Qué es la ley de Murphy y quién la inventó


La ley de Murphy se basa en la máxima de que “si algo puede salir mal, saldrá mal”
A partir de este principio, se han creado otros corolarios para todo tipo de situaciones
La ley de Murphy sirve para anticipar los errores que probablemente ocurrirán
“Si algo puede salir mal, saldrá mal”. Seguramente todos nos hemos referido a esta frase y a la ley de Murphy en algún momento de nuestra vida. Pero, ¿quién es este tal Murphy y por qué creó una ley para devenir acontecimientos futuros de forma pesimista?
Quién inventó la ley de Murphy
La ley de Murphy debe su nombre al ingeniero aeroespacial Edward A. Murphy. Aunque hay distintas teorías sobre cómo surgió esta famosa frase, la más extendida cuenta que entre 1947 y 1949 Murphy trabajaba en un plan para probar la fuerza G que una persona era capaz de resistir durante una desaceleración brusca.
Las primeras pruebas se realizaron con un muñeco humanoide y posteriormente, el capitán John Paul Strapp se ofreció como reemplazo del muñeco. Estos experimentos servían para comprobar la precisión de los instrumentos utilizados para medir las fuerzas G.
Las impresiones de Strapp en el primer resultado distaban mucho de las medidas tomadas por los instrumentos. Por ello, en una segunda prueba, Murphy sugirió colocar otros sensores en el arnés del capitán. El asistente que tenía que realizar la tarea no colocó bien los sensores, lo que provocó que no se obtuviera ningún resultado. Se dice que entonces, Murphy echó la culpa a su asistente diciéndole que “si tiene una forma de cometer un error, lo hará”.
Los compañeros de trabajo comenzaron a hablar de este episodio refiriéndose a él como “la ley de Murphy” bajo la versión de “si puede ocurrir, ocurrirá”.
Finalmente, la ley de Murphy se extendió por todo el mundo después de una rueda de prensa en la que Strapp explicó que nadie resultó herido durante las pruebas porque se tuvo en cuenta la ley de Murphy, es decir, la previsión de todos los acontecimientos posibles.
Qué es la ley de Murphy
Más allá de su anecdótico origen y de que la ley no fuera creada de forma deliberada, lo cierto es que la ley de Murphy es conocida en todo el mundo y se utiliza para anticipar los errores que probablemente ocurrirán en cualquier tipo de campo, ya sea personal o laboral.
De la máxima original “si algo puede salir mal, saldrá mal” han surgido muchos otros corolarios y principios que, para anticipar estos posibles errores, se basan en nuestra capacidad de recordar más las experiencias negativas que las positivas o neutras y a nuestra inclinación hacia la negatividad.
Hay afirmaciones basadas en ley de Murphy para todo tipo de ámbitos, ya sea laboral, deportivo, informático, amoroso o del tiempo, entre otros. Algunos de los ejemplos más conocidos son los siguientes:
- La otra cola siempre es más rápida.
- La tostada siempre cae por el lado de la mantequilla.
- Siempre que buscas una cosa, la encuentras en el último lugar en que miras.
- Trasto inútil es aquel que guardamos durante años y tiramos días antes de necesitarlo.