Cómo secar la ropa en invierno

La fórmula idónea para que la ropa se seque más rápidamente en el exterior es que haya una baja humedad, una temperatura alta, sol y viento
El frío, las lluvias y la poca presencia de sol, características propias del invierno, hacen más difícil que la ropa se pueda secar bien en el exterior
Es muy importante sacar la ropa de la lavadora una vez haya terminado el programa de lavado para evitar que se acumule humedad en las prendas
Humedad baja, temperatura alta, sol y viento. Esta es la fórmula ideal para secar la ropa en el exterior. Sin embargo, se acercan las semanas en las que estas condiciones atmosféricas no se producen, como consecuencia de la llegada del invierno. El frío y la poca presencia del sol complica el proceso de secado de la ropa, puesto que las bajas temperaturas hacen que esto tarde horas o incluso que quede impregnado el olor a humedad en los tejidos.
Además, la lluvia también es más habitual, por lo que se trata de otro factor que aún dificulta más secar la ropa. Si no tienes un fondo de armario muy grande y necesitas disponer de estas prendas con relativa urgencia, te planteamos distintas soluciones a esta encrucijada:
Tendedero cubierto
Hay unos cuantos detractores sobre el hecho de tender la ropa en el interior de casa, ya que en los distintos habitáculos se puede mezclar con distintos olores (la de la comida, la del tabaco si alguno de los miembros fuma, la de la humedad…). Además, algunos estudios señalan que, en estas condiciones, tender la ropa dentro de casa puede favorecer la proliferación de moho y hongos, algo totalmente desaconsejable, en particular en aquellos casos en los que alguno de los integrantes del hogar tiene problemas respiratorios.
Por eso, hay quien compra marquesinas o protectores de plástico impermeables para poder seguir dejando la ropa en el exterior para que se seque. Sin embargo, como principal inconveniente, cuando las condiciones atmosféricas no acompañen, tardará mucho más en secarse.
Eso sí, independientemente de dónde tiendas la ropa, es fundamental sacarla lo antes posible de la lavadora una vez haya terminado de centrifugarse. Si se quedara mucho rato dentro del tambor, también podría adquirir olor a humedad. Cuando la pongas a secarse, procura estirarla al máximo para evitar que quede muy arrugada.
Secadora
Es, quizá, la solución más cómoda, pero también la que requiere un mayor desembolso económico. Se trata de un electrodoméstico diseñado específicamente para secar la ropa con agilidad y velocidad. Al mismo tiempo, también existen lavadoras que cuentan con la función de secado.
Tendedero eléctrico
Si no hay más opción que tender la ropa dentro del hogar, una de las primeras soluciones es comprar un tendedero eléctrico. Es exactamente lo mismo que un tendedero plegable, con alas y móvil, pero cuenta con la particularidad de que desprende calor, lo cual facilita que se seque la ropa.
Radiador o secador
También es posible tender la ropa en casa con un tendedero plegable. Se recomienda, eso sí, que sea en un espacio muy amplio, ventilado y en el que entre mucha luz natural. Hay prendas que son más difíciles de secar, así que una buena opción es que se usen radiadores o secadores y que estas piezas de ropa estén cerca de estos aparatos para que su secado se acelere.
En cualquier caso, en cuanto al secador, es completamente desaconsejable usar la opción que desprende más calor.
Deshumidificador
Ya que es posible que nuestro hogar se encuentre en un entorno húmedo, si no hay más remedio que tender la ropa en el interior de la vivienda, otra manera de evitar que se acumule el olor a humedad en la ropa y que las prendas tarden muchas horas en secarse es poner en marcha un deshumidificador mientras estas están dentro de casa mojadas.
Por otro lado, las lavadoras disponen de programas de lavado más cortos que permiten que centrifugue al máximo, lo cual hace que el tambor dé más vueltas y la ropa salga menos empapada.
Sobre la disposición de las prendas en el tendedero, es importante que las colguemos con pinzas y que haya espacio entre cada una de ellas, lo que favorece su ventilación. En las filas más externas, hay que colocar aquellas piezas con telas que tardan más en secarse, como la lana o el algodón, mientras que en las filas de detrás irán las más ligeras y menos voluminosas, como calcetines o ropa interior.