Cómo evitar una insolación

Hay que vigilar con las altas temperaturas, puesto que pueden hacer que una persona sufra una deshidratación o insolación
Son más vulnerables y están más expuestos a estas situaciones los niños, las personas mayores y los que sufren enfermedades crónicas
Es importante acudir al médico y llamar a emergencias cuando una persona sufre una insolación
El verano aterriza en pocos días y, con esta estación, las temperaturas altas predominan durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre en el país. Estar expuestos al sol durante demasiado tiempo puede provocar que el cuerpo pierda la capacidad para regular la temperatura del organismo. Por ello, la reacción que se desencadena es que el cuerpo pierde mucha agua y se produce la deshidratación.
Prevención de la insolación
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Lo cierto es que la afectación y la incidencia de la insolación no es la misma para todas las personas. Hay algunas que son más vulnerables a ella, como pueden ser los niños, las personas mayores o aquellas que padecen alguna enfermedad crónica. Para prevenir una insolación, te exponemos las medidas y consejos que puedes poner en práctica:
- Es importante evitar las horas en las que hace más calor y el termómetro está más elevado. Esta franja horaria suele ser desde las doce del mediodía hasta prácticamente las seis de la tarde. En este sentido, es más recomendable practicar deporte pronto por la mañana o al anochecer, con un ambiente y unas temperaturas más suaves.
- La hidratación es fundamental. Es imprescindible beber cada día cerca de 2 litros de agua, pero cuando hace calor es aún más necesario. Mantener el cuerpo hidratado ayudará a prevenir la deshidratación y la insolación. Frutas como la sandía o el melón también contribuyen a hidratar el cuerpo. Sin embargo, las bebidas alcohólicas o que contienen cafeína causan el efecto contrario y dan lugar a la deshidratación.
- Utiliza protección solar: Las cremas solares sirven para proteger la piel de los rayos de sol y de su intensidad.
- Ponte gafas de sol y una gorra o un sombrero: También son complementos que ayudan a minimizar los peligros de la exposición solar y de la radiación ultravioleta.
- Llevar ropa cómoda, transpirable y un poco holgada para evitar que, según el tejido de la ropa, el calor quede más retenido.
- Comer productos frescos y ligeros: Alimentarse en exceso o ingerir platos calientes no ayuda a evitar la insolación y la deshidratación, porque aún da la sensación de tener más calor.
- Estar en zonas ventiladas y en las que haya sombra: Una buena práctica es estar en habitaciones o espacios con aire acondicionado o en los que los rayos de sol no toquen.
Cómo actuar en el caso de sufrir una insolación
Una persona que presenta, en esta época del año, síntomas tales como sudoración excesiva, fatiga, fiebre, mareos o cansancio (por citar algunos ejemplos) sufre, seguramente, una insolación.
En estos casos, es importante actuar con celeridad y determinación. Lo primero que hay que hacer es trasladar a la persona a una zona fresca y con sombra. Es importante colocarla en una posición en la que esté semisentada para que pueda respirar correctamente. Seguidamente, aplicamos compresas de agua fría en el cuello y en la frente y damos aire con un abanico o ventilador. En paralelo, es conveniente que la persona beba lentamente y poco a poco algo de agua fría.
Si en algún momento esta persona se desvanece, se desmaya y pierde el conocimiento, hay que tumbarla y flexionar las piernas.
Tras todos estos pasos, resulta imprescindible ponerse en contacto con los servicios de emergencias o acudir al hospital para que le practiquen una revisión y decidan qué tratamiento hay que seguir.