Festivales: 10 años de denuncias por impedir el acceso al recinto con comida

FACUA ha denunciado este fin de semana a 7 promotoras por esta práctica “prohibida por ley” y acumula 36 denuncias en lo que va de 2019
Las promotoras de eventos niegan que sea ilegal y justifican el veto alegando razones de seguridad
Los festivales de música son un clásico del verano. Indie, metal, rock, reguetón, electrónica… Estilos muy distintos, pero una práctica idéntica: no permitir introducir en el recinto comida ni bebida. La organización de consumidores FACUA asegura que según la Ley General para la Defensa de los Usuarios se trata de una cláusula abusiva. Su portavoz, Rubén Sánchez, sostiene que “se está imponiendo que el cliente utilice servicios que en principio no ha solicitado”.
@BBK_biz
— Julen (@julenerrazu) July 13, 2018
Sabéis lo que está pasando con la comida y bebida que queremos llevar al BBKLIVE?
No dejan llevar NADA.
TODO hay que comprarlo dentro, A UNOS PRECIOS QUE TE CAGAS!!!
ESTAFA!!!!
Siguiendo este razonamiento, la actividad principal de la promotora es la organización del evento musical, no dar de cenar a los asistentes. FACUA recuerda la victoria análoga lograda en las salas de cine, donde es legar introducir comida “porque un cine es un cine, no un restaurante”.
¿@fiberfib se puede entrar comida y bebida de fuera al festival si no estamos en el capming?
— Aid (@Aidaveror) June 1, 2019
Actividad principal: ¿hostelería o música?
Pero las promotoras lo ven de otro modo. La Asociación de Promotores Musicales (APM) asegura que “la hostelería es una actividad económica principal de los festivales de música, no hay duda de que un festival es en muchos casos una experiencia global, que trasciende a los conciertos”.
Last Tour organiza el BBK Live, uno de los eventos más veteranos en materia de denuncias derivadas de esta práctica, con quejas tramitadas desde 2009, también en esta última edición. Fuentes de la promotora indican que “sin la explotación de las barras y foodtrucks no se podría llevar a cabo la actividad en su conjunto”.
La misma fuente niega que sea una práctica ilegal ni abusiva impedir que el bocadillo cruce el control de acceso. Además, recuerda que “la pulsera permite entrar y salir del recinto cuantas veces se desee”. Por último, desde Last Tour aseguran que “nunca” han recibido una sanción del Instituto Vasco de Consumo por este motivo.
Principal o secundaria, lo cierto es que la explotación de las barras y puestos de comida rápida del recinto se ha convertido en una jugosa fuente de ingresos. El elemento que aúna más críticas entre los festivaleros cada verano es el precio del agua. De media, una botella de 20 centilitros cuesta 2 euros; en el supermercado, su valor es una décima parte.
La excusa de la seguridad
APM esgrime también que su política de acceso responde también a preservar la seguridad. “Para muchos festivales, la oferta gastronómica es crucial para su sostenibilidad, pero además es una cuestión de seguridad y responsabilidad”. Asimismo, entienden que la prohibición “es una manera de evitar posibles intoxicaciones alimentarias”. Para Rubén Sánchez, “excusas que no tienen que ver con la realidad, quieren ganar más dinero y forzar al usuario a consumir allí”.
El bbklive, que ha empezado hoy, ha publicado esto hoy pic.twitter.com/AqceK1zD7r
— David (@David_Zorrotza) July 11, 2019
Competencia autonómica
FACUA ha denunciado este fin de semana a 7 festivales, 36 en lo que va de 2019, dando así traslado a las quejas que sus asociados vuelcan a través de las redes sociales. La pelota está ahora en el tejado los organismos de consumo autonómicos, responsables de determinar si los consumidores o el sector tienen la ley de su lado. Por ahora, lamenta Rubén Sánchez, “no están haciendo su trabajo, la pasividad de la administración está suponiendo dar carta blanca a las empresas para que ganen dinero de forma irregular”.