Cómo es la estructura de un copo de nieve

La temperatura atmosférica y la humedad relativa son cruciales para que se forme un copo de nieve, que es la unión de gotas de agua congeladas
Cada uno de los lados que forma un copo de nieve se conoce como dendrita estelar
Para poder ver e identificar un copo de nieve, es necesario que la superficie sea oscura, que el viento sea suave y que no haya nevado mucho
El mes de enero ha arrancado con temperaturas muy bajas y con el temporal Filomena, que ha dejado muchos paisajes de España completamente blancos por la nieve. A muchas personas les resulta llamativo ver caer un copo de nieve y cogerlo. La gran mayoría de estos copos tienen una estructura hexagonal pero, ¿qué es lo que hace que se formen de esta manera?
La formación de un copo de nieve
Un copo de nieve se caracteriza, pues, por ser una especie de placa de hielo con una forma hexagonal, es decir, de seis lados. Lo que compone un copo de nieve son minúsculos cristales de hielo y las estructuras que se van formando se conocen como dendritas estelares, puesto que son los lados que se dan y que acaban pareciendo una estrella. Por lo tanto, la esencia del copo de nieve son moléculas de agua unidas que se han congelado y dan pie a la formación de estas estructuras.
Lo que condiciona su formación son las condiciones meteorológicas. En consecuencia, la temperatura atmosférica y la humedad relativa que haya en las nubes son esenciales para que se produzcan copos de nieve. Por ejemplo, si la temperatura está entre los 0º y los -5ºC, la forma suele ser más alargada, mientras que si se mueve entre los -10 y -15ºC, se aplana la forma del copo.
Cuando hay gotas de agua muy enfriadas debido a la temperatura y humedad, es entonces cuando empieza la formación del copo de nieve. Para que los cristales se empiecen a formar, es necesario que estas gotas entren en contacto con polen o polvo.
Debido a que van pasando por distintas nubes a temperaturas distintas hasta caer en la superficie, su forma va variando, aunque se mantiene con una estructura hexagonal. Eso hace que sea prácticamente imposible que dos copos de nieve lleguen a ser idénticos. Sin embargo, sí que suelen ser simétricos los brazos de los copos de nieve.
Fruto de este crecimiento mientras caen, estos cristales de hielo llegan a chocar entre ellos y es lo que acaba dando lugar al copo de nieve.
A pesar de que esta información es conocida, los expertos continúan investigando para resolver distintas incógnitas e hipótesis que existen sobre la formación de estas estructuras. Por ejemplo, sigue sin conocerse con precisión qué cantidad de agua contienen los copos.
Finalmente, las mejores condiciones para que se puedan apreciar los copos de nieve son que la superficie esté oscura, que haya viento suave y que la nevada sea leve. Si se acumulan muchos centímetros de nieve, es muy complicado poder ver estas estructuras de seis lados.