Cómo instalar un punto de carga de coche eléctrico


La opción más utilizada es la caja de recarga de pared, conocida popularmente como “Wallbox”
Si se quiere instalar en un garaje compartido, el propietario tiene que comunicarlo al presidente de la comunidad
La recarga nocturna de eléctricos es un error, es mejor acompañar el ritmo natural de energía solar
En base a que, durante los últimos meses, los precios de los carburantes han alcanzado máximos históricos, son muchos los conductores que comienzan a valorar alternativas para ahorrar. Mientras algunos optan por sustituir el vehículo personal por el transporte público hay quienes van más allá y entre sus opciones está apostar por un coche híbrido o eléctrico.
A pesar de que el precio de estos últimos sigue siendo elevado en comparación a otros modelos, el coste por kilómetro es menor respecto a uno convencional, por lo que supone un ahorro económico.
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El escaso impacto medioambiental, el ahorro en mantenimiento y las facilidades que presentan a la hora de circular y aparcar en las grandes ciudades son algunas de las ventajas de este tipo de automóviles. Ahora bien, el reducido número de puntos de recarga que hay en España continúa siendo una de las principales barreras para la obtención de los eléctricos.
Para intentar solventar este problema y no tener que depender de infraestructuras públicas, en este artículo te explicamos cómo instalar un punto de recarga para tener tu vehículo siempre preparado al 100% de energía.
Instalar punto de carga
Lo más sencillo y práctico es disponer de una infraestructura de recarga en el garaje de una vivienda unifamiliar o en el parking comunitario. Mientras en el primero no se necesita ningún permiso específico, para el segundo se tiene únicamente que comunicar a la comunidad de vecinos, ya que el derecho a instalar un punto de recarga está protegido por ley.

Aunque se puede utilizar cualquier toma de enchufe con toma schuko que haya en el garaje, se recomienda utilizar cargas de pared, ya que las primeras tienen una potencia limitada que además de implicar una recarga lenta también conlleva a la posibilidad de peligro de sobrecarga. Por ello, la opción más utilizada y popular son las cajas de recarga de pared, conocidas popularmente como “Wallbox”. Ahora bien, antes de instalarlas es aconsejable mirar con detenimiento varios puntos para escoger correctamente.
- Elegir modo de recarga. El estándar corresponde a la recarga con comunicación de parámetros de nivel alto. En este caso, el cable de recarga lleva incorporados los cables de intercambio de datos.
- Escoger el tipo de conector. Esto depende de la marca y el fabricante del vehículo, por ello es importante tenerlo en cuenta para evitar gastos innecesarios. La toma principalmente europea es el conector Tipo 2 o también llamado Mennekes.
- La potencia estimada. Hay que tener presente que para cargar un coche eléctrico se necesita contar con un punto de recarga con al menos de 2.3 kW de potencia, pero es mucho más recomendable utilizar 3,6 kW. Ahora bien, si quieres que tu vehículo se carga más rápido, la opción elegida tiene que ser la de 7.4 kW de potencia.
El precio de la instalación de un punto de carga con base mural, que la puede realizar cualquier profesional con carnet de instalador eléctrico, suele rondar entre los 800 y 1.500 euros aunque también depende del tipo que se quiera adquirir. Ahora bien, hay que tener presente que existen ayudas que consiguen reducir así el coste final.