Cómo dejar la nevera cuando salimos de vacaciones


Cómo proteger tu vivienda mientras estás de vacaciones
Si te vas solo un fin de semana, no es necesario que dejes la nevera de ninguna forma especial
Sin embargo, la cosa cambia si planeas estar fuera de casa durante varias semanas
Ahora que ya estamos de lleno en pleno verano, lo más probable es que estés planificando los últimos detalles de tu próximo viaje y haciendo una lista de tareas pendientes. Irse de vacaciones implica mucha organización y también varias cosas que debemos hacer para garantizar nuestra tranquilidad antes de abandonarnos a la buena vida.
Entre las cuestiones que debemos resolver antes de partir nos encontramos con quién regará nuestras plantas o cuidará nuestra mascota (aunque también nos la podemos llevar con nosotros). Asimismo, también deberemos comenzar a pensar en preparar las maletas y en dejar la casa a punto.
Dentro del ámbito del hogar, lo habitual es cerrar las llaves de paso del agua y del gas cuando vamos a estar fuera durante unos cuantos días. No obstante, si tu viaje va a ser bastante prolongado, también es recomendable que vacíes y desconectes la nevera para evitar malos olores, bacterias u otras desagradables sorpresas. Además, desconectar tus aparatos electrónicos cuando estás de vacaciones puede suponerte un ahorro de hasta 20 euros al mes, según informa la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
1. Deja la nevera lo más vacía posible
Los días previos a irte de vacaciones evita hacer la compra e intenta consumir todo aquello que ya tengas en la nevera y el congelador.
2. Revisa las fechas de caducidad
Cuando ya no vayas a hacer más comidas en casa, comprueba la fecha de caducidad de los productos que te han quedado en la nevera. Si puedes, llévate contigo aquellos que vayan a caducar pronto o dáselos a un vecino o familiar.
3. Limpia la nevera
Una vez ya hayas vaciado la nevera, aprovecha la oportunidad para limpiarla a fondo. Para ello, limpia las piezas extraíbles con agua y jabón de lavavajillas y el interior de la nevera con agua y jabón o agua y vinagre blanco para desinfectar.
4. Desconecta la nevera
Tras haber limpiado a fondo todos los recovecos de la nevera, tocará apagar el frigorífico desde sus botones internos. Si el enchufe te queda cerca, también puedes desenchufarla.
Finalmente, deja la puerta de la nevera abierta para que no se concentren malos olores ni proliferen microorganismos debido a la humedad. Ya puedes irte de vacaciones con total tranquilidad.