El circo intenta sobrevivir en la cuerda floja: "Estaremos parados, como poco, hasta Semana Santa"

Trabajadores de este sector se quejan de no haber recibido las ayudas que el Gobierno prometió en abril
Denuncian también que los ayuntamientos no les conceden permisos para actuar
Unos 10.000 artistas del sector circense, del que viven más de 2.500 familias en España, se han quedado en paro por la crisis del coronavirus
Había una vez un circo que ya no alegraba corazones porque no tenía permiso para actuar. "Llevamos desde el mes de marzo totalmente parados, sin ingresos y con gastos que siguen viniendo", se lamenta Justo Sacristán, director del Gran Circo Holiday. Porque, aunque el Gobierno permita a este sector trabajar con el 50% del aforo, los ayuntamientos se niegan a darles las autorizaciones necesarias para hacerlo.
El responsable de este circo, que cuenta con 32 trabajadores, se queja de que todas las peticiones que había hecho para trabajar este verano fueron denegadas por las autoridades municipales: "Por el tema del Covid-19 los ayuntamientos ya no querían ni que se instalara el circo en su localidad".
De las ayudas que el Estado prometió en abril y que el sector circense esperaba ansiosamente aseguran no saber nada. "Decían que iban a dar subvenciones, pero de momento es todo boca", dice Justo. "Como hacen con todo".
La crisis del coronavirus ha sumido en la miseria a un sector que sólo en España da de comer a más de 2.500 familias y, según una estimación de la asociación Circos Reunidos, ha dejado en el paro a un total de 10.000 artistas.
"Algunos ayuntamientos daban permisos, pero te aconsejaban no trabajar"
Algo más de suerte ha tenido el Circo Smile, uno de los pocos que este verano han podido llevar su magia a niños, y no tan niños, con sus actuaciones en Castellón. Aún así estos últimos meses han perdido muchas oportunidades de trabajo por la falta de autorizaciones de los ayuntamientos.
"Algunos tenían miedo, otros decían que era mejor esperar y algunos daban permiso, pero te aconsejaban no trabajar", explica Patrizia Bogino, directora artística y dueña, junto a su marido Alessandro Zavatta, de este circo. Explican que esa denegación de permisos se hizo más profunda con la llegada de septiembre, cuando la segunda ola de coronavirus se convirtió en una triste realidad en toda España.
Ahora Patrizia ve difícil que su circo vuelva a levantar su carpa esta Navidad. "Las cosas están muy complicadas", dice, "estaremos parados como poco hasta Semana Santa”.
Esta mujer no puede evitar preguntarse por qué no dan permiso a su circo para actuar si cumple con todas las normas de seguridad. "Es un sitio muy seguro porque tiene mucha distancia entre las personas, mucha más que la que puedes tener en un supermercado", dice. "En la lona podemos hacer tantas entradas y salidas como queramos y hay mucha más ventilación".

"Ya no podíamos con tanto gasto"
Cuando este circo cerró en marzo contaba con ocho trabajadores. Pero la crisis provocada por la pandemia ha dejado ese número en cinco: "Cuando volvimos a abrir ya no podíamos con tanto gasto".
Varios de esos artistas que trabajan en el Circo Smile han decidido buscarse la vida fuera de la carpa como repartidores o camiones, profesiones más cercanas a su vida de movimiento constante. "Algunos han conseguido encontrar trabajo y están intentando sobrevivir así".
Aun así, los ánimos no decaen entre estos trabajadores, "bastante acostumbrados al cambio de vida". Para mantenerse en forma han instalado una pequeña carpa en la que los artistas ensayan sus números y se desahogan: al ser deportistas pasan bastantes horas entrenando y ahí descargan un poquito la energía y la parte negativa".
En cuanto a las ayudas que el Gobierno prometió al sector, Bogino reconoce que no han recibido "nada de nada" y sobreviven gracias a las prestaciones económicas a los parados y autónomos.
Un dinero que no es suficiente para poder hacer frente a los seguros, la ITV y el mantenimiento de los diez camiones y de la carpa que tienen en su haber y por los que suplican una "ayuda económica".
"Sobrevives como puedes, como todos", dice Patrizia. "Pero para poner esto en marcha necesitamos que el Estado nos ayude porque si no no volveremos a arrancar".