Encuentran un cuadro robado de Klimt en el museo italiano donde desapareció hace 22 años

La obra 'Retrato de señora' desapareció en 1997 de la Galería Ricci Oddi de Piacenza, donde ha sido hallado ahora
La Policía investiga la autenticidad del lienzo que ha sido encontrado en una cavidad de un muro del jardín del museo
En las novelas negras hay dos tópicos que no fallan: que el ladrón vuelve siempre al lugar del crimen y que el escondite más improbable resulta el más seguro. Lo que es aún menos factible es que una historia de misterio sea buena si está llena de lugares comunes, pero tampoco esto quiere decir que no pueda ser real. Vayamos al grano, porque en Italia ha pasado. Acaban de descubrir un cuadro de Gustav Klimt que fue robado hace 22 años en el mismo museo de donde desapareció.
También, como ocurre siempre en estos casos, el hallazgo fue absolutamente casual. Unos trabajadores estaban adecentando un jardín, cuando encontraron una bolsa negra en una cavidad de un muro. Pensaron que sería basura, pero al abrirla encontraron una pintura con el inconfundible trazo del artista austriaco. La Policía ha abierto una investigación para verificar la autenticidad del cuadro, aunque ya se han encontrado sellos de exposiciones por las que pasó el 'Retrato de señora' original, de modo que los expertos son optimistas.
La obra formaba parte de una serie de retratos femeninos que Klimt pintó durante la última etapa de su vida. Salió de sus manos entre 1916 y 1917 y fue visto por última vez en 1997. Debía ser trasladado de la Galería Ricci Oddi de Piacenza, donde se hallaba, al cercano Palacio Gótico. Pero la mañana del 22 de octubre lo que se encontraron los administradores del museo fue un hueco de 60x55 centímetros.
El misterio dentro del misterio
Había desaparecido un óleo sobre tela valorado entonces en unos 44 millones de euros. Un cuadro que además escondía otro secreto, pues meses antes una investigadora había descubierto que había sido pintado sobre otro retrato de una joven con sombrero, también de Klimt, a la que se le había perdido la pista en 1912. Los ladrones se llevaron un dos por uno, que nunca supieron cómo aprovechar.
En el momento del robo encontraron el marco desmontado en el tejado del museo, por lo que se pensó que podían haber escapado por una claraboya. Hubiera tenido más épica, pero tampoco se descarta que salieran tan tranquilos por la puerta principal, ya que una investigación posterior concluyó que el sistema de alarmas era obsoleto y podía no haber funcionado.
Jugando a resolver la intriga
Después se desataron todo tipo de hipótesis. Desde que el ex primer ministro Bettino Craxi se lo había llevado a su exilio en Túnez, donde murió, junto con una colección de obras de arte; hasta la siempre sugestiva teoría de que la tela había sido utilizada para realizar ritos satánicos.
Se desconoce la relación entre el pintor modernista y la adoración a Satanás, pero finalmente todas estas pistas resultaron falsas. Lo más probable es que el cuadro nunca saliera del museo. Los investigadores estudian ahora los motivos para elegir este escondite, aunque con la intriga del robo resuelta, el juego ahora consiste en adivinar el modus operandi.
Algunas teorías apuntan a que los ladrones escondieron el cuadro en un lugar secreto, a la espera de encontrar un comprador que nunca llegó. ¿Quién iba a querer adquirir una obra robada que estaba entonces en los periódicos de medio mundo? Otros apuntan a que volvieron al museo cuando comprobaron que no conseguirían obtener ningún rédito. Son, en cualquier caso, clichés de las historias de bandidos. Como también lo es que después de 22 años el delito haya prescrito y no haya consecuencias penales para sus autores.