Un joven de Granada bate el récord mundial de 'Fortnite': nueve días jugando sin parar


Carlos Caballero, de 17 años, ha batido el récord del mundo conectado al videojuego más jugado del planeta: su madre le daba de comer mientras jugaba e iba al baño entre partida y partida
Los hay que pasan horas y horas delante de un videojuego, pero lo de Carlos es otro nivel. Tanto, que ha batido el récord mundial de 'Fortnite', el videojuego más jugado del planeta. Este joven granadino, de 17 años, ha estado nada menos que doscientas horas, enlazando partida tras partida. "Comía mientras jugaba e iba al baño corriendo, aprovechando los minutos entre jugadas", cuenta a NIUS.
Nueves días, con sus correspondientes noches, descansando lo que estrictamente marcan las reglas: diez minutos acumulables, por cada hora. "Lo máximo que he aguantado han sido 45 horas seguidas, con descansos de siete y media", nos explica. Jornadas maratonianas con el único objetivo de superar a Torete, el jugador que hasta ahora ostentaba el récord con ciento cuarenta horas.
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Carlos se conectó a Fortnite un miércoles a mediodía y hasta el sábado de la semana siguiente, no lo dejó. Un jugada interminable que cuenta con el apoyo incondicional de sus padres para los que solo tiene palabras de agradecimiento. "Sin mi madre no habría conseguido el récord. Es la que me ha cuidado durante las horas de juego", dice orgulloso. También ha contado con amigos que lo han acompañado durante su gesta. "Se venían aquí, a mi habitación, y me animaban para que no me quedara dormido", señala.
Lo peor, dice, las madrugadas. "Desde las cuatro hasta las diez de la mañana, era cuando, psicológicamente, me venía abajo porque estaba completamente solo y tampoco había espectadores siguiendo la partida", nos cuenta. Aunque, lo tiene claro, el récord no ha sido tan duro como la Selectividad. Una prueba en la que ha conseguido una nota de 9,8 y a la que se enfrentó pocos días antes de su hazaña. Quiere estudiar Comunicación Audiovisual o Marketing, dos ámbitos que le servirán para conseguir su sueño: el de hacer de su afición, una profesión.
Dice que lo primero que hizo, tras conseguir el reto y con el cuerpo aún entumecido, fue cenar sentado a la mesa, respirar aire puro de su patio y poner rumbo a la playa para desconectar. Cualquiera pensará que, después de doscientas horas, no volverá a jugar en mucho tiempo. Algo que él también creía, pero su pasión por los videojuegos no tiene límites. "Al quinto día de descanso, eché una partida porque ya tenía ganas", cuenta divertido.
Carlos es competitivo, perfeccionista y, aunque pasa muchas horas en un mundo irreal, tiene los pies en la tierra. Tras superar la Selectividad y batir un récord mundial, su objetivo ahora es conseguir seguidores para su canal de 'Twitch' (finercarlos), la principal plataforma de retransmisión de videojuegos en directo. Confía en que su hazaña le ayude a ello. Estamos convencidos de que lo conseguirá. Ya ha demostrado que no hay partida que se le resista.