Cómo evitar estafas al llenar el depósito del coche


Siete mitos del ahorro de gasolina
Muchas personas cuestionan el origen de los hidrocarburos y la calidad de los mismos en las gasolineras ‘low cost’
Adulterar la gasolina o vender combustible de forma ilegal son algunas de las estafas más frecuentes detrás de las ofertas de repostaje
La subida inminente de los precios del carburante ha provocado de las personas apliquen a rajatabla varios consejos de ahorro de gasolina y localicen puntos de venta donde el repostaje sea más barato. Esto ha puesto un foco atractivo en las estaciones de servicio low cost, por lo que es normal que se vuelvan más populares entre los conductores.
Actualmente, el precio medio del litro de gasolina se encuentra en 1,80 euros, mientras que el del diésel se sitúa en 1,89 euros. Estos precios sin aplicar el descuento de 20 céntimos por litro que ha establecido el Gobierno. Sin embargo, el desorbitado precio no deja más remedio a los ciudadanos que buscar cualquier alternativa para pagar lo más mínimo.
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Desafortunadamente, estas situaciones de vulnerabilidad hace que un pequeño grupo busque formas de beneficiarse y timar a los consumidores. Por ello, SICPA, una multinacional especialista en seguridad, advierte sobre los fraudes del origen de los hidrocarburos, la distribución y calidad del carburante entre un establecimiento y otro.
Timos y estafas de la gasolina
Las alertas están puestas en el combustible adulterado, el cual puede dañar tu vehículo de forma permanente y el uso del combustible ilegal, por el que no se han pagado impuestos.
Combustible adulterado
Se trata de carburantes mezclados con otros productos como agua, aceite o alquitrán. Esto provoca, en el mejor de los casos, un menor rendimiento del combustible y en el peor de los casos, daños irreversibles en tu coche y una mayor contaminación. Entre otras cosas, es frecuente la aparición de hollín en distintas áreas clave del vehículo debido a que estos carburantes son menos refinados.
Gasolina obtenida ilegalmente
El combustible ilegal es obtenido de forma ilícita del “pinchazo” de un oleoducto, traído en lanchas o camiones ilegales, o que directamente no hayan pagado impuestos por su comercialización.
El director de desarrollo de negocio de SICPA, Fabián Torres, asegura que esta práctica es más frecuente dentro de España en áreas del sur como Huelva, Sevilla o Cádiz. También es frecuente vender como gasóleo 'normal' el gasóleo agrícola, más económico porque está subvencionado por el Estado, pero solo para uso de agricultores y ganaderos. Esta práctica también sería ilegal, a pesar de que sí se hayan pagado impuestos.
Cómo evitar estafas al llenar el depósito de tu coche
El objetivo de SICPA es acabar con este tipo de fraudes y frenar el comercio ilícito de gasolina y derivados. De esta manera, la compañía cuenta con distintas soluciones químicas que permiten identificar si el carburante que se comercializa tiene la trazabilidad correcta.
Torres señala que "para evitar fraudes, contamos con unas moléculas que se denominan ‘marcadores’ que se colocan en proporciones de partes por millón en los oleoductos o en los camiones cisterna o en los jumbo-tanks para detectar el tipo de combustible que se transporta y la calidad de este".
Además, SICPA analiza las muestras de combustible desde laboratorios portátiles que se transportan cómodamente en un vehículo. Gracias a esto se puede detectar si el combustible que se está vendiendo es gasolina 100%.