Cómo conservar los ajos para que no se sequen
El ajo se debe almacenar en un lugar fresco, seco y oscuro
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En NIUS te explicamos varias opciones para guardar este ingrediente con el fin de que no brote y se estropee
Los precios de algunos alimentos se han multiplicado por siete al pasar del campo a la mesa en los últimos meses. Uno de ellos es el ajo, un ingrediente ideal para guisar sofritos y que está presente en muchas recetas tradicionales.
No obstante, es un producto que suele quedarse olvidado en la despensa y en muchas ocasiones se echa a perder. Por ello, es muy importante conocer cómo se tienen que almacenar los diferentes alimentos para que no se estropeen o duren más tiempo.
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Si ya te explicamos por qué no se deben guardar los ajos en la nevera, en este artículo te damos unos consejos para que no se te queden secos y puedas disfrutar de su sabor.
Diferentes maneras de conservarlos
Para evitar tener que ir corriendo a la frutería o al supermercado a comprar ajos porque los que tienes están en malas condiciones, existen algunos trucos. Consejos para conservarlos correctamente y conseguir que no broten o se sequen:
- Conservar los ajos en un lugar fresco, seco y oscuro, es decir, alejado de la luz solar. Eso sí, si la cabeza de ajo no está entera se deben consumir en un margen de siete y diez días.
- Guardar en aceite. Para ello, coloca los ajos en un bote de cristal y cubre con aceite de oliva.
- Al congelador. En este caso, guardarlos sin la piel te hará ganar tiempo a la hora de cogerlos para cocinar. Hazlo con un papel de cocina o en una bolsa hermética. Se aconseja consumir preferentemente antes de los nueve meses, ya que a partir de ahí es cuando este ingrediente comienza a perder sus propiedades.
- Pelados en la nevera. Esta opción solo se recomienda si es por un corto periodo de tiempo, dos semanas como mucho. Asimismo, no se aconseja que estén sin la piel más de dos horas a temperatura ambiente.
También existen recipientes específicos para almacenar este alimento que está presente en una infinidad de platos. Ahora bien, todo depende de la temperatura a la que se conserven. Si el ambiente está a 18 grados, pueden durar entre tres y cinco meses. Eso sí, tres es el máximo si se conservan a más de 20 grados.
Ahora bien, el paso clave para que estos tengan un periodo de vida más larga es hacer una buena selección del producto. Escoge las cabezas de ajo sin moho o golpes y que no estén muy arrugadas. Aquellas que estén más duras al tacto son las más frescas.