Día de la Hispanidad: una lengua que une y unos símbolos que separan

Más de 577 millones de personas hablan el español en el mundo, según un estudio del Instituto Cervantes
Historiadores analizan para NIUS la relevancia del español y el origen de la polémica en torno a los símbolos nacionales
En el 527º aniversario del Descubrimiento de América, el número de personas que hablan español supera los 577 millones. De ellos, 480 millones lo tienen como lengua materna. Esta unidad en cuanto al idioma, en cambio, choca con la diversidad existente en torno a la simbología que nos representa, alimentada por las rivalidades históricas dentro de la propia España.
En cuanto a lo primero, las estadísticas que aporta el anuario El español en el mundo 2018 del Instituto Cervantes reflejan la enorme vitalidad de nuestra lengua. El 7,6% de la población mundial la habla y es la tercera más empleada en el 'otro mundo', el de internet. Concretamente, es la segunda más utilizada en Wikipedia, Facebook y Twitter.
La importancia de un idioma común
Ya en la Ley de 1987 en la que, oficialmente, se declara el 12 de octubre Fiesta Nacional, aparece uno de los propósitos de dicha efemérides: "España inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos". Tras la dura travesía de Cristóbal Colón y sus hombres, comenzó el mestizaje. Y con él, el nacimiento de una cultura muy diversa bajo una misma lengua.
En cualquier caso, las visiones al respecto presentan diversas aristas. Para Pablo Emilio Pérez-Mallaína, catedrático de Historia de América por la Universidad de Sevilla, "lo que de verdad celebramos el 12 de octubre es que hay una comunidad de naciones que tienen el mismo idioma. En la Torre de Babel de la Biblia la gente no se entendía porque Dios hizo que hubiera distintas lenguas. Eso era un castigo y nos ayuda a entender por qué tener un idioma común es tan importante", explica a NIUS.
El español es una lengua común que cohabita con otras lenguas, y esas tienen que ser respetadas” (Izaskun Álvarez, historiadora)
Por su parte, Izaskun Álvarez Cuartero analiza la relevancia de nuestro lenguaje desde otra perspectiva, aun coincidiendo en que "hay una unión en la lengua. Tenemos muchas formas de hablar español, es una riqueza extraordinaria para ponerla en valor". "Pero sólo hay que utilizar el español como instrumento de comunicación. Es una lengua común que cohabita con otras lenguas, y esas tienen que ser respetadas. El español no puede ser un arma de poder contra, sobre todo, las minorías indígenas", expone la vicerrectora de Docencia de la Universidad de Salamanca.
Es decir, hay que respetar el resto de lenguas, principalmente las de las minorías. "En América se habla español, francés, inglés, portugués... También se hablan más de 400 lenguas indígenas distintas. Por ejemplo, en el Congreso de Paraguay todos los debates se hacen en guaraní", cuenta Álvarez Cuartero, lo que le conduce a la siguiente reflexión: "si queremos utilizar el español como una idea unificadora es totalmente erróneo".
Los símbolos: las izquierdas y las derechas
Por otro lado, los símbolos nacionales (banderas, escudos o himnos) también han supuesto históricamente un foco de divergencias y conflicto. En el caso concreto de España, como defiende Pérez-Mallaína, "estos problemas no tienen que ver con la conquista de América. Más bien es un asunto entre izquierdas y derechas, entre banderas republicanas y las de la monarquía o la democracia actual". "Tiene que ver -continúa el catedrático de la US- con los problemas internos que hay en España, que tiene rivalidades históricas".
Izaskun Álvarez, por su parte, expone que "la idea de Hispanidad se ha asociado muchas veces a la de un estado centralista, con glorias pasadas de un Imperio. Y cuando ahora se asocia la Hispanidad con el problema catalán, por ejemplo, empiezan los roces".
La bandera española está en la Constitución y está aprobada como la bandera de los españoles" (Juan Díez, sociólogo)
“Allí y en otros lugares que tienen autonomías históricas, no se reconoce a España como el Estado predominante, no aceptan la imposición española. Los catalanes rechazan la idea de Hispanidad porque no quieren ser españoles. Los vascos, lo mismo. Y en otras autonomías imagino que pasará igual. La Hispanidad como concepto está asociado siempre a esa España centralizadora, unificadora, que no respeta el Estado de las Autonomías".
Finalmente, la versión de Juan Díez Nicolás, catedrático de Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. "Cada uno interpreta las cosas a su gusto y conveniencia. Si alguien se siente ofendido por la bandera española, que se lo haga mirar. Lo mismo que con las banderas autonómicas. La bandera española está en la Constitución y está aprobada como la bandera de los españoles. Pero cada uno está entendiendo la libertad de manera muy complicada últimamente", zanja.