'El chico' de Charles Chaplin regresa a los cines al cumplir 100 años


Con motivo de su centenario se reestrena en 80 cines de España restaurada en 4K
Esta mezcla de comedia y drama se convirtió en una obra imperecedera que ha sido restaurada varias veces
La película El chico (The kid, en su titulo original en inglés) de Charles Chaplin, que celebra cien años desde su primera proyección en un cine de Estados Unidos, rejuvenece en la versión restaurada de la cinta original en 4K que se ha reestrenado en unas 80 salas de España.
La cinta, primer largometraje de Chaplin en su filmografía oficial, es también la primera en la que el autor mezcla comedia y drama, que narra la historia de una madre que se ve obligada a abandonar a su bebé recién nacido.

Con tintes autobiográficos, ya que la prematura muerte de su padre y el continuo internamiento de su madre en hospitales psiquiátricos motivó que Charlie Chaplin creciera en varios orfanatos y lejos del lujo en el que se rodeó años más tarde.
En el filme, "el chico" termina en los suburbios de un barrio, en manos de un vagabundo que lo adopta como un hijo, para cinco años después convertirse en una pareja inseparable aunque los servicios sociales quieran poner punto final a la relación.
La película también se exhibe en Amazon Prime y Filmin, en una distribución igualmente de la productora A Contracorriente Films a partir de una copia restaurada en 2015 en los laboratorios italianos L’immagine Ritrovata, y fruto de la colaboración entre la Cineteca de Bolonia, que poseía una cinta original de El chico, Además del permiso de la compañía Roy Export SAS, que ostenta los derechos de autor de las películas realizadas por Chaplin desde 1918, a excepción de La condesa de Hong Kong de 1967.
Asimismo, la música de El chico, fundamental en una película muda de estas características, también ha sufrido arreglos en estos cien años de existencia. Las once canciones de la banda original que compusiera el pianista y arreglista musical Eric James, que durante dos décadas trabajó con Chaplin, fueron recompuestas en 1972 por el propio director manteniendo la velocidad de la partitura a 24 fotogramas por segundo.
Posteriormente, en 2016, esa música restaurada por Chaplin fue adaptada y dirigida por el director orquestal y compositor estadounidense Timothy Brock con la colaboración de la Orquesta del Teatro Comunale de Bolonia, y es la que se muestra en la versión que ofrecen las plataformas de televisión.
El chico fue también la primera en lanzar al estrellato a un actor infantil, James Coogan, que coprotagoniza la cinta con Chaplin, y su sobresaliente y espontánea interpretación le valieron fama y dinero que, en los años siguientes, terminaron diluyéndose como un azucarillo. La fama se le acabó al crecer y solo se recuerda por su papel de Tío Fétido en la serie La familia Adams, y el mucho dinero ganado se encargaron de derrocharlo su madre y su padrastro.
La película fue en su momento una patada en la boca del estómago al puritanismo estadounidense que condenaba sin juicio previo a las mujeres solteras.
La escena en que ella sale del hospital con su bebé y se funde con la imagen de Cristo llevando la cruz, simbolizando así la pasión y el dolor que ella iba a pasar por abandonar a su hijo, y el rótulo que la acompaña: "La mujer cuyo pecado era ser madre", atestiguan esa ácida crítica social de Chaplin.
Igual, la escena del niño arrancado de los brazos de su padre adoptivo y lanzado sin ninguna atención ni miramiento a la parte trasera de un carromato de los servicios sociales, no solo es una de las icónicas imágenes de la historia del cine, sino también el particular reproche de Chaplin a su funcionamiento como buen conocedor de los hospicios.
Considerada en 2011 "cultural, histórica y estéticamente significativa" por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su conservación en el National Film Registry, El chico acumula unas cuantas anécdotas y curiosidades.
Un vecino cinéfilo proyecta ‘El chico’, de Charlot, sobre un tejado blanco. pic.twitter.com/sLs02tLcLX
— Manuel Morales (@manolomoralesr) January 11, 2021
La última, protagonizada por un vecino del centro de Madrid que aprovechó un blanco tejado que dejó la nevada del temporal Filomena para proyectar, en dos sesiones, este clásico del cine mundial ahora más fresco y juvenil que nunca al cumplir cien años.