Superman, el superhéroe en paro

Desde 2013 no protagoniza una película como protagonista
Los estudios Warner estudian cómo modernizar al superhéroe para que cale entre el público actual
Intenten recordar la última película de Superman como protagonista. Hay que remontarse al año 2013, cuando se estrenó El hombre de acero, el film que dirigió Zack Snyder con Henry Cavill interpretando al superhéroe. Tres años más tarde, en 2016, compartió pantalla con el caballero oscuro en Batman v Supermán y en 2017 participó en la coral Liga de la Justicia. Desde entonces nada.
Joker, Aquaman y Wonder Woman han triunfado con largometrajes en solitario. Suicide Squad se reinicia, Harley Quinn protagoniza su propio spin-off de supervillano, un nuevo Batman está en el horizonte y el estudio incluso le está dando otra oportunidad a Green Lantern.
Pero el futuro de Superman es turbio, los estudios Warner no están seguros de cómo hacer que el personaje sea "relevante para el público moderno", eso es al menos lo que han dicho en su último informe.
Se ha hablado mucho de que el actor Michael B. Jordan podría ser el nuevo Superman, y de que el fichaje de J.J. Abrams por esta productora podría resucitar al superhéroe. Pero el propio director se ha encargado de desmentirlo.
Sin guión ni realizador, los expertos ven poco probable que aparezca una nueva película de Superman antes de 2023, y eso si llega a realizarse.
Superman se queda antiguo
Recientemente la revista Forbes publicaba un artículo asegurando que el problema es que Supermán no termina de encajar en el público moderno. Las razones, variadas.
Al parecer los poderes divinos y la actitud recta del personaje son demasiado serios para el público moderno. Este es uno de los argumentos contra Superman, pero en realidad no explica su repentina ausencia de la pantalla grande. Después de todo, Wonder Woman, Shazam y el Capitán América son muy populares y todos comparten el optimismo ilimitado que define a Superman. Entonces, ¿por qué el Hombre de Acero no prospera como sus compañeros de acción?.
Otra teoría es que parte del problema podría ser su mitología absurda e incluso risible. Difícil de encajar sin cambiar el tono de la película a la comedia. Es factible imaginarse al super villano de este cómic, a Bizzaro, en una secuela de ¡Shazam!, pero no en una película de Superman; La tradición de Superman puede ser ridícula, pero no está destinada a ser una broma.
En contraste, El hombre de acero se tomó muy en serio a Superman, el personaje viajaba por las complejidades del mundo moderno, pero la película se alejaba bastante de la personalidad de este héroe. La peculiar visión de Krypton de Zack Snyder, con sus extrañas naves espaciales y sus atuendos escamosos, fue, sin querer, incluso más ingenua que ¡Shazam!.
Snyder intentó rediseñar el disfraz de Superman, convertirlo en algo más elegante e intimidante, pero no hay mucho que hacer con un traje que parece un pijama y que además es tan icónico como el atuendo de Superman. Difícil hacer cambios y casi imposible que se vea diferente e imponente.
La personalidad de Superman tampoco juega a su favor: No es genial, ni gracioso, ni oscuro... y a diferencia del Capitán América, tampoco fue uno de nosotros, siempre fue un extraterrestre. Igual que Wonder Woman, está destinado a ser un faro de esperanza en un mundo triste, pero es más torpe que la heroína y tanto como Thor o Shazam, pero sin el punto irónico de este último.
Aparte de volar y de ser el hombre más fuerte del planeta Tierra no tiene nada más que le haga único. Ni siquiera tiene la maleabilidad de Batman, que puede cambiar entre lo mortal y lo absurdo para adaptarse a los nuevos tiempos. Superman se mantiene obstinadamente recto y consistente.
Es cierto que precedió e inspiró a muchos de estos superhéroes, pero hoy día parece haber quedado arrinconado, como una reliquia del pasado, de una época en la que un par de gafas se consideraba un disfraz.
Ha resistido a través de las décadas como un icono inmutable de esperanza, pero esa simplicidad está demostrando ser un obstáculo para el éxito cinematográfico.
El Superman de Christopher Reeve, lanzado a finales de los años setenta, fue una representación fiel del personaje que resultó inmensamente popular entre el público; podría decirse que la película abrió la puerta a los largometrajes de superhéroes que arrasan hoy en las salas de todo el mundo.
El problema es que aún no se ha dado con la tecla para actualizar aquel personaje. Quizás el 'Hombre del Mañana' necesite desaparecer por completo de la gran pantalla para que la audiencia se de cuenta de que le echa de menos.