Varios estudios demuestran por qué la tercera dosis nos protege más frente a ómicron que solo dos


Varios estudios comprueban que ómicron resiste frente a la actividad neutralizante inducida por dos dosis de la vacuna
Los efectos de la tercera dosis en la inmunidad celular son clave para generar anticuerpos que neutralicen a ómicron
Los científicos han comprobado que la dosis de refuerzo induce "una fuerte neutralización contra la variante ómicron inmunoevasiva"
Estamos en plena campaña de vacunación con dosis de refuerzo. Sabemos que la tercera dosis es fundamental para plantar cara a ómicron, y que esa está siendo la estrategia de los países de la UE y de EE.UU: inocularla masivamente a toda la población adulta en condiciones de recibirla (a los seis meses de recibir la pauta completa de la vacuna). Pero ¿por qué tres dosis de la vacuna nos protegen mejor contra ómicron?
La tercera dosis genera un nuevo impulso a los anticuerpos neutralizantes, que son capaces de combatir al virus. Porque su nueva versión -la variante ómicron- es mucho más esquiva para el sistema inmune que las anteriores, más resistente a esos anticuerpos neutralizantes, que son los que evitan que la infección se convierta en una covid grave. Varios estudios han analizado la respuesta inmune que proporcionan esas terceras dosis y aportan datos para explicar por qué es necesaria.
Tercera dosis y "maduración de la afinidad"
Este estudio de científicos alemanes que se acaba de publicar en Nature, y del que da cuenta el científico Eric Topol, analiza el suero de decenas de individuos vacunados y de otros tantos con infección previa. Y sus resultados demuestran “una marcada resistencia de la variante ómicron a la actividad neutralizante del suero inducida por dos dosis de la vacuna de Pfizer o una infección previa”. ¿Qué pasó cuándo analizaron suero con tres dosis?
Que esa dosis de refuerzo “indujo un aumento sustancial en la neutralización del suero contra ómicron y resultó en títulos neutralizantes similares a los observados contra el virus original tras dos dosis de la vacuna de Pfizer”. ¿Por qué?
“Especulamos que el alcance de la potente respuesta neutralizante contra la variante ómicron después de la dosis de refuerzo puede ser consecuencia de la maduración de afinidad en curso tras la vacunación inicial o la infección previa con el virus original”. La “maduración de la afinidad” es un mecanismo que explicaba el inmunólogo José Gómez Rial en NIUS hace algunas semanas, para advertir de que nuestro sistema inmune no es algo estático, se va a adaptando a los cambios del virus.
“La respuesta de anticuerpos se adapta a las variaciones naturales de los virus a través de un proceso llamado Maduración de la Afinidad. Igual que el virus muta su genoma, nuestras células B tienen capacidad para acumular mutaciones en su genoma durante el curso de la respuesta inmune y seleccionar los anticuerpos más afines a la nueva proteína”, explicaba Gómez Rial.
“Las células B activadas en respuesta a un virus introducen mutaciones al azar en las regiones variables de los genes de los anticuerpos, para seleccionar aquellos más adaptados y con mayor afinidad a la nueva proteína". Es decir, mediante nuevas y diversas combinaciones de genes, intentan lograr la mayor “afinidad” entre los anticuerpos y la nueva variante, a cuyos cambios en la proteína S es a los que se tienen que dirigir.
Los anticuerpos van mejorando y refinándose en este proceso, y esto es algo que ahora han comprobado los científicos alemanes en este estudio. En el que concluyen: “Nuestros datos proporcionan evidencia de que la inmunización de refuerzo con Pfizer puede inducir una fuerte neutralización contra la variante ómicron inmunoevasiva”.
Advierten también, eso sí, de que esos nuevos anticuerpos listos para combatir a ómicron decaerán con el paso del tiempo, como decayeron los inducidos por la segunda dosis de la vacuna. ¿Cuándo? No se sabe todavía. ¿Nos quedaremos sin inmunidad frente al virus? No. La inmunidad celular sigue y seguirá ahí, como hemos visto, madurando y haciéndose fuerte con el paso del tiempo para activarse rápidamente cuando haga falta y ayudarnos a evitar la enfermedad grave.
Tercera dosis y "reactividad cruzada"
Otro estudio, este publicado en Cell por parte de científicos del MIT de EE.UU. y de otros países, ha hecho algo parecido, pero midiendo “la potencia de neutralización” en sueros de vacunados con diferentes vacunas, no sólo con Pfizer. También analizan lo que ocurre con las de Moderna y Janssen. Y sus conclusiones son muy claras. “Sorprendentemente, la neutralización de ómicron fue indetectable en la mayoría de los vacunados”, advierten. Se refieren a vacunados con dos dosis.
“Sin embargo”, advierten, “los individuos reforzados con vacunas de ARNm mostraron una potente neutralización de ómicron, solo 4-6 veces menor que en el virus original, lo que sugiere una reactividad cruzada mejorada de las respuestas de anticuerpos neutralizantes”. ¿Qué quiere decir esto?
Volvemos a la inmunidad celular, pero en este caso, hablamos de las células T. Y volvemos, de nuevo, a las explicaciones del inmunólogo José Gómez Rial. “A nivel de la célula T memoria, los clones originales en respuesta a un antígeno concreto pueden reconocer variaciones en la proteína original mediante la Reactividad Cruzada. Un solo clon puede responder a los pequeños cambios que acumula la proteína del virus por mutación natural (proteína S de las diferentes variantes coronavirus). Este fenómeno es el que permite que una vacuna que solo contiene un serotipo pueda reconocer otros serotipos no incluidos y mostrar efectividad frente a ellos (aunque con menor intensidad y duración)”.
Es decir, que las células T recuerdan perfectamente cualquier encuentro pasado con el virus, y son muy flexibles en esto. La cantidad de variaciones que pueden reconocer es enorme, gracias a esa “reactividad cruzada”. Ahora, este estudio demuestra que una tercera dosis de la vacuna la mejora y la potencia, frente a ómicron. “Este estudio demuestra que recibir una tercera dosis de una vacuna de ARNm produce una potente respuesta de neutralización cruzada contra ómicron, probablemente a través del aumento de la amplitud y la reactividad cruzada de los anticuerpos neutralizantes”.
Tercera dosis y amplitud de respuesta
Pero hay más. Un tercer estudio, que también se acaba de publicar, confirma todo esto. Científicos chinos han analizado los anticuerpos inducidos por la tercera dosis de la vacuna y han visto que la respuesta de las células B de memoria que induce esa dosis de refuerzo es mucho más amplia que tras dos dosis de la vacuna.
Ómicron es “altamente resistente a los anticuerpos neutralizantes”, advierten los investigadores, y ello se debe “a la aparición de mutaciones acumuladas en los epítopos clave de la mayoría de esos anticuerpos neutralizantes”. Pero cuando estos científicos aislaron y analizaron los anticuerpos derivados de las células B de vacunados con tres dosis, vieron que un subgrupo neutralizaba de forma muy potente todas las variantes del virus, incluida ómicron.
Así lo explican. “Un subgrupo de los anticuerpos derivados de las células B de memoria tras la tercera dosis es ultrapotente contra diversas y altamente transmisibles variantes de SARS-CoV-2, incluida ómicron”. Y esto reafirma que las dosis de refuerzo no sólo suponen un impulso a la respuesta de anticuerpos, también a la respuesta celular: a la memoria inmune. Algo que advierten los inmunólogos desde que apareció ómicron y que, ahora, demuestran los estudios que van saliendo sobre por qué estas terceras dosis son capaces de combatirla.