El idilio entre fotógrafos e impresionistas llega al Thyssen

El museo Thyssen acoge desde hoy una exposición que enfrenta la fotografía y el impresionismo para reflejar su simbiosis
La muestra se podrá visitar desde este 15 de octubre y hasta el próximo 26 de enero
Con la llegada de las primeras fotografías, allá por los inicios del s.XIX, fueron muchos los que creyeron que esa nueva técnica iba a suponer el fin de los pintores. La imagen captada por las cámaras era mucho más realista que la reflejada por los pinceles de los artistas, el revolucionario invento parecía tener más futuro que la tradicional pintura. Los peores agoreros vaticinaron su desaparición... pero nada más lejos de la realidad. Entre la fotografía y la pintura se inició un idilio que aún dura y que fue especialmente intenso durante el impresionismo.
El ojo artificial de la cámara de fotógrafos como Le Gray, Cuvelier, Nadar o Disderi, estimuló en Manet, Degas y en los jóvenes impresionistas una nueva forma de mirar el mundo.

Pintores y fotógrafos fueron de la mano, aprendiendo juntos, adaptándose e influyéndose mutuamente. Ahora, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza trae una exposición para contarnos en qué consistió exactamente aquel romance.
La simbiosis entre fotógrafos y pintores
La fotografía le valió al impresionismo no solo como fuente iconográfica sino también como inspiración técnica, tanto en la observación científica de la luz o en la representación de un espacio asimétrico y truncado, como en la exploración de la espontaneidad y la ambigüedad visual. A la inversa, influenciados por los impresionistas, algunos fotógrafos comenzaron a preocuparse por la materialidad de sus imágenes y a buscar fórmulas para hacer sus fotografías menos precisas y con un efecto más pictórico.
Fotógrafos y pintores se enfrentaron a sus obras bajo una mirada similar marcada por algunas carecterísticas técnicas comunes.
- El encuadre fragmentado. Se fotografía y se pinta un trozo de la realidad, no el todo.
- La importancia del instante. Se fotografía y se pinta un instante, la luz y sus reflejos, las estaciones del año...
- Los temas. Se fotografía y se pintan los mismos temas: paisajes, retratos, la ciudad, el cuerpo desnudo...) Revolucionarias fueron, por ejemplo, las imágenes captadas por el fotógrafo Gustave Le Gray del mar en movimiento, que el mismo Monet quiso copiar en sus pinturas, ambas se miden en la exposición.

La exposición
La exposición, que se podrá visitar desde este martes 15 de octubre y hasta el próximo 26 de enero, contrapone 66 óleos y más de 100 fotografías. La mayor parte de los cuadros proceden del fondo del museo y de la colección de la Baronesa Thyssen. Las fotografías provienen de diversas instituciones como la Bibliothèque nationale de France, The J. Paul Getty Museum de Los Ángeles o el Victoria and Albert Museum de Londres.
La muestra está comisariada por Paloma Alarcó y se pasea por nueve campos temáticos: El bosque, Figuras en el paisaje, El agua, En el campo, Los monumentos, La ciudad, El retrato, El cuerpo y El archivo.
Una exposición para asombrarse del parecido entre las grandes pinturas y las grandes fotografías de la época.
