Alejandra Martos, la hija de Raphael, restaura un cuadro a la vista de todos para el Thyssen


Alejandra y su compañera Susana Pérez restaurarán en directo, en el Thyssen- Bornemisza, a 'Joven caballero en un paisaje', de Vittore Carpacio
Alejandra Martos está acostumbrada a los focos. Es la hija del cantante Rapahel. Pero también es restauradora. Una de las que tiene el Museo Thyssen-Bornemisza en plantilla. Un trabajo discreto que no se suele mostrar, hasta ahora. Alejandra y su compañera Susana Pérez se pondrán a tiro de los focos por amor al arte. Van a restaurar un cuadro a la vista de todos.
El lugar elegido es la sala 11 del museo. Allí, Alejandra y Susana adecentarán a Joven caballero en un paisaje del pintor renacentista italiano Vittore Carpacio. Un cuadro fechado en el 1505 que necesita una nueva vida.
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Se calcula que tardarán en arreglarlo un año, y en ese tiempo, su trabajo se podrá ir apreciando, a modo de performance, por quien se acerque al museo.
Separadas del exceso de curiosidad por un cristal, sí podrán contestar las preguntas de los visitantes, que verán cómo poco a poco van recuperando el cuadro. Cómo devolverán el azul a un cielo ahora verdoso. Cómo intentarán descubrir las técnicas empleadas para pintarlo con rayos ultravioletas... siempre respetando el original.

Además los visitantes podrán apreciar los avances en un vídeo que se irá actualizando con nuevos contenidos e imágenes en la misma sala.
Cuando acaben con Joven caballero en un paisaje su trabajo se disfrutará también fuera de España. El cuadro será expuesto en Primavera de 2021 en la National Gallery de Washington, donde hay prevista una muestra sobre el artista italiano.
No es la primera vez que Alejandra y Susana se someten al escrutinio del público. El Thyssen ya llevó a cabo una acción similar en 2012. Entonces la obra elegida fue El Paraíso
Joven caballero en un paisaje
La identidad del joven caballero pintado en el cuadro es hoy en día un misterio. De San Eustaquio al capitán Marco Gabriel, pasando por Antonio de Montefeltro, Francesco Maria della Rovere, tercer duque de Urbino...son miles las teorías sobre su persona. Un misterio que no merma, al contrario, el valor de una obra que adquirió el barón Heinrich Thyssen-Bornemisza para su colección en 1935.
Aunque durante años estuvo atribuida a Durero, en una limpieza de 1958 se descubrió la firma de su verdadero pintor, Vittore Carpacio. También salió a la luz una inscripción:"Malo mor quam foedari" (Antes morir que ser deshonrado).

El objetivo que se persigue ahora, con esta restauración, es recuperar sus matices, la gama cromática original y conocer la técnica y materiales empleados por el pintor. Para que el joven caballero luzca como se merece.
Quizá sigamos sin saber quién es, pero entre todos podremos ver cómo recupera su belleza original.