Norman Parkinson: el ojo que cambió para siempre las fotografías de moda

La Fundación Barrié de la Maza acoge en A Coruña, por primera vez en España, una exposición retrospectiva del fotógrafo inglés
Colaborador de 'Vogue' durante dos décadas, firmó retratos icónicos de Audrey Hepburn, Elizabeth Taylor o los Beatles
Con él, modelos como Jerry Hall e Iman pasaron de ser meras perchas a ser protagonistas activas
Rígida, formal, despersonalizada. La fotografía de moda en los años 30 llevaba el corsé bien apretado. El protagonismo recaía sobre la ropa, el papel de la modelo estaba limitado al de mero maniquí. Las sesiones tenían lugar en estudios, bajo un control milimétrico que impedía un mínimo atisbo de naturalidad. “Todas las chicas tenían las rodillas juntas. No conozco a ninguna mujer que viva así. Mis mujeres corren y saltan muros”. Con esta revolucionaria declaración de principios, Norman Parkinson hacía saltar por los aires los cánones de la fotografía de modelaje y sentaba las bases que se impondrían en las portadas del papel cuché en las décadas venideras.
“El trabajo de Parkinson supuso una ruptura y su estilo ha perdurado hasta ahora”, explica Carmen Arias, directora de la Fundación Barrié de la Maza de A Coruña, que acoge una retrospectiva del autor inglés hasta el 10 de enero. La muestra reúne 80 fotografías inéditas en nuestro país del “fotógrafo más extraordinario que he conocido jamás”, explica su comisario, Terence Pepper.
Por medio de su obra se puede ver también cómo se ha ido transformando la moda femenina. Comenzó a fotografiar en la década de los 30 y no dejó su cámara hasta que falleció en 1990. A lo largo de sus 56 años de carrera desarrolló su propio estilo, a pesar de pasar por momentos muy diferentes: desde la austera moda de la Segunda Guerra Mundial, pasando por el Nuevo Look parisino de los años 50, hasta el glamur y brillo de los 70 y 80.
El fotógrafo que sacó a las modelos del estudio
Cambió el estudio fotográfico por escenarios de la vida real y lugares exóticos. Con él las modelos pasaron de ser meras perchas a ser protagonistas activas. Las sacó a la calle. “Convierte a modelos sin personalidad en verdaderas protagonistas llenas de movimiento”, afirma Carmen Arias. Busca imágenes muy diferentes a las que había hasta entonces. Retrata a modelos jugando al golf, navegando o incluso montando en avestruz. Le gustaba la improvisación, y conseguía imágenes mucho más naturales y espontáneas sin perder el glamur. Este estilo desenfadado conquistó a las revistas de moda. Durante seis décadas sus fotos coparon las portadas de Vogue, Harper’s Bazaar y Town & Country.
Buen olfato para descubrir nuevos talentos
Pero no sólo fue pionero con su estilo. También lanzó a la fama a modelos desconocidas hasta entonces. “Él quería ocuparse de todo el resto de aspectos de la composición, aparte del propio traje”, explica Terence Pepper. Pensaba que encontrar la mejor modelo es lo que convertía la foto en algo fantástico. Y fue famoso por descubrir nuevos talentos. En la década de los 70 convirtió a modelos como Jerry Hall e Iman en estrellas mundiales. Wenda Parkinson, su mujer y musa, fue una de las top models de los 50.
Fotografías icónicas
En la muestra se pueden encontrar imágenes de diferentes fases de su carrera. La que le hizo a la modelo Pamela Minchin, tomada en el aire mientras saltaba en bañador es una muestra de su estilo atrevido. Él mismo dijo que cuando la reveló confirmó que tenía que dedicar el resto de su vida a ser fotógrafo. “Me quedé totalmente deslumbrado por su magia”.
No sólo se dedicó a la moda. Hizo fotos icónicas de estrellas de la música como The Rolling Stones o The Beatles. Hollywood también se rindió a sus pies, Elizabeth Taylor, Audrey Hepburn o Ava Gardner fueron retratadas por Parkinson. Y por su objetivo pasaron también figuras de la literatura y la política.