Muere a los 89 años Félix Casas, el Capitán Tan de los Chiripitifláuticos

Ha fallecido en su domicilio por causas naturales y será enterrado en la intimidad
Su personaje, junto con Valentina, Poquito o los hermanos Malasombra acompañó a la infancia de la última etapa del franquismo
Llevaba una camiseta a rayas, gafas de pasta negra y un salakov y siempre comenzaba sus historias con una frase de presentación: “En mis viajes por lo todo lo largo y ancho de este mundo… “. Y era “tan capitán que parecía un rataplán”.
En los Chiripitifáuticos se llamaba el Capitán Tan. En su vida real, Félix Casas. Ha muerto, este jueves por la noche, por causas naturales, a la edad de 89 años, en su domicilio de Madrid. Su entierro se celebrará en la intimidad familiar.
El barquito chiquitito
El Capitán Tan, Valentina, Locomotoro, el Tío Aquiles, Poquito, los hermanos Malasombra… Los Chiripitifláuticos acompañon a la infancia de finales del franquismo. Primero, integrados en el programa “Antena Infantil”, después, ya independizados. Estuvieron ocho años en parrilla: desde 1966 hasta 1974. Hasta que llegaron los payasos fueron el mayor éxito de la televisión española infantil.
Suya es la responsabilidad de que toda una generación cantase “El barquito chiquitito” o “Los hermanos Malasombra”. Pero tuvieron muchos más éxitos: de hecho ganaron el primer premio del primer Festival de la Canción Infantil de TVE, todo un acontecimiento entonces, con “El burro Perico”. Y después cantaron "La vaca Paca", "Si quieres ser capitán" o "El reino del Revés".
Valentina y otros inolvidables
Los Chiripitifláuticos estaban comandados, además de por el Capitan Tan, por Valentina, “dulce y fina como una sardina”, que llevaba unas enormes gafas y era la lista del grupo. Y Locomotoro, al que “se le movían los mofleteeees”. Además estaba El Tío Aquiles, “con sobrinos a miles”, el prudente. Y Poquito el payaso, que “cuando era pequeñito viajaba en un bolsillo”.
Y por encima de todos, los hermanos Malasombra (o buenasombra, dependiendo del día), que “eran malos de verdad, como una espina que no sabe más que pinchar y más malos que la quina".Todos eran Chiripitifláuticos, como la sonrisa de mamá, el gesto alegre del bebé... o don José.