El rey de Malasia que renunció al trono para casarse con una ex miss rusa se divorcia siete meses después

Un mes después del nacimiento de su primer hijo, el sultán de Kelantán ha decidido divorciarse de Oksana
Mohamed V ha elegido la fórmula del triple 'talak' para separarse de la estrella rusa de los 'realities'
El abogado de la ex miss rusa sugiere que se siguen queriendo y que la separación responde tan sólo a intrigas palaciegas
El rey de Malasia Mohamed V y su ya ex mujer y ex miss rusa, Oksana Voevodina, optaron desde el principio por la vía rápida. Tuvieron flechazo exprés, boda exprés, abdicación exprés, paternidad exprés y ahora divorcio exprés. Todo en siete meses.
Una historia de amor vista y no vista que, según demuestran unos documentos filtrados por la prensa de su país, ha llegado a su fin. La pareja, que se casó a finales del pasado noviembre, estaría divorciada desde el 1 de julio. Menudo culebrón.
El motivo de la ruptura, un misterio también, aunque muy amistosa no parece la separación, porque se ha llevado a cabo de la forma más irreversible que contempla el Islam, el triple talaq. Un precepto islámico según el cual el marido solo debe pronunciar tres veces la palabra talaq (divorcio) para poner fin a su matrimonio. Algunos países musulmanes como India, Pakistán o Arabia Saudí ya han prohibido esta práctica porque vulnera los derechos de las mujeres.

Una relación de cuento con final poco feliz
Nadie se esperaba en Malasia que el pasado mes de noviembre su rey Mohamed V, sultán de Kelantan (49 años), se casara sin previo aviso con la ex miss rusa Oksana Voevodina (25 años). La ceremonia se celebró en Moscú el día 22, con ella ya convertida al islam (bajo el nombre de Petra Rihana) y con un baile nupcial al son del All of me, de John Legend.
The Royal Wedding.
— Kerajaan Rakyat (@KerajaanRakyat2) 24 de noviembre de 2018
The Yang di-Pertuan Agong Sultan Muhammad V married #MissMoscow2015 beauty queen #OksanaVoevodina in the Russian capital.
The vibrant ceremony was held at the Barvikha Concert Hall in Moscow. https://t.co/FT6bdjJFoI pic.twitter.com/60giNIarRX
Todo muy romántico, sí, pero polémico desde el principio. El motivo fundamental: el movidito pasado de la novia y su costumbre de airearlo en las redes sociales. Algo poco conveniente en un país regido por las formas, los protocolos y la discreción. El escándalo tardó poco en estallar. Ni dos meses después del enlace salieron a la luz unas imágenes de su paso anterior por un reality show ruso, en las que se la veía manteniendo relaciones sexuales con otro joven. Tal se lió en Malasia que al rey no le quedó otra que renunciar al trono en enero de este año. Parecía, entonces, dispuesto a todo por amor.
Luego llegó la buena nueva, el nacimiento de su primer hijo en común, el 21 de mayo de este año -apenas seis meses después de su boda-. ¿Qué pasó entonces para que un mes después (el 22 de junio) el rey pidiera el divorcio inmediato a los tribunales? Quizás nunca lo sabremos.
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida de Rihana Oksana Petra (@rihanapetra) el 13 Jun, 2019 a las 11:59 PDT
El documento hecho público, firmado por la Corte Sharia de Singapur, es una copia de la sentencia que le han entregado a la novia, pero ninguna de las partes se ha pronunciado aún oficialmente. El palacio de Kelantan se ha limitado a lanzar un comunicado oficial en el que pide a la prensa que no se refiera a ciertos individuos (es decir, a la ex miss rusa) con el título de reina de Kelantan.
¿Divorcio real o intriga política?
Lo que tiene intrigados a todos los malayos es la actividad de su cuenta en Twitter, porque la rusa no para de colgar fotos y textos declarando amor eterno a su ya ex marido. Del divorcio, ni palabra. Además, las fotografías aparecen geolocalizadas desde Kuala Lumpur, la capital de Malasia, de donde se supone se ha ido.
Todo muy extraño. De hecho, su abogado ha confirmado que Petra Rihana Oksana está en Moscú con el bebé, que vive en una casa cerca de la de sus padres, con todo pagado por Mohamed V. Y para rizar más el rizo va el letrado y se descuelga con una declaración bomba: que quizás todo esto se deba únicamente a intrigas políticas. Que el rey ha alejado a su mujer y a su hijo del país por su propia seguridad. Lo dicho, todo un culebrón.