Vuelta al cine para pasar miedo pero no temor: con palomitas, sin estrenos y con la mitad de aforo


Tras el cierre obligado por la pandemia, las salas vuelven a abrir en las comunidades en fase 3 de la desescalada
Hay menos sesiones y con horarios escalonados para que coincida el menor número de gente
Aunque es obligatorio llevar mascarilla, se podrá quitar para comer y beber, igual que en los bares
Casi tres meses después, los proyectores se vuelven a poner en marcha. En Galicia, con la entrada en la fase 3 de la desescalada, han abierto las primeras salas de cine, las del centro comercial As Cancelas, en Santiago de Compostela.
Lo primero que vemos es que hay carteles por todas partes explicando que se han extremado las medidas de limpieza y desinfección. También otros con recomendaciones y normas sobre cómo debemos comportarnos para cumplir con las medidas de seguridad. Aunque las taquillas están abiertas, recomiendan comprar las entradas por internet y la mayor parte de los espectadores que llegan así lo han hecho.
Cartelera limitada y menos sesiones
Desde Cinesa explican que se ha comenzado ofreciendo menos sesiones y con más tiempo entre una y otra para poder hacer una limpieza más profunda de las salas y las zonas comunes.
Además, los horarios se han escalonado para reducir las colas y que coincida el menor número de gente. Así que por ahora durante la semana, para muchas de las películas hay solo una sesión. El fin de semana se ampliarán.
Ante la falta de estrenos, la cartelera se ha llenado con algunas reposiciones. Como Parásitos, que tras su éxito en los Oscar sigue atrayendo a espectadores. O Malasaña 32, que se estrenó en enero y ahora vuelve a la cartelera.
Es la elección de un padre que acude con su hija adolescente. "Le encantan las películas de miedo y se quedó sin verla", nos cuenta, "así que hoy no lo dudamos". Aseguran que vienen al cine a pasar miedo pero sin ningún temor.
Tenían muchas ganas de recuperar la normalidad y ésta es una forma más de hacerlo. También vemos títulos como Onward, que se había estrenado a principios de marzo, por lo que el estado de alarma dejó a muchos con ganas de verla.
Es el caso de una de las familias que nos encontramos, una madre con sus dos hijas de 5 y 7 años. "Las niñas estaban deseando ir a verla antes del confinamiento así que hoy decidimos venir, hay que entretenerlas", nos cuenta. Destacan además que se han encontrado con la sorpresa de que las entradas son más baratas, se puede escoger por el mismo precio las butacas VIP.

Protocolo de seguridad para las salas
Una vez elegida la película debemos seguir los numerosos vinilos que hay en el suelo señalizando las rutas de entrada y salida y marcando la distancia de seguridad necesaria. Aunque por el momento, desde luego, no hay aglomeraciones.
La mascarilla es obligatoria tanto en la entrada como dentro de la sala, pero si estás comiendo o bebiendo te la puedes quitar, al igual que ocurre en un bar. Así que comprar refrescos y palomitas es el salvoconducto para que quien así lo prefiera pueda disfrutar de la película sin mascarilla.
Porque se garantiza la suficiente distancia de seguridad. El aforo es del 50%, así que siempre habrá un mínimo de asientos libres entre los espectadores. Quien acuda al cine podrá sentarse al lado de alguien con quien conviva, pero se bloquearán muchas butacas para garantizar el cumplimiento de las medidas de seguridad.
La figura del acomodador recupera protagonismo
Los espectadores deben sentarse en la butaca asignada, y nada de cambiarse de fila en mitad de la sesión. Habrá controles durante la proyección para confirmar que cada uno esté en su lugar. Si se necesita salir al baño, además de recibir las miradas desagradables habituales de tus compañeros de fila, ahora deberá hacerse de la forma más rápida posible y procurando mantener en todo momento la distancia de seguridad.
Una vez terminada la película, los espectadores deben permanecer en los asientos. Siempre ha habido quien salía cuando aún casi no había acabado la última escena y quien en cambio se quedaba a ver todos los títulos de crédito. Ahora habrá que esperar a que el personal indique por dónde salir y se organizará una fila manteniendo la distancia de seguridad para abandonar la sala.
Un estreno muy esperado
Desde el sector estaban deseando poder abrir de nuevo, pero también los más cinéfilos aguardaban con impaciencia. Durante este confinamiento la mayoría de la gente ha visto muchas películas en el salón de su casa, pero para quienes realmente valoran verlas en pantalla grande, la espera se ha hecho larga.
Así que sí, el cine vuelve con cambios, pero una vez que te olvidas de los geles hidroalcohólicos y las distancias de seguridad y te acomodas en tu butaca rodeado de olor a palomitas, sólo hay que relajarse y disfrutar de la película. En cuanto se apagan las luces la sensación es la de siempre.