Cómo revisar el estado de los amortiguadores


Los amortiguadores son una parte esencial del sistema de suspensión y de la seguridad del vehículo
Podemos comprobar su estado nosotros mismos de forma rápida y sencilla
Sin embargo, se recomienda realizar una revisión profesional cada 20.000 km
Los amortiguadores con una parte esencial del sistema de suspensión del vehículo. Junto con los neumáticos y los muelles, son los que mantienen al vehículo en contacto con la carretera. Por ello, son un elemento de seguridad muy importante y son los que nos permiten circular de forma cómoda por todo tipo de carreteras.
Sin embargo, con el tiempo se van desgastando, lo que puede afectar a la dirección, la carrocería o los neumáticos. Como este desgaste se produce de forma lenta, puede ser que no nos demos cuenta del estado de los amortiguadores, por lo que revisarlos de vez en cuando es muy importante para garantizar la seguridad y un buen mantenimiento del vehículo.
Cómo revisar los amortiguadores
Para comprobar el estado de los amortiguadores por nuestra cuenta podemos hacer una prueba muy sencilla.
Deberemos situarnos frente al capó y hacer fuerza hacia bajo con energía. Después, soltaremos rápidamente el capó y comprobaremos si el vehículo vuelve a su altura normal.
Si recupera su altura enseguida y de una sola vez, es señal de que los amortiguadores están en buen estado. Sin embargo, si hace varios rebotes para volver a su altura puede ser un síntoma de que estén desgastados.
Para terminar de comprobar el estado, podemos observar a simple vista si los amortiguadores delanteros y traseros están en buen estado o si, por contra, tienen manchas de aceite o presentan otros elementos defectuosos.
Por otro lado, se recomienda que cada 20.000 km llevemos nuestro vehículo a un taller profesional para que se nos revise el estado de los amortiguadores. Asimismo, se recomienda cambiar los amortiguadores a partir de 80.000 km.
Síntomas de que los amortiguadores están en mal estado
Algunos síntomas que indican un mal estado de los amortiguadores pueden ser:
- La parte delantera del vehículo se hunde más de lo debido cuando frenamos.
- La luz del vehículo vibra de forma excesiva cuando circulamos de noche por carreteras irregulares o con baches.
- El volante vibra de forma exagerada cuando cogemos curvas.
- Los neumáticos se desgastan rápidamente y de forma irregular.
- Escuchamos ruidos cuando conducimos en la parte delantera o trasera.
En todos estos casos, se recomienda llevar el coche a un taller especializado lo antes posible para garantizar la seguridad al volante.