Día de la Música: lo que dicen los neurólogos sobre el particular cerebro de los músicos

Numerosas investigaciones coinciden en sus peculiaridades con respecto al de quienes no se dedican a la música
"La música produce cambios en la estructura y la funcionalidad del cerebro", dicen en la Sociedad Española de Neurología
NIUS aborda el tema con especialistas con motivo del 22 de noviembre, jornada en la que se celebra el Día de la Música
¿Es el cerebro de los músicos distinto al de las personas que no lo son? En los últimos años se han desarrollado diferentes estudios intentando encontrarle una respuesta a dicha pregunta, y muchos de ellos coinciden: sí se aprecia en ellos determinadas peculiaridades.
Hay investigaciones que, incluso, van más allá y distinguen entre el cerebro de distintos tipos de músicos. Por ejemplo, el Instituto Max Planck de Neurociencia y Cognición Humana (Leipzig) se centró en el pianista que toca jazz y el que interpreta acordes de música clásica, atestiguando que sus cerebros se diferencian (estudio publicado en la revista 'Neuroimage').
'Nature', por su parte, presentaba hace ya muchos años un texto de la Universidad de Münster (Alemania) en el que se reflejaba que la zona del cerebro que recibe y diferencia los estímulos acústicos es un 25 por ciento más grande en los músicos que en el resto de personas.
El cerebro de los músicos es el que realmente muestra más cambios estructurales y funcionales" (Manuel Arias)
Todos parten de una realidad: escuchar e interpretar música estimula el cerebro. "Lo hace no solo a nivel motor o sensitivo, por la audición, sino también a nivel emocional, porque hay ciertas melodías que estimulan ciertas emociones. No es lo mismo una canción alegre, una triste o una melodía que invite a meditar", explica a NIUS Rafael González Redondo, neurólogo del Centro Neuromédico de Córdoba.
Desde la Sociedad Española de Neurología concretan que "la música produce cambios tanto en la estructura como en la funcionalidad del cerebro. Es lo que se llama neuroplasticidad". "Pero lo estimula más el practicar música", señala su portavoz Manuel Arias. "El cerebro de los músicos -incide- es el que realmente muestra más cambios estructurales y funcionales".
Investigadores de la Universidad Friederich Schiller (Alemania) llegaron a la conclusión de que aquellas personas que tocan profesionalmente un instrumento tienen más desarrolladas las zonas relacionadas con el oído, la vista y la agilidad física.
Hay músicos con una condición que se llama oído absoluto, tienen el plano temporal izquierdo más desarrollado" (Maniel Arias)
Algo con lo que coincide el profesor Arias, que pone un ejemplo sobre el aspecto físico: "La corteza motora donde se gobierna el movimiento de los dedos es un poco más grande. Eso se ve muy bien en el violinista, sobre todo de la mano izquierda. Hay músicos que también tienen una condición que se llama oído absoluto, tienen el plano temporal izquierdo más desarrollado".
En este mismo sentido, González Redondo se centra en el ejemplo del pianista. "Por como mueve los dedos, genera una agilidad mental psicomotriz que evidentemente le puede beneficiar para otras cosas. Esto es como el que hace halterofilia y levanta pesas, que a la hora de levantar una caja de muchos kilos tiene menos problemas que cualquier otro".
Los niños y la música
En cuanto a la sensibilidad de los niños con la música, el debate es muy amplio. Según Ismael Moreno Pérez, músico y profesor del Conservatorio Cristóbal de Morales (Sevilla), "hay personas que ven talento innato en algunos niños, pero es una cuestión que genera muchas opiniones distintas. Lo que está muy claro es que hay un desarrollo cognitivo importante con la música".
Lo normal, afirma a NIUS, es que en "la evolución de cada niño se vayan desarrollando las capacidades necesarias hasta llegar a ese momento (encontrar el talento)". "Como decía el músico y pedagogo Edgar Willems, hay tres planos en la naturaleza musical de la persona: fisiológico, afectivo y cognitivo. Se empieza trabajando por el primero hasta llegar al tercero y, a medida que los niños van desarrollando sus capacidades, vemos cómo afecta eso al cerebro".
Mientras antes, mejor
Todos los especialistas coinciden en que es muy beneficioso que los menores se acerquen a la música. Y mientras antes lo hagan, mejor. "Los niños con entrenamiento musical temprano tienen, por ejemplo, mayor rendimiento en discriminación del tono, en las distintas alturas de los sonidos, en la capacidad rítmica y melódica. Incluso, en hacer tareas motoras. Y lo mismo puede decirse casi de que tienen más capacidad para hablar", concluye Arias, representante de la Sociedad Española de Neurología.