El banquero Jaime Botín, juzgado por presunto contrabando de un cuadro de Picasso

El expresidente de Bankinter se enfrenta a cuatro años de prisión y una multa de cien millones de euros
Jaime Botín se sienta en el banquillo este lunes por un supuesto delito de contrabando de bienes culturales. Se le acusa de sacar de España de forma ilegal el cuadro Cabeza de mujer joven de Pablo Picasso, valorado en más de 26 millones de euros, e intentar venderlo en una subasta en Londres.
La Fiscalía pide que Botín sea condenado a cuatro años de prisión y multa de cien millones de euros. La vista se celebra en el Juzgado de lo Penal número 27 de Madrid.

El caso
Según la acusación, Jaime Botín era propietario de un cuadro de Picasso llamado Cabeza de mujer joven, una obra pintada en 1906, que el banquero tenía en su domicilio de Pozuelo de Alarcón.
Con el fin de vender dicha pintura contactó con la empresa Christie's, que incluyó el cuadro en el catálogo de una de sus subastas que debía celebrarse en febrero de 2013 en Londres.
El personal de Christie's informó a Botín de que, dada la antigüedad de la obra, debía pedir autorización al Ministerio de Cultura español para poder exportarla, ya que se trataba de un bien del Patrimonio Histórico Español, debido a su interés histórico-artístico y por tener una antigüedad superior a cien años.
Según explica el fiscal en su escrito, el 5 de diciembre de 2012 Botín autorizó "de su puño y letra" a Christie's Ibérica, S.L. la presentación y gestión de la licencia de exportación con posibilidad de venta, como dueño de pleno dominio de la obra, ante el Ministerio de Cultura.
Ese mismo día la empresa británica solicitó telemáticamente la exportación definitiva de la obra para subastarla en Reino Unido, solicitud que el ministerio denegó por unanimidad, hecho que notificó a Christie's y también al acusado el 27 de diciembre de 2012.
Un día más tarde el Ministerio de Cultura declaró la inexportabilidad del cuadro como medida cautelar hasta la pertinente declaración de Bien de Interés Cultural que también fue notificada a Christies y al acusado.
El supuesto delito
La fiscalía asegura en su escrito que, a pesar de ser consciente de la prohibición, Jaime Botín "trasladó el cuadro a su yate cuando estaba atracado en el puerto de Valencia con la finalidad de sacarlo ilícitamente del país, dando instrucciones a su capitán para que ocultara a las autoridades la presencia de la obra en el barco".
El yate atracó finalmente en julio de 2015 en el puerto de Calvi de Córcega (Francia) con el cuadro a bordo y el acusado contrató a una empresa de transportes aéreos un vuelo para trasladarse con el mismo hasta Ginebra (Suiza).
Pero, en una inspección, los servicios aduaneros franceses lo localizaron en la cabina del comandante y, ante la falta de autorización administrativa para su salida de España, lo intervinieron.
En agosto de 2015, tras una solicitud judicial, las autoridades de Bastia (Francia) autorizaron la entrega de la obra a la Guardia Civil y la misma fue llevada al Museo Nacional Reina Sofía y puesta a disposición judicial.