Cómo borrar un tatuaje

Eliminar y borrar tatuajes que son permanentes es posible con una técnica láser
Las partículas de tinta se van por el sistema linfático
El color, la técnica y la profundidad del tatuaje son factores que condicionan la efectividad del método para borrarlo
Llevar algún tatuaje es algo que, hoy en día, está bastante normalizado entre la población. A priori, todos los dibujos que las personas se hacen grabar con tinta en la piel son permanentes y para toda la vida. Sin embargo, puede ocurrir que haya algunas de estas siluetas o nombres que una persona tiene y ya no le gusten o le recuerden a personas con las que ya no tiene afinidad.
Los avances que se han producido en muchos ámbitos también se han extendido en el mundo de los tatuajes. Desde hace un tiempo, sí que es posible eliminar o borrar un tatuaje de forma segura y sin lesiones, aunque con algún matiz. A continuación, te explicamos el método de eliminación más popular que existe para deshacerse de los tatuajes y eliminar su rastro de la dermis.
Cómo se elimina un tatuaje con láser
En el caso de aquellas personas que estén completamente seguras de la decisión de quitarse un tatuaje, es importante destacar que no se puede hacer por uno mismo, sino con la ayuda de un tercero (un especialista), como debe suceder cuando alguien se quiere hacer un tatuaje.
El sistema de eliminación de tatuajes que más demanda está teniendo es el de láser de pulsos ultracortos (recibe este nombre ya que realiza estos impactos en nanosegundos), una técnica estética que hace desaparecer el rastro de dibujo en la piel mediante la fragmentación de las partículas de tinta y su eliminación a través del sistema linfático. En este sentido, el láser es un medio para conseguir quitarse el tatuaje, pero es nuestro propio cuerpo el encargado de hacer desaparecer estas partículas.
La eficacia de la técnica y la completa desaparición del tatuaje depende de algunos factores. El hecho de que el tatuaje esté hecho por un profesional o un aficionado condiciona el éxito de la aplicación del láser, así como la técnica y la calidad de la tinta, la superficie y la profundidad en la que está el tatuaje y los colores del dibujo. Si es monocromo o negro, su eliminación es más sencilla, pero se complica más con tonalidades como el rojo, el blanco, el amarillo, el azul y el verde.
Para eliminar un tatuaje, es necesario hacer más de una sesión de unos 20-30 minutos. En función del tamaño del dibujo y de su complejidad, el número de sesiones variará. Entre una y otra, eso sí, es necesario que transcurran entre cinco y siete semanas.
Tras finalizar todas las sesiones, el resultado definitivo se apreciará en prácticamente un mes. Para evitar que quede alguna marca o cicatriz, durante unos días, será importante aplicar sobre la zona una pomada antiinflamatoria o una crema cicatrizante, evitar la exposición al sol, evitar sudar y no utilizar duchas o piscinas públicas durante el tratamiento.
Cabe mencionar que aquellas personas que tengan problemas en la piel (como dificultad para cicatrizar) o mucha pigmentación no pueden someterse a esta técnica de eliminación de tatuajes.