Cómo preparar una entrevista de trabajo

La naturalidad, la honestidad y la veracidad son fundamentales
Documentarse o trabajar la respuesta a las posibles preguntas y la gestualidad ayudarán a ir más preparado a la entrevista
La seguridad y la confianza en uno mismo se valoran muy positivamente
Si te seleccionan para una entrevista de trabajo, debes valorar la importancia de haber logrado un encuentro y acudir a la cita preparado al máximo. Tu trayectoria ha llamado la atención de la empresa, y eso ya es un logro importante. Ahora, queda la fase más relevante, que debes gestionar con naturalidad y teniendo presente algunos de los consejos que a continuación te detallamos:
Antes de la entrevista
Habitualmente, los éxitos se pueden explicar porque hay una preparación detrás de ellos, a lo que se suma una buena ejecución de esa preparación y un posterior análisis de lo ocurrido para perfeccionar algunos aspectos. Con la entrevista de trabajo, aplicar esta fórmula puede ser una opción muy interesante. Por eso, ir a la entrevista con algunos elementos preparados suele jugar a favor:
- Documéntate todo lo que puedas sobre la empresa: Conocer o tener una aproximación bastante fiel a todo lo que rodea a la empresa en cuestión será algo muy favorable para saber cómo es y cómo funciona el sitio que quiere conocerte más a fondo. Para saberlo, puedes preguntar a gente del entorno, a amigos o conocidos… Y cuentas con otro aliado: Internet. Busca información en la red, entra en los perfiles de las redes sociales del grupo interesado en tu candidatura… Además, puede servir para generar un clima muy positivo.
- Haz un DAFO: Este sistema de balance es muy conocido y usado en el mundo empresarial, pero también puede tener una traslación personal. Las siglas DAFO significan Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades. Anota en cada uno de estos cuatro conceptos tus aptitudes y experiencias laborales, en función de si crees que se trata de un punto fuerte o débil. Para la entrevista, te resultará mucho más fácil para poder resaltar tus puntos fuertes y destacar tu actitud proactiva para enmendar aquellos aspectos que flaquean más.
- Elige la ropa que llevarás: la estética y apariencia se valora. Escoge ropa con la que te sientas cómodo y ten en cuenta que las prendas que llevamos también dan información sobre nosotros.
- Plantéate preguntas: El seleccionador o seleccionadora es quien lleva la batuta y plantea cuestiones a los candidatos. Lo más habitual es abordar temas como tu formación académica y lingüística, las experiencias laborales que has tenido (si ya has empezado tu incursión en el mundo laboral), las principales aptitudes, tu don de gentes, el trabajo en equipo, la disponibilidad horaria y de transporte, tu manejo de los dispositivos tecnológicos… Puedes ensayar, incluso, este abanico de preguntas con alguien de tu círculo de confianza. En el ensayo, piensa bien en el movimiento de manos, en las expresiones faciales y corporales o en la entonación. La mejor receta es la naturalidad, la honestidad y la veracidad. Si no te dan detalles sobre el formato de la entrevista, prepárate por si el seleccionador opta por dejarte hablar solo a ti y que vayas explicando tu experiencia. A menudo te piden explicar por qué crees que eres el perfil que mejor encaja con la vacante que tienen.
- Prepara una carpeta con copias de documentos importantes: Siempre es altamente aconsejable llevar consigo copias de cartas de referencia o de recomendación, el curriculum vitae o de la titulación conseguida.
- Si has recibido un mensaje para recordar la hora de la entrevista, responde el correo confirmando tu asistencia. Aunque te llegue algún correo que sea meramente informativo, es preferible enviar un mensaje confirmando la recepción del mismo. También es una manera de mostrar interés y ganas.
- Tus redes sociales deben transmitir seriedad y profesionalidad. Es un aspecto que cada vez tiene mayor importancia y más peso específico en los criterios de selección. Por descontado, mantén tu perfil de LinkedIn actualizado y bien completado.
- Descansa y llega puntual: el descanso es fundamental para nuestro rendimiento. Los científicos recomiendan dormir ocho horas diarias para que nuestra actividad no se vea alterada. Por otro lado, se verá con muy buenos ojos que llegues a la dirección de la entrevista 10 minutos antes de la hora para la que esté programada.
Durante la entrevista
Es el momento de desplegar la máxima seguridad y confianza contigo mismo. Muéstrate tal y como eres y pon en práctica toda la preparación que has hecho antes de este momento decisivo. El grado de conocimiento que seas capaz de proyectar elevará positivamente tu profesionalidad, seriedad y compromiso.
- Saluda al seleccionador o seleccionadora: lo preferible es dar la mano para saludar a la otra persona. Actualmente, si la entrevista se hace presencialmente, se tendrá que saludar con el codo. Debe primar la cordialidad y el respeto.
- Cuida el lenguaje corporal: Preferiblemente, no tomes asiento hasta que te lo indiquen. Debes mostrarte atento, simpático, seguro y estar bien sentado en la silla. No te muestres nervioso, tenso o dubitativo. Tampoco interrumpas a la persona que te está entrevistando. Debes evitar cruzar las piernas o los brazos, sin emplear una gestualidad exagerada.
- Sé claro y conciso en las respuestas: no se trata de ser breve, pero sí directo y sin andarse con florituras. En las respuestas, es importante proyectar vitalidad y entusiasmo. Por otro lado, tampoco es necesario complicarse en el lenguaje, no es necesario emplear palabras rebuscadas. No te niegues a responder las preguntas, pero si alguna no tiene ninguna relación con la vacante a cubrir, puedes responder de manera educada que a juicio tuyo, esta cuestión es irrelevante para poder valorar si tu perfil encaja con las necesidades que tiene y busca la empresa. A pesar de que se aconseja la claridad, rehuye las respuestas monosilábicas.
- Las críticas a anteriores experiencias laborales o personas de anteriores entornos de trabajo no se tienen que hacer. No aportan nada.
- Si lo ves oportuno, lleva una libreta y haz algunas anotaciones mientras discurre la conversación. No es bueno pasarse anotando cosas, pero si crees que lo necesitas, no suele valorarse negativamente.
- Si tienes dudas, plantéalas en la recta final. No evites tocar el tema de la remuneración económica si no se ha tratado, ya que es un aspecto importante. No obstante, no lo plantees al inicio, pregúntalo al final si no ha salido en la conversación. Por último, despídete con otro saludo (si te tienden la mano o el codo) y da las gracias. También puedes decirles que quedas a su disposición para lo que sea conveniente.
Después de la entrevista
Lo más habitual es que en los días posteriores a la entrevista te comuniquen si has sido seleccionado o no. Si te llaman para decirte que no has sido la persona seleccionada, muéstrales tu agradecimiento por la entrevista. Analiza las debilidades y fortalezas de tu entrevista para poder seguir mejorando en las próximas. Si no te llaman pasados unos días, puedes contactar con ellos para mostrar tu interés.