Cómo pasar la ITV con éxito

La Inspección Técnica de Vehículos es obligatoria porque certifica que el vehículo está en condiciones para circular con normalidad
La primera ITV se pasa a los cuatro años desde su matriculación
Antes de pasar la ITV, es muy aconsejable llevar el vehículo al taller para que le hagan una revisión exhaustiva
Para poder circular, cada ciertos años es necesario pasar la Inspección Técnica de Vehículos, una revisión que sirve para determinar si el vehículo en cuestión está en las condiciones necesarias para transitar con normalidad.
En el caso de los coches, hay que pasar la primera ITV a los cuatro años desde su matriculación; entre los 4 y 10 años, hay que ir a la ITV cada dos años y, cuando el coche ya tiene más de 10 años, debemos pasar esta inspección cada año.
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Es fundamental hacerlo porque circular sin la ITV o con la inspección caducada puede suponer una multa de 200 euros. Por otro lado, un informe desfavorable obliga al conductor a efectuar las reparaciones oportunas para poder volver a circular con normalidad.
Para que esto no suceda, te contamos a continuación qué consejos puedes aplicar para poder pasar la ITV con éxito:
Qué tengo que hacer antes de pasar la ITV
Este paso es altamente recomendado, puesto que es un factor que puede dar mucha más tranquilidad a la hora de pasar la ITV, que es llevar a un taller el vehículo para que realicen una revisión exhaustiva del vehículo y, en caso de encontrar algunos problemas, que pusieran remedio antes de ir a la ITV.
Cuando nos toque pasar la ITV, hay que llevar la Tarjeta de Inspección Técnica y toda la documentación del vehículo y del conductor.
Los técnicos que se encargan de realizar la ITV se fijan mucho en el estado exterior del vehículo, el sistema de alumbrado, el sistema de frenado, el estado de los amortiguadores, de los neumáticos, de la dirección y la suspensión o de los cinturones de seguridad.
En este sentido, es importante que la carrocería, los retrovisores, el limpiaparabrisas, las lunas o las placas de la matrícula estén en buen estado. Para que estén correctamente, hay que evitar que la carrocería tenga algún arañazo o alguna abolladura, que los cristales de los retrovisores y de las lunas estén perfectamente y que las placas de la matrícula sean leíbles.
En cuanto a las luces, se pide que estén bien niveladas y que funcionen adecuadamente; mientras que por lo que respecta a los neumáticos, es importante que tengan el dibujo correcto.
Por otro lado, también es importante que las ventanas, las puertas y el maletero se puedan abrir perfectamente, sin ningún tipo de problema.
Otra de las comprobaciones tienen que ver con los sistemas electrónicos y con el nivel de emisión de gases contaminantes del vehículo. Es imprescindible que emita por debajo de los límites legales establecidos.
En último lugar, es importante revisar -antes de pasar esta inspección- que el nivel de aceite sea el correcto, que el parabrisas tenga líquido y que el claxon también funcione perfectamente.