David López, promotor musical: "Me da vergüenza pedir comida pero es una ayuda para pagar el alquiler"

Centenares de profesionales del sector cultural piden ayuda alimentaria para hacer frente a la situación económica
La asociación #AAA reparte cestas de comida a los artistas afectados en Barcelona y Madrid
“Tengo muchos sentimientos encontrados: vergüenza, impotencia, frustración, tristeza", confiesa uno de los afectados
“Tengo muchos sentimientos encontrados: vergüenza, impotencia, frustración, tristeza. Claro que me da vergüenza; esto no es fácil. Pero cuando llegas al punto en el que estamos, esto es una ayuda para poder pagar el alquiler o la luz”. David López acumula 25 años en el mundo del espectáculo y nunca antes había pasado por esta situación. Es promotor musical y manager en Producciones Vikingas, su empresa, y lleva desde marzo (cuando se activó el estado de alarma) sin poder trabajar y por lo tanto, sin ingresos.
Sin embargo, los impagos se acumulan y su situación es cada vez más complicada. David no es un caso aislado, es el resultado de lo que muchos presentían que iba a suceder: el sector cultural se ha hundido por culpa de la pandemia. Tanto es así que él y miles de profesionales más han tenido que recurrir a la demanda de comida para hacer frente a la situación económica que están viviendo por culpa del coronavirus.
Cuando la cultura pasa hambre
La asociación ha puesto en marcha “Alimenta la Cultura”, una campaña para repartir alimentos y productos de primera necesidad a muchos profesionales del sector cultural que están pasando por un momento crítico a raíz de la pandemia. “Viendo la situación que había, pensamos que el sector cultural se había hundido demasiado, así que empezamos a buscar a gente del sector y encontramos que muchos se habían quedado tirados y sin ingresos”, cuenta Sergi Coch, músico y fundador de la asociación.

En cuanto se enteró de la iniciativa, David rellenó el formulario y solicitó la ayuda. Pero no sólo es un
afectado, también colabora con el equipo que reparte los alimentos. “Me involucro como voluntario porque creo que es muy necesario y hacen falta manos para ayudar a más gente”. Además de recibirlos, también los lleva a las demás familias: “cargo el coche y me pongo a repartir a todas esas familias que están en una situación similar a la mía”.
Viendo la situación que había, pensamos que el sector cultural se había hundido demasiado, así que empezamos a buscar a gente del sector y encontramos que muchos se habían quedado tirados y sin ingresos
Desde que empezaron en abril, Sergi Coch y su equipo no han parado ni un momento: “a día de hoy, entre Barcelona y Madrid, hemos hecho unas 1.500 entregas en total”. Cada mes, reciben alrededor de 300 solicitudes de artistas de todo tipo: desde músicos, actores y actrices hasta bailarines, técnicos de sonido y diseñadores gráficos. Aunque lo más preocupante es que, tal y como señala David, “se ha duplicado la demanda de gente que está pidiendo la ayuda y va creciendo cada día más”.
Centenares de solicitudes de artistas a diario
Los repartos se hacen de forma anónima. De esta manera, la asociación evita las llamadas 'colas del hambre': “Nos parece denigrante que las llamen por este nombre, así que llevamos las cajas con los alimentos a casa del beneficiario personalmente. Intentamos que no venga la gente”, comenta Sergi, y continúa: “una parte de la comida que se reparte proviene del Banco de Alimentos de Cataluña y de
Madrid y la otra parte la compramos nosotros con las donaciones de particulares”.

El lema de la iniciativa es “juntos podemos salvar la cultura”, y es que este proyecto no sería posible sin la ayuda de los voluntarios (incluso se han sumado a la causa rostros tan conocidos como Hugo Silva, Gerard Quintana, Cristina Brondo, Santi Balmes o Nora Navas) y la colaboración de instituciones como la Academia de Cine Española, la Acadèmia del Cinema Català, el Teatre Nacional de Catalunya o la Fundación SGAE, entre otras.
El sector más castigado
Aunque otros sectores han podido ir abriendo y recuperarse de la inactividad poco a poco, las salas de conciertos y discotecas han sido los primeros en cerrar y los últimos en abrir. Incluso a día de hoy, muchos siguen con la persiana bajada. Y es que la cultura ha sido la más castigada por las distintas medidas adoptadas para frenar la covid-19. “El problema es que en este país siempre ha estado súper
infravalorada. En España no se entiende como cultura, sino sólo como ocio”, lamenta Sergi, que no cree que esta situación vaya a cambiar en el futuro. David, por su lado, tiene algo de esperanza: “creo que cuando haya pasado esta pandemia la cultura va a volver con más fuerza y va a haber una explosión cultural. Vamos a tener un periodo creativo muy importante”.
El problema es que en este país siempre ha estado súper infravalorada. En España no se entiende como cultura, sino sólo como ocio
Pase lo que pase, en la asociación tienen claro que no dejarán de ayudar a la cultura y continuarán
alimentando a los más necesitados del sector mientras dure la pandemia. Quieren ser el altavoz de todas las artes, por eso aprovechan el impacto social que está teniendo la iniciativa: “en cada entrega mensual que hacemos damos voz a uno de los sectores. Empezamos con la música, este mes estamos con la danza y en febrero será la literatura”, explican desde la asociación, que ha sido galardonada con el Premio González Sinde 2020 por la labor que están haciendo para paliar los efectos de la pandemia.