Delta genera más supercontagios por la infección "silenciosa" y el crecimiento "explosivo" de la carga viral


Estudios preliminares confirman que "con esta variante, el crecimiento de la carga viral es explosivo. Los infectados pueden ser contagiosos el mismo día que se contagian"
Además, explican los científicos que “el tiempo en que eres contagioso sin síntomas es mayor que en otras variantes”
Esos dos factores pueden estar detrás de los casos de supercontagio que se están registrando en eventos al aire libre
Lo apuntaba hace unos días el inmunólogo Alfredo Corell, al hablar sobre el riesgo de contagio en exteriores: con la variante delta se están viendo cargas virales mucho más altas que con las variantes anteriores. Explicaba que hay centros de diagnóstico que están encontrando “positivos con 5 ciclos”, algo que califica de “auténtica barbaridad".
El número de ciclos de la PCR se refiere al tiempo que tarda en positivizar la muestra, es decir, cuántos hacen falta para poder detectar al virus: si hacen falta pocos ciclos, eso indica que la carga viral (la cantidad de virus que hay en el organismo) es alta. A menos ciclos de PCR, más alta es la carga viral, y al revés. Pero ¿esto de lo que alertaba Corell es algo generalizado? Los datos científicos que tenemos hasta ahora, aunque sean preliminares, indican que sí. Y ayudan a entender por qué esta variante es tan contagiosa.
MÁS
Carga viral 1200 veces mayor
Hay dos estudios recientes que confirman la elevada carga viral de las infecciones que genera esta variante. Este informe del PHE del 25 de junio compara la carga viral promedio de la variante delta, que son 20 ciclos, con la que se veía en el virus original, que eran 30. “Eso significa 1000 veces más de carga viral de promedio en la variante delta que en el virus original”, asegura Guillermo Aldama, cardiólogo en el Hospital Universitario de A Coruña y divulgador científico.
En este otro estudio que se publicaba hace un par de semanas, científicos chinos analizan las cargas virales en un brote de covid con variante delta en Guangdong. Y sus resultados indican que “las cargas virales en las infecciones de delta fueron aproximadamente 1000 veces más altas que las de las infecciones de variantes anteriores el día en que se detecta el virus por primera vez” (es decir, el día en que la infección se detecta por PCR). “Las cargas virales relativas en las infecciones de la variante delta fueron 1260 veces más altas”, afirman.
¿Esto qué significa? Que “cuando transmites el virus, transmites más carga viral, y tienes más probabilidad de generar una infección”, explica Aldama. De hecho, ya sabemos que con esta variante, un infectado contagia de media a cinco personas, cuando las anteriores contagiaban a dos o tres. De ahí la rapidez con la que esta variante se ha hecho fuerte. Aldama ha elaborado un gráfico en el que se visualiza muy bien todo esto.
Los contagiados son contagiosos antes, pero sin síntomas
Explica el científico que esta variante es “especial”, por varios motivos. Para empezar, su periodo de incubación es más corto: 4 días en vez de 6. Esto podría parecer buena noticia, pero no lo es. ¿Por qué? “Porque lo importante es ver cuánto tiempo pasa entre que un infectado se infecta y puede contagiar a otro”, explica. Y con esta variante, puede ser “menos de un día. Los infectados pueden ser contagiosos el mismo día que se contagian”, advierte Aldama.
Esto, hasta ahora, no pasaba. Y es así “porque con esta variante, el crecimiento de la carga viral es explosivo, mucho más que antes. La replicación del virus en las vías respiratorias es muy alta y muy explosiva”. Es decir, que la carga viral alcanza antes su pico máximo.
Y lo más importante de todo: “El tiempo en que eres contagioso sin síntomas, hasta que se producen, es mayor que en otras variantes”. Si antes eras contagioso desde dos días antes de los síntomas, con la delta puedes contagiar durante cuatro días sin ser consciente de ello.
Esto también lo han comprobado los investigadores chinos en su estudio. Explican que sus resultados “ponen de relieve que es muy probable que la variante delta sea más infecciosa durante la etapa temprana de la infección”.
Y advierten de algo importante: “La mayor contagiosidad de las infecciones con variante delta en la fase presintomática resalta la necesidad de cuarentena para los casos de infección sospechosa o contactos cercanos antes del inicio clínico (de los síntomas) o el cribado por PCR”.
Por eso, los investigadores creen que “la frecuencia del cribado de la población debe optimizarse. Saber cuándo una persona infectada puede propagar virus es fundamental para diseñar estrategias de intervención que rompan las cadenas de transmisión”, advierten.
El hecho es que delta juega con dos ventajas importantes. “La transmisión silenciosa es más prolongada. Y cando contagias, además, contagias más carga viral”, resume Aldama. Y a estas dos, se sumaría una tercera, explica. Se ha visto también que “es más eficaz entrando en las células, así que la infección tiene más probabilidad de tener éxito. Esta variante, además, es el doble de eficaz”.
El contagio en exteriores es más fácil
Sabiendo todo esto, podemos preguntarnos si esta variante genera más supercontagiadores. Aldama prefiere hablar de “situaciones supercontagiadoras, más que de personas”. Y el hecho es que estas situaciones se están viendo más con delta que con otras variantes, incluso –y esto es lo preocupante- en exteriores.
El epidemiólogo estadounidense Eric Feigl-Ding alerta de ello en su perfil de Twitter, se confiesa “preocupado”, y pone varios ejemplos de supercontagio en exteriores. Habla de varios brotes en eventos deportivos, o durante conciertos al aire libre, que han generado miles de infecciones "incluso entre personas que no han tenido contacto directo".
Worried—We are now seeing lots of outdoor-only #DeltaVariant transmission between strangers with no direct contact. These sports attendees weren’t even sitting together—likely fleeting transmission at “pinch points” (bottlenecks) at stadium🏟 gates. This would change everything. https://t.co/tLnxb58N5P
— Eric Feigl-Ding (@DrEricDing) 19 de julio de 2021
El inmunólogo Alfredo Corell ya explicaba que, “con esta variante, ni siquiera en exteriores podemos estar tranquilos. Para contagiarse no hace falta que sea una reunión masiva ni mucho menos”, advierte. Estando en una comida al aire libre, por ejemplo, parado, sin mascarilla y respirando de cerca el aire que exhala el infectado, “está claro que te puedes contagiar”. Con delta tienes muchas más probabilidades de que ocurra.
Mayor carga viral en las aguas residuales
Que las cargas virales son más altas con la variante delta es algo que nos confirman también desde el proyecto COVIDBENS. , en tiempo real. Están monitorizando la pandemia, desde la primera ola, en las aguas residuales de A Coruña. “No sólo secuenciamos, también tenemos capacidad para saber qué porcentaje hay de cada variante”, explica Juan Vallejo, investigador del INIBIC y miembro del equipo de COVIDBENS.
“Nosotros no podemos determinar exactamente la carga viral que produce cada paciente, pero vemos los efectos indirectos de eso, cómo sube la carga viral en las aguas residuales. Vimos cómo irrumpió la delta, y ahora vemos cómo aumenta la carga viral, más todavía de lo que vimos con la alfa”, advierte.
Lo saben porque miden la carga viral en esas aguas residuales de forma continua, desde abril de 2020, y lo que están encontrando ahora es “una carga viral mucho más alta”. Pero es que, además, con esta variante están ocurriendo otras cosas que la diferencian de las anteriores.
“Nosotros somos capaces de adelantarnos a los picos de las olas, actuamos como alerta temprana, pero esta última vez (en la quinta ola) nos hemos adelantado 38 días, que es muchísimo”. ¿Por qué? “Porque al haber mucha gente vacunada, hay más casos asintomáticos. Vemos que hay más carga viral en circulación, pero el sistema sanitario no la detecta”. Esto se ve claramente en el gráfico que Juan Vallejo ha compartido en Twitter.
Esta hipótesis encaja con nuestro gran adelanto (38 dias) en la detección de esta "quinta" Ola @RicardoCaoAbad @susanaladra @Carlos_Lamora @margapoza pic.twitter.com/Gc4K3g4WLR
— Juan Vallejo (@Juan_Vallejo_) 21 de julio de 2021
Pero no es la única explicación. En el gráfico se ve que, cuando todavía bajaba la curva de casos de covid, “nosotros ya veíamos una subida importante en la carga viral en las aguas residuales”. Y explica que esto siempre ocurre, porque el sistema tarda en detectar los casos, no lo hace hasta que aparecen los síntomas. Pero es que ahora, como hemos visto, con la variante delta la fase presintomática es mucho más larga y contagiosa.
Reforzar las medidas, más que la vacuna
En esta situación, tanto Vallejo como Aldama coinciden con los científicos chinos y con el epidemiólogo Feigl-Ding, y creen que habría que extremar la precaución y reforzar las medidas de protección. “Quizá debería cambiar el comportamiento social, que la gente se asuste y se contraiga”, apunta Vallejo. Y eso ayudaría a frenar la transmisión, “sin necesidad siquiera de que haya ninguna intervención de las administraciones”.
Aldama critica que ahora se esté confiando todo a la vacunación, y recuerda que debemos ser conscientes de que “lo que estamos haciendo es someter a una presión de selección al virus para que se vuelva más eficaz. Y en esto, la vacuna solo es una lámina de seguridad más, no puedes quitar el resto y dejar solo la vacuna, porque va a ser un fracaso”.
Porque, además, que esta variante sea tan contagiosa afecta a la ansiada y mitificada inmunidad de rebaño. “La inmunidad de grupo depende de cuál es la capacidad de contagio del virus. Si un individuo puede contagiar a otros cinco, vas a necesitar vacunar a más del 80% de la población, no al 70%. Pero si tomas medidas, y consigues que contagie solo a dos o tres, vas a necesitar menos. Todo esto depende de las medidas que se tomen, más que de la vacunación”.
Aldama resume así la situación. "Al virus no hay que dejarle que haga pruebas para mejorar. Cada infección es una prueba. Cuantas más pruebas haga, más probabilidad de éxito tendrá”.