La historia de ‘In my life’, la canción de John Lennon que parece de Paul McCartney

Ambos autores reclamaron la autoría de una de las canciones más conocidas de los Beatles
Un estudio estadístico de Harvard intentó arrojar luz sobre el debate, que también enfrenta a los seguidores del grupo
Una de las discusiones recurrentes de los seguidores de los Beatles es quién compuso cada canción del mítico grupo de Liverpool. Es un debate propiciado por la temprana decisión de John Lennon y Paul McCartney de acreditar todos los temas con el nombre de ambos, algo muy lógico ya que juntos componían todas las canciones en los inicios del grupo.
Pero a medida que crecía la fama del cuarteto, también lo hacían los egos de John y Paul y la brecha sobre sus gustos musicales. Poco a poco dejaron de componer juntos. Tras la disolución de los Beatles en 1970, ambos reclamaron la autoría de los temas de su etapa inicial. Sobre la mayoría no había discusión, pero en otros hubo desacuerdo.
Es el caso de Ask Me Why, Do You Want to Know a Secret, Wait, y sobre todo In my life, una de las composiciones más bellas y conocidas de los Beatles, aparecida en el disco Rubber Soul en 1965 y situada en el número 23 de la lista de las mejores canciones de todos los tiempos de la revista Rolling Stone.
En entrevistas y libros, John sentenció que toda la canción era obra suya, excepto la música del “puente”, un término con el que se conoce al fragmento de una canción que sirve de transición entre dos partes. En el caso de In my life ese "puente" reza así: All these places had their moments, With lovers and friends, I still can recall, Some are dead, and some are living, In my life, I've loved them all. Pero Paul tenía una opinión muy diferente: toda la música era de él (compuesta imitando el estilo de The Miracles) y John sólo contribuyó con la letra.
Ambos eran firmes en sus posturas, sobre todo John, que tenía debilidad por esta canción, una de sus preferidas junto a Strawberry Fields Forever, I am the Walrus y Help. La letra describía sus nostálgicos recuerdos de juventud en Liverpool (que Paul replicó un año después en su Penny Lane). John confesó además que In my life le había reconciliado a sí mismo como melodista, título que en los Beatles parecía ostentar solo Paul.

Ante tal disputa, durante estos años los aficionados se han lanzado a analizar la canción según sus propios gustos. Los foros de discusión se dividen entre los partidarios de Paul y John. Véase el debate generado en The Beatles Bible. Una polémica muy lógica porque, por su estilo, la canción podría atribuirse a ambos. No es tan fácil de identificar el autor a diferencia de otras obras como Let it Be (Paul) o I am de Walrus (John), donde el sello de ambos está muy definido.
Los musicólogos han identificado claramente los estilos compositivos de ambos músicos: Lennon arriesga más con la armonía y sus melodías tienden a oscilar poco (véase ‘Across the universe’). En el caso de Paul su armonía es más canónica y su registro es más amplio (sirva como ejemplo ‘Hey Jude’). Dicho mal y pronto: Paul es más musical y correcto y John es más intuitivo y visceral.
A tal grado ha llegado el debate que un reciente paper de Harvard, Data in the Life: Authorship Attribution in Lennon-McCartney Songs, ha analizado con algoritmos estas discrepancias. Es un estudio estadístico que toma como variables no sólo la melodía y armonía características de cada uno, sino el tipo y la progresión de acordes y el contorno y duración de las frases melódicas utilizadas habitualmente por ambos.
Tras meter todos los datos en batidora llegaron a la siguiente conclusión: “Nuestro modelo apunta a una probabilidad del 18.9% de que McCartney escribiera la estrofa, y de un 43.5% de que también escribiera el 'puente', con un alto grado de incertidumbre sobre esto último”. Afirmación que acompañaban con los siguientes gráficos:
Los autores reconocieron que era imposible sacar conclusiones claras de su estudio. Y lo ilustraron con ejemplos de otras canciones. “El “puente' de And I Love Her está basado en una idea de Lennon pero tiene un 26% de probabilidades de haber sido escrito por McCartney. El 'puente' de Norwegian Wood (claramente una idea de McCartney y reconocido así por Lennon) tiene solo un 33% de probabilidades de haber sido escrito por McCartney (...) Así que mientras estos estudios pueden arrojar luz sobre la autoría, no pueden ser usados como prueba de nada”, concluyeron.
Para más inri, en In my life interviene un tercer músico, el productor George Martin, una especie de quinto Beatle de formación clásica que embelleció y dio empaque a la mayoría de sus canciones. En el tema interpreta al piano una melodía barroca con contrapunto incluido.
Y quizá ahí está la clave de todo el asunto. In my life, como la mayor parte de las creaciones de los Beatles, nace en un ambiente de genialidad y por eso el análisis científico no tiene mucho sentido. La canción es fruto de la fusión de dos fuera de serie innatos que durante años decidieron camuflar su ego para crear las más bellas canciones que luego, sin siquiera ellos adivinarlo, generaron el mayor ‘terremoto’ de la música popular del siglo XX.
Su separación constató este hecho. John Lennon, de cuya muerte se cumplen ahora 40 años, hizo discos memorables como Imagine y Paul siguió dando rienda suelta a su facilidad compositiva primero en The Wings y luego en solitario. Pero nada comparable a lo anterior. Ya no era lo mismo: juntos eran mejores que separados e In My Life es la mejor prueba de ello.