El 'tormento' de Sorolla: una exposición inédita saca a la luz el cuadro más criticado del pintor valenciano


El propio Sorolla intentó destruirlo ante el aluvión de críticas recibidas y ahora, tras una compleja restauración, podrá verse por primera vez desde 1887
Forma parte de la exposición, 'Tormento y devoción', que muestra la cara más desconocida del artista: su pintura religiosa
Se podrá ver desde hoy y hasta el 9 de enero en el museo madrileño dedicado al artista
Fue su primer y mayor fracaso, el que más daño le hizo. Joaquín Sorolla tenía solo 24 años cuando pintó El entierro de Cristo (1885-1887). Le dedicó un año entero. Una obra ambiciosa, inmensa, de siete metros, en la que depositó todas sus esperanzas de joven pintor. Sin embargo, no gustó a nadie. La crítica fue despiadada con él. Presentó la obra a la Exposición Nacional de Bellas Artes (el ARCO del siglo XIX) y el jurado la machacó. Los académicos la tildaron de poco devota, de demasiado humana.
Todo el esfuerzo y las aspiraciones de Sorolla se desvanecieron en ese instante y comenzó su tormento, la angustia de un artista que busca su verdad. Con su esposa Clotilde García del Castillo se refugió en Asís, donde reflexionó sobre su fracaso y se propuso encontrar una nueva senda, la que le condujo a la luz, al éxito.
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Tanto le enfadaron las críticas que decidió enrollar la obra y mandarla al sótano de su casa. Cuentan que lo hizo pedazos con sus propias manos y así ha llegado hasta la actualidad, desquebrajado en varias partes que se conservan en el Museo Sorolla. Falta la mayor parte del cuadro, de hecho, años después de su sonado fracaso, reconoció a su amigo Pedro Gil haber borrado el rastro del "desgraciado cuadro".
El cuadro, de gran formato, tras ser abandonado por el pintor sufrió grandes daños y de ella hoy solo se conservan tres fragmentos.
Ahora, Luis Alberto Pérez Velarde, conservador del Museo Sorolla, lo ha recuperado para protagonizar la exposición que se inaugura este lunes, Tormento y devoción, que muestra la cara más desconocida del pintor valenciano: su pintura religiosa. La muestra, enseña por primera vez, cómo era la composición a escala real de la magna obra.
Podrá verse por primera vez desde que se exhibiera en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1887, tras un complejo proceso de restauración, el equipo del Museo ha realizado un espectacular montaje que aspira a transmitir la importancia y la ambición depositada por Sorolla en este cuadro.
La exposición: 'Tormento y devoción'
Aunque no estamos habituados a pensar en Sorolla como un pintor de temática religiosa sí fue un género que cultivó, sobre todo, durante los primeros años de su carrera, y en el que demostró su joven y prometedor talento.
El título de la muestra nos acerca a dos facetas claves para comprender los inicios de su carrera pues, aunque Sorolla gozó de toda la fama y el reconocimiento internacional a la que un pintor podía aspirar, a la gloria no se suele llegar sin esfuerzo, sin sacrificio, sin padecimiento.
En estos primeros años que Sorolla pasa aún estudiando en Roma, reflexivo en Asís y finalmente asentado en Madrid, la pintura de devoción le acompaña. Son obras que tienen buena acogida en el mercado. Unas veces se realizan motivadas por encargos de mecenas y protectores, otras, principalmente los cuadros de costumbrismo religioso, buscan en la anécdota la excusa para representar escenas costumbristas, cotidianas, con las que cosecha sus primeros éxitos en exposiciones nacionales e internacionales.

La exposición se compone de 46 obras, de las cuales 30 son préstamos, de colecciones particulares y entidades eclesiásticas de muy difícil acceso, y de las diversas instituciones que han colaborado con el Museo Sorolla en esta exposición: Ayuntamiento de Valencia, Civici Musei di Udine, Diputación de Valencia,
Fundación Bancaja, Museo de Bellas Artes de Asturias, Museo de Bellas Artes de Bilbao, Museo de Bellas Artes de Valencia, Museo Nacional del Prado y Real Academia de Bellas Artes de San Carlos..
La muestra aspira a devolver a estas pinturas la visibilidad perdida ya que son obras prácticamente desconocidas en la producción de Sorolla, no sólo para el gran público sino, incluso, para muchos historiadores. En la exposición participa la acuarela Estudio de monje firmada en 1881 que el Estado ha adquirido recientemente para la colección del Museo Sorolla. La acurela, hasta ahora en colección particular, perteneció a Enriqueta García del Castillo, cuñada del pintor.
Sorolla. Tormento y devoción podrá verse el Museo Sorolla del 13 de julio de 2021 al 9 de enero de 2022.