Cómo forrar libros fácilmente


Forrar libros puede ser una de las tareas más pesadas de la vuelta al cole
Es importante forrar los libros de texto para que aguanten todo el curso escolar en perfectas condiciones
Hay dos sistemas principales para forrar libros, cada uno con sus ventajas e inconvenientes
Forrar los libros de texto es una de las tareas más pesadas de la vuelta al cole. Muchas veces, aunque se le ponga todo el empeño, siguen apareciendo las molestas burbujas de aire.
Aun así, es un cometido indispensable para que los libros de texto aguanten en perfectas condiciones todo el curso escolar. Para ello, es necesario dedicar a la tarea toda una tarde cargada de paciencia. Te mostramos las dos maneras principales de forrar los libros para que elijas la que más te convenza.
Forralibros simple
Utilizar un forralibros es, seguramente, el procedimiento más sencillo, aunque no el más duradero. Se trata de un plástico transparente en forma de funda que sirve para proteger las tapas de los libros, cuadernos, carpetas u otro material escolar.
Es importante fijarse en el tamaño del forralibros que adquiramos para que vaya a la medida de los libros que queramos proteger. En las librerías y tiendas de manualidades se pueden encontrar grosores y longitudes muy variadas.
Otro dato a tener en cuenta es que los forralibros no son adhesivos, por lo que tendremos que fijarlos a las tapas de los libros con celo o cinta adhesiva.
Forros adhesivos
Los forros adhesivos como Aironfix son los que tienen un índice de protección mayor, pero también los que conllevan más quebraderos de cabeza. En este caso, cada rollo suele tener unas medidas similares que dan para dos o tres libros aproximadamente.
Para utilizar este método necesitaremos tijeras, un lápiz y una regla o un paño.
El procedimiento es el siguiente:
- Limpia la superficie de los libros antes de forrarlos.
- Extiende el rollo y coloca encima el libro abierto para tomar la medida y marcarla con el lápiz. Se deben dejar entre dos y cuatro centímetros de margen en los extremos.
- Recorta el plástico. Despega los extremos y pégalo cuidadosamente en la portada del libro. Para evitar la aparición de burbujas y de arrugas, puedes ayudarte de un trapo o regla mientras vas colocando el forro.
- Para sellar el forro, corta las esquinas para quitar el exceso y para que puedan doblarse con facilidad. Colócalas hacia dentro de la tapa para fijar el forro.
- Si ya hemos colocado el forro y las burbujas persisten, podemos intentar eliminarlas arrastrándolas hacia afuera con una regla.
Por otro lado, también existen unos forros similares pero que no son adhesivos. El procedimiento de medición es el mismo, pero estos deben engancharse por dentro de la tapa con celo o cinta adhesiva.