Josefina Molina gana el Premio Nacional de Cine 2019

El premio consta de una dotación económica de 30.000 euros
La directora no descarta emprender nuevos proyectos en un futuro
La directora, guionista y realizadora de televisión Josefina Molina ha sido galardonada con el Premio Nacional de la Cinematografía. En España es considerada pionera del cine rodado por mujeres (en 1969 fue la primera mujer que obtuvo el título de directora-realizadora en la Escuela Oficial de Cinematografía), aunque ella misma ha rechazado esa etiqueta. "Yo no lo he sido, hubo verdaderas pioneras como Rosario Pi y luego llegaron Cecilia Bartolomé o Pilar Miró. Nosotras hemos contribuido a fortalecer la idea de que las mujeres también tienen un punto de vista que puede transmitirse a través de la imagen", ha indicado.
El jurado, presidido por Beatriz Navas, directora general del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, y Jaime Alejandre, subdirector general de Promoción y Relaciones Internacionales del ICAA, quien ha actuado como vicepresidente, ha querido reconocer a la cineasta cordobesa de 82 años como "referente de varias generaciones de cineastas presentes y futuras subsanando una deuda histórica con su carrera".
A sus 82 años no da su carrera por acabada
Su trayectoria profesional comienza en 1964 en TVE, donde ha dirigido todo tipo de programas como realizadora y guionista. Su actividad como realizadora en TVE, con series como El camino y Entre naranjos, estuvo siempre marcada por el rigor creativo. Su realización más destacada para el ente público, fue la serie Teresa de Jesús, interpretada por Concha Velasco.
En 1973 dirige su primera película, Vera, un cuento cruel; en 1989 estrenó el drama histórico Esquilache, basado en la obra de Antonio Buero Vallejo Un soñador para un pueblo; en 1991 dirigió Lo más natural, nominada al Goya a Mejor Actriz, Mejor Dirección Artística y Mejor Banda Sonora Original, ganando este último.
El Consejo de Ministros le concedió en junio de 2006 la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y en 2012 recibió el premio Goya de Honor. Por su parte, la Academia de Televisión de España le otorgó en 2003, el premio Toda una vida.
En 2006, fundó con las también cineastas Isabel Coixet e Icíar Bollaín, la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), de la que fue presidenta de honor.
En marzo de 2015, fue elegida académica de número por la sección de Nuevas Artes de la Imagen de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
A esta serie de galardones se le suma el Premio Nacional de Cinematografía, dotado con 30.000 euros, y concedido por el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA). Molina ha declarado que no piensa desperdiciar este premio. "Desde luego que vamos a hacer cosas con este dinero, tanto mi asociación (Asociación de Mujeres Cineastas, CIMA) como yo", ha afirmado. Aunque la directora no rueda desde el año 1988, a sus 82 años no ha cerrado definitivamente la puerta al cine.
Apoyo al movimiento #MeToo
La directora de Esquilache ha aprovechado el Premio Nacional de Cinematografía para defender el movimiento #MeToo. "Me parece bien el 'metoo'. A mí no me ha ocurrido vivir el acoso sexual en el trabajo, pero sí es cierto que a las mujeres se nos consideraba de una manera distinta, éramos casos extraños y se nos miraba con reparo", ha señalado la cineasta.
Estas no han sido sus únicas palabras acerca de la desigualdad de género en el cine. "Me ha dado mucha alegría por todo lo que representa: es una demostración de que a mi generación ahora se la tiene en cuenta. Me gusta tanto que las mujeres estemos representadas, se fijen en nosotras y valoren nuestro trabajo", ha defendido.
Ha celebrado que hoy en día haya una "nueva generación" de cineastas que "estén hablando de lo que le pasa a las mujeres. No obstante, ha alertado de que todavía queda "mucho por cambiar".