirect proporciona un camino hacia ese objetivo" afirman sus creadores.