Cómo superar una ruptura sentimental


Las rupturas sentimentales conllevan pasar por un proceso de duelo que puede llegar a ser muy doloroso
En realidad, son algo natural y deben ser vistas como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento
Aunque cada persona es un mundo, existen unas recomendaciones generales que pueden servir a la hora de afrontar una ruptura reciente
Las rupturas sentimentales pueden llegar a ser profundamente dolorosas. Aunque cuando son recientes puede parecer que no podremos llegar a superarlas nunca, debemos acogernos a la sabiduría popular y pensar que “el tiempo todo lo cura”. Así pues, conviene ver el proceso del duelo como una oportunidad de aprendizaje y de crecimiento personal.
Muchas parejas se crean cada día, y muchas otras rompen. “Las relaciones de pareja son frágiles, lo que no significa que sean débiles: suponen un compromiso que se basa en ceder y que te concedan. Si no hay el equilibrio adecuado, esa pareja acaba rompiéndose en algún momento”, explica Miguel Marino Rey, psicoterapeuta de familia y pareja en el Centro de Psicología Ínsula, en el Servicio de Atención a la Familia de Las Rozas y miembro del Colegio Oficial de Psicología de Madrid.
Si has sufrido una ruptura reciente y necesitas algunos consejos para sobreponerte, Miguel Marino nos ofrece las siguientes recomendaciones:
Distanciarse
En tiempos digitales y de conexión constante, es todavía más importante saber distanciarse después de una ruptura. Por ello, es recomendable no stalkear, es decir, no cotillear las redes sociales del otro. Si lo hacemos, seguiremos bloqueados y conectados, pero sin vivir esa relación, lo que nos puede llevar a un estado de ánimo depresivo que no nos permita comenzar el duelo.
Aun así, si hemos tenido una ruptura pactada y con buena comunicación, pueden llegarse a otros acuerdos como hablar de vez en cuando o cualquier otra opción con la que las dos partes se sienten a gusto.
Aceptar la pérdida
La ruptura sentimental conlleva un proceso de duelo. Para poderlo superar, el primer paso es aceptar la pérdida como algo natural y que nos va a ayudar a ser más fuertes. En nuestra sociedad entendemos el amor desde la perspectiva del amor romántico, pero en realidad el amor hay que practicarlo.
No encerrarse en uno mismo
Una ruptura suele suponer una finalización abrupta de una relación a la que hemos dedicado mucho esfuerzo y hemos puesto muchas expectativas. Esto puede afectarnos a nivel personal y laboral y provocar que nos encerremos en nosotros mismos. En esos momentos, lo más importante es no olvidarse de la red social que tenemos y apoyarnos en ella.
Respetar los propios deseos y necesidades
Aunque un consejo general sea el de apoyarse en las personas de nuestro alrededor, solo debemos hacerlo si realmente creemos que nos hará sentir mejor. También hay personas que tratan de huir del dolor encadenando relaciones, lo que muestra dependencia emocional.
Lo recomendable es observarse a uno mismo y preguntarnos qué necesitamos y deseamos y actuar en consecuencia.
Expresar los sentimientos
Ser capaz de expresar nuestras emociones a un par de personas de confianza nos liberará de la carga que llevamos y nos hará sentir conectados con nuestro círculo social. Aun así, no se debe abusar de este tipo de conversaciones para no sobrecargar a la otra persona.
Darse tiempo
La superación de una ruptura conlleva tiempo y, además, cada persona tiene ritmos diferentes. Normalmente suele afrontarse la situación de manera diferente al cabo de entre tres y seis meses. Por contra, si transcurre más de un año sin haber hecho ningún progreso, el duelo se puede considerar patológico y entonces hay que acudir a un profesional.
Cómo afrontar una nueva relación
Cuando ya hemos superado el duelo y nos sentimos con ganas de volver a abrir nuestro corazón, es muy probable que nos asalten las dudas y los fantasmas del pasado.
Aunque comparar unas relaciones con otras no es recomendable, es algo inevitable, por lo que lo importante es poder hablar con libertad sobre nuestros deseos e inquietudes con nuestra nueva pareja. Si dejamos los miedos dentro sin comunicarlos, pueden llegar a convertirse en monstruos y poner en jaque la relación.