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Así es como tu móvil puede acorralar al virus

  • Google y Apple firman una alianza para desarrollar un sistema conjunto basado en las señales de ‘bluetooth’ que permita a los Gobiernos alertar a las personas que hayan estado en contacto con el virus

El móvil avisa de la entrada de un mensaje nuevo. Dice así: “Información sanitaria urgente: ha estado usted en contacto cercano con una persona contagiada por el COVID-19. Manténgase en aislamiento y llame al teléfono 900…”.

Sí, la tecnología es capaz de hacer eso. Lo hemos visto en Corea del Sur y en Singapur. Aplicaciones diseñadas para avisarnos de que una persona infectada ha utilizado la misma ruta de transporte que nosotros. Alertas sobre zonas que deberíamos evitar porque se ha detectado un número elevado de contagios. La señal de bluetooth

Google y Apple se han unido a esta batalla. Este viernes anunciaron una insólita alianza: crearán un sistema conjunto que ayude a los Gobiernos a convertir la tecnología en un arma para controlar el coronavirus. Como cada uno tiene un sistema operativo diferente, lo que van a hacer es estandarizar las señales de bluetooth que emiten sus móviles.

¿Cómo funciona?

  • El bluetooth de nuestro móvil (sin que nosotros hagamos nada) intercambia mensajes encriptados con otros móviles con los que nos cruzamos.
  • Cuando una persona es diagnósticada con COVID-19, si da permiso, se pueden consultar todas esas ‘conversaciones’ entre móviles a través del bluetooth (de las que ni siquiera somos conscientes).
  • Se manda un mensaje a los números con los que esa persona ha estado en contacto.

El sistema que proponen Google y Apple sería siempre voluntario: como en cualquier aplicación que nos bajamos en el móvil, tenemos que darle al botón de aceptar. “Es realmente un cambio importante que puede suponer darle una oportunidad al bluetooth para que funcione”, opina un experto. Para que este método de detección del coronavirus sea eficaz tiene que alcanzar una masa crítica importante. Hablamos de millones y millones de usuarios utilizando la aplicación.

Tenemos el ejemplo de Singapur y su ‘TraceTogether’ (un app que usa el bluetooth del teléfono para avisarte de si has estado en contacto con alguien infectado). El proyecto no terminó de ser del todo efectivo porque no lo utilizó demasiada gente. Este país además ha vuelto a imponer la cuarentena ante el aumento de nuevos casos.

La ventaja de la idea de las dos grandes tecnológicas, que acaparan el mercado de los móviles con sus sistemas operativos, es que no hará falta enterarse de que existe una aplicación disponible en nuestro país, ir a la ‘tienda’ y descargarla... Eso suele limitar bastante el número de usuarios.

Para sortear este obstáculo se impone la poderosa “opción por defecto”, como dicen los economistas del comportamiento. Directamente aparecerá la aplicación de detección del COVID-19 en nuestra pantalla del móvil cuando actualicemos el sistema operativo. A partir de ahi solo tendremos que consentir si queremos activarla.

La idea de facilitar parte de la información de nuestro móvil es controvertida porque forma parte de nuestra privacidad. Si se utiliza el bluetooth como señal, se puede hacer de manera más anónima, según los expertos. Pero aún así, hay un tema de protección de datos que habría que estudiar y Europa tiene una de las legislaciones más restrictivas. Si bien es cierto que en esa misma ley permite ciertas relajaciones por cuestiones relacionadas con la salud pública.

Un grupo de científicos proponía hace unos días en Science, que la única forma de detener la propagación del coronavirus es localizar de manera “rápida, eficaz y masiva” quién puede estar contagiado. Solo hay una forma de conseguirlo: utilizando la tecnología.

¿Qué está haciendo el Gobierno español?

“Nos estamos inspirando en experiencias internacionales pero siempre adaptándolas a la ley de protección de datos europea”, explicaba esta semana la vicepresidenta económica, Nadia Calviño.

Su ministerio ha lanzado varios proyectos para “meterle la tecnología a la crisis”. De momento, conocemos tres proyectos:

  1. Un asistente virtual tipo Siri para resolver dudas sobre la enfermedad.
  2. Una aplicación de autodiagnóstico para el móvil. Empezó en Madrid y se ha extendido a cinco comunidades autónomas más.
  3. Datos de movilidad basados en la señal de nuestros móviles.

Este último proyecto es el que, de momento, ha suscitado más suspicacias. El Gobierno está viendo a través de los datos agregados de las tres principales operadoras de telefonía móvil cuál es el movimiento de la personas. “No te sigo, no sé quién eres, pero puedo ver cómo se mueve la gente”, explica un experto que conoce bien la metodología de este proyecto.

Personas que han tenido acceso a esas cifras constatan a NIUS la caída de la movilidad: “la gente se está quedando en sus casas”. Pero como son datos agregados, no hay forma de saber si alguien en concreto está o no está cumpliendo el confinamiento.

Está información sobre la movilidad entonces, ¿para qué puede servir durante esta emergencia?

Para, por ejemplo, detectar movimientos de salida de grandes ciudades a zonas de segunda residencia. La Guardia Civil puede ser más operativa si conoce estos datos. También puede resultar de utilidad para las patrullas de la policía si la gente de un barrio de una ciudad se mueve más que en otro. O a las consejerías de sanidad les viene bien saber si en una zona donde se concentra mucha gente hay recursos suficientes.

Un proyecto piloto en la Comunidad Valenciana está trabajando con estos datos de movilidad y con otros propios para ver qué más cosas se podrían hacer. Desde el Gobierno explican que se trata de que piensen en ideas originales, extrapolables a otras comunidades y que sirvan para tomar decisiones.