Cultura desaconseja usar lejía para desinfectar cascos históricos, iglesias, museos y monumentos

El documento, elaborado por el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), desaconseja fumigar museos, ya que llevan un mes cerrados al público
El Ministerio de Cultura y Deporte ha publicado este jueves una serie de recomendaciones para garantizar la protección de nuestro patrimonio cultural durante las desinfecciones obligadas por la crisis de la Covid-19.
Lo ha hecho mediante una guía, que ha enviado a todas las autonomías, Policía Nacional, Guardia Civil, Unidad Militar de Emergencias (UME) y Protección Civil. En ella se invita a reflexionar acerca de los efectos de la pandemia en nuestros bienes culturales, las prácticas de desinfección que se están aplicando en ellos y las futuras repercusiones económicas que tendrán.
Antes de desinfectar, el ministerio advierte también sobre la necesidad de consultar las intervenciones con los responsables del cuidado y tutela del patrimonio cultural para determinar la vulnerabilidad de cada elemento y las mejores alternativas para evitar daños innecesarios.
Recomendaciones del Instituto de Patrimonio Cultural de España
Lo primero que apunta el texto, elaborado por el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), es que la utilización de productos corrosivos, como la lejía, el amoniaco y los detergentes, está totalmente contraindicada en conjuntos monumentales, edificios históricos, yacimientos arqueólogicos y objetos.
"En los casos necesarios, y en consonancia con las recomendaciones de las autoridades sanitarias, se podrían utilizar soluciones hidroalcohólicas diluidas o jabones neutros, aplicados siempre con presión controlada y bajo el asesoramiento de un técnico en conservación de bienes culturales", precisa.
El documento recuerda que en esta situación de emergencia, además de la protección de las personas y la sociedad, tambien es necesario considerar el importante papel que el patrimonio cultural representa para la sociedad. «En este sentido ya se están manifestando los principales organismos internacionales, como el ICCROM o el ICOM recordando la importancia social y económica y el valor identitario que representa el patrimonio cultural».
Se desaconseja fumigar museos
Tras el cierre de todos los centros por el Estado de Alerta, Cultura ha recordado que el riesgo de contaminación de los bienes culturales muebles "es prácticamente nulo", por lo que se recomienda evitar el uso de estos productos desinfectantes.
En cuanto a los espacios que contienen bienes culturales, como museos, archivos o espacios religiosos, desaconseja fumigaciones o pulverizaciones generalizadas, puesto que tras su cierre al público hace ya un mes, la existencia del virus en el ambiente de esos lugares es poco probable.
Se recomienda la limpieza de las superficies como suelos, puertas o manillares que carezcan de valor histórico o artístico con las soluciones desinfectantes comunes propuestas por las autoridades sanitarias, aunque se opta preferentemente por el empleo de etanol disuelto al 70%.
No rociar directamente a edificios históricos
En el caso de bienes culturales situados en espacios públicos (cascos históricos, plazas públicas, parques o calles), el documento pide que se evite rociar de manera directa los objetos o edificios de valor histórico-artístico.
En el entorno directo de los bienes culturales (a menos de un metro de distancia, como aceras próximas o zócalos de edificios) aconseja preferiblemente el uso de una disolución de etanol disuelto al 70% en agua proyectada a baja presión. Esta solución desinfectante resulta efectiva frente al virus y a su vez su pulverización resulta menos dañina que la de hipoclorito sódico (lejía) sobre materiales como la piedra, el ladrillo, la madera y el metal.
Los tratamientos desinfectantes también deben evitarse en las proximidades de los bienes culturales policromados (portadas de iglesias o retablos) y se propone como alternativa el vallado perimetral para evitar la aproximación y el contacto directo de las personas.