Cómo mantenerse en forma durante el invierno

No es necesario moverse de casa para hacer ejercicio físico
Es muy importante estirar y calentar antes de empezar a entrenar porque, con el frío, es más fácil lesionarse
Además de cuidar lo físico, la salud mental y alimentaria son fundamentales para estar a tono
Los termómetros empiezan a descender y esto significa que queda poco para que llegue el invierno. Es una época en la que apetece más estar en casa, estirados en el sofá con una manta viendo la televisión o leyendo un libro, o también es un buen momento para pasar tiempo en familia y pasar buenos ratos disfrutando de juegos de mesa, elaborando postres, entre otras actividades.
Sin embargo, ante las inclemencias climáticas, parece que las ganas de hacer deporte se apagan y la motivación desaparece. Aunque no haga mucho frío o esté lloviendo mucho, estas circunstancias no son excusas para dejarse llevar por el sedentarismo. Hay muchísimas rutinas deportivas que se pueden hacer sin moverse de casa.
MÁS
La práctica física es vital para cuidar nuestra salud y estado físico. Para encontrarnos bien, es importante seguir unos buenos hábitos saludables.
Mantenerse en forma en invierno no es complicado. Desde NIUS, te contamos algunas pautas para lograrlo.
Planifica tus entrenamientos y márcate objetivos
Para estar motivados, muchas personas necesitan establecerse propósitos que les animen a trabajar para conseguirlos. En este sentido, por ejemplo, si eres un corredor y te has propuesto hacer un maratón el próximo verano, es interesante elaborar un plan de entrenamiento para realizar durante las próximas semanas antes de disputar la prueba.
Por otro lado, si quieres estar en forma porque quieres perder peso, pretendes tonificar más tu musculación o incluso deseas preparar unas oposiciones para fuerzas de seguridad, también puedes programar rutinas diarias de ejercicios para hacer en casa durante 20 minutos, ir al gimnasio tres veces por semana, nadar en una piscina climatizada dos días a la semana o salir a andar cada día durante 45 minutos.
Debido al actual contexto de pandemia, y dado que hay comunidades autónomas que recomiendan fehacientemente quedarse en casa, hay multitud de aplicaciones.
En esta línea, cabe destacar que estas metas a proponerse tienen que ser realistas, fácilmente alcanzables y deben ajustarse al estado físico actual de cada persona. Hay que ir con cuidado con ello, porque someter al cuerpo a rutinas deportivas excesivas y para las que el organismo no está preparado tiene graves consecuencias, como lesiones en las articulaciones o tendones.
Flexibilización horaria
Si bien venimos de una estación en la que el sol desaparecía a las siete u ocho de la noche, ahora anochece antes de las seis. Además, en verano e incluso en otoño, se recomendaba salir a practicar deporte en las horas de menos calor. En cambio, en invierno, es oportuno no hacerlo en las horas que más frío hace (a primera hora de la mañana o cuando la luz solar se empieza a ir).
Una buena idea es consultar la previsión meteorológica si tienes previsto realizar un entrenamiento outdoor, para ajustar la hora de la práctica deportiva a las mejores condiciones climatológicas.
Estirar y calentar antes de empezar a entrenar
Para evitar lesiones, es imprescindible que el cuerpo se encuentre a una temperatura adecuada en el momento de realizar ejercicio físico. Por eso, ya que los inviernos son gélidos, el riesgo de hacerse daño es mayor si no estiramos y calentamos antes de entrenar.
Esto también es extensible a la finalización del entrenamiento. No es bueno parar de golpe, sino ir rebajando la intensidad del ejercicio cuando estemos a punto de acabar y estirar los músculos para evitar desgarros.
Entrenar con la ropa adecuada
Si los ejercicios propuestos se tienen que hacer en el exterior, es importante escoger bien la ropa para no pasar frío, pero tampoco ir demasiado abrigado y tener calor. Lo mejor es vestirse en capas para que, cuando tengas calor, te puedas desprender de alguna prenda.
Se recomienda llevar debajo una camiseta de material sintético (nunca de algodón, porque hace sudar mucho) y, encima, un cortavientos o impermeable. Si se sale por la noche, este material debe ser reflectante.
Si las temperaturas son muy bajas, es importante proteger las manos, la cabeza, las orejas y los pies, que son muy vulnerables a la congelación.
Practicar deporte acompañado o recibir asesoramiento
Mantener la motivación no es sencillo, pero si salimos a hacer deporte en compañía, el ejercicio se hace más llevadero. Quien lo practica individualmente mantiene las ganas escuchando música o su podcast favorito.
La disciplina y la fuerza de voluntad depende de uno mismo, pero para reforzar ambos valores, en ocasiones es necesario un mentor o un entrenador que nos asesore en los planes de entrenamientos y que también nos ayude a gestionar los incumplimientos (que pueden ser muy tentadores) o la frustración que se puede experimentar ocasionalmente.
Por otro lado, también hay sesiones de yoga o ciclo indoor que dirigen monitores que ayudan a estar motivados y que te animan a conseguir los logros.
Finalmente, para mantener la forma, además de practicar ejercicio y cuidar la salud física y mental, es imprescindible seguir una dieta equilibrada, hidratarse adecuadamente y tomar suplementos vitamínicos, si fuera necesario. Con constancia, motivación y esfuerzo, mantenerse fiel a una rutina es posible.