Cómo tasar una vivienda

Una tasación se lleva a cabo por parte de un profesional y tiene un valor temporal
Los bancos pueden solicitar tasaciones para conceder hipotecas, pero también lo pueden hacer los particulares
La localización, la orientación o la conservación son algunos de los factores que intervienen en el proceso de tasación
Una tasación consiste en poner precio a una construcción ya existente o en obras. Generalmente, este proceso se lleva a cabo por un profesional, como un arquitecto o un arquitecto técnico. Además, las tasaciones pueden ser solicitadas por los bancos, con el fin de conceder una hipoteca, o bien puede ser un particular el que las demande si quiere vender una vivienda.
La tasación de un inmueble también puede resultar útil para justificar que el valor de una vivienda de segunda mano es superior o inferior al que establece el nuevo valor de referencia de Catastro, que ha entrado en vigor en España en 2022. Este dato fija la base imponible de impuestos como el de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITP y AJD) y sobre Sucesiones y Donaciones (ISD).
MÁS
Pasos para realizar la tasación
- Pedir un presupuesto a una empresa tasadora.
- Aceptación del presupuesto.
- El profesional efectuará la tasación teniendo en cuenta diferentes parámetros y necesitará visitar la vivienda.
Factores que influyen en una tasación
Para hacer la tasación, el profesional hace un estudio de mercado de los elementos que están alrededor del piso. Con ello, se mira el valor de los inmuebles de la zona de la vivienda a tasar. Posteriormente, se hace una visita al piso para analizarlo. Los elementos que se tienen en cuenta para tasar un inmueble son:
- La localización: la ciudad y zona concreta donde se encuentra el edificio influirá en el valor del piso o casa.
- La orientación y altura: Los pisos orientados al sur tienen más horas de sol y, por lo tanto, tienen más valor. La altura del mismo también influye.
- La superficie: El número de metros cuadrados del inmueble hará que varíe su precio, siendo más caro si es más grande.
- La distribución: Sirve para comprobar cómo se estructura el inmueble y que tipo de habitáculos tiene tanto el piso como el edificio, que puede tener ascensor, garaje, etc.
- La calidad y conservación: Un piso construido con materiales de mejor calidad y bien conservado será más caro.
- La antigüedad: el año de construcción del edificio también servirá como referencia.
Con toda esta información el tasador compara el inmueble a tasar con los pisos en venta de condiciones similares. En función de eso, se aplican unos coeficientes para hacer que suba o baje el precio y se elabora un informe técnico con la tasación. Hay que tener en cuenta que las tasaciones son temporales, ya que las condiciones de un inmueble pueden cambiar con el paso del tiempo.