El teatro malvive a la espera de dinero de Europa

La pandemia ha tenido gran impacto en cualquier actividad económica que necesitase de la presencialidad para desarrollarse y la cultura ha sido una de las más castigadas
Los datos del plan de recuperación del Gobierno dicen que en el cuarto trimestre de 2020 vivían de la cultura 652.000 personas, un 8,2% menos que en el mismo trimestre del año anterior. En este sector, el teatro en particular, siempre vive en el alambre. El covid y la restricción de aforos ha provocado diferentes respuestas en cada comunidad autónoma, en cada provincia y casi en cada teatro.
“Desde las entidades públicas nos dimos cuenta de que se debían mantener, todo lo que se pudiese, las programaciones. Era una cuestión de supervivencia para muchas compañías, productoras, distribuidoras… Además, las ayudas del INAEM (Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música) se han multiplicado” comenta Irene Pardo, Coordinadora General de La Red española de teatros, auditorios, circuitos y festivales de titularidad pública. Y añade: “Se han dado circunstancias alucinantes como hacer funciones para 30 espectadores por la restricción de aforo”.
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Cada teatro un drama diferente
Cada teatro, en cada ciudad, en cada provincia ha tenido que lidiar con sus propios problemas. Las competencias están transferidas a las Comunidades Autónomas y por lo tanto las decisiones sobre aperturas o aforo era eran dispares.
“Conozco teatros donde hemos tenido que suspender por covid y luego nos han reprogramado para otra fecha, y teatros en los que has perdido esa función. Hay gente que puede pensar que el dinero que estos meses no se han gastado en cultura queda embalsado, pero no es del todo cierto porque en muchos sitios probablemente esas partidas han servido para hacer frente a la emergencia sanitaria. Ahora mismo hay teatros que han intentado seguir abiertos durante toda la pandemia y otros que todavía no han podido abrir porque no compensa por una cuestión de aforo. La situación es muy heterogénea” dice Jesús Cisneros, actor y productor de Descalzos Producciones.
Este es el caso del Teatro Florida en Algeciras, de titularidad municipal. “Nuestro teatro tiene la particularidad de que sus butacas están muy juntas y no había distancia. El aforo se redujo de 573 butacas a 100. Además, aquí cedemos el teatro y las compañías vienen ‘a taquilla’ (ganan por la venta de butacas). Era imposible que les compensase y cerramos”. Lo cuenta Juan Bermejo, programador municipal del Teatro Florida, que apunta que "en verano siempre cerramos, pero yo soy optimista para el otoño. Con el público vacunado, y aunque haya que mantener las mascarillas, nosotros ya estamos programando para octubre, noviembre y diciembre como si hubiese cierta normalidad”.
El teatro público, tabla de salvación para las compañías
El caso opuesto ha sido el del Teatro Principal de Vitoria. “Utilizamos los meses de confinamiento para ponernos al día en protocolos covid y poder abrir el 17 de julio. Desde el Gobierno vasco se nos trasladó la idea de que, de alguna forma, éramos el motor para que otros espacios más pequeños viesen que se podía abrir y no hemos cerrado desde entonces. Teníamos muy claro que había que abrir porque el sector se estaba ahogando y porque había que reivindicar la cultura como espacio seguro. Nosotros tenemos un teatro grande y pasamos de 964 localidades a 486, la realidad de los teatros pequeños es otra” afirma Marta Monfort, Jefa de unidad de la red principal de teatros de Vitoria.
La red pública de teatros ha sido el sostén de muchas compañías y productores. “El teatro privado ha quedado devastado y el teatro público ha sufrido una reducción de presupuestos muy fuerte en 2020 y 2021. Los ayuntamientos, por un lado, se quedaron sin ingresos y por otro tuvieron que pasar parte del presupuesto a partidas sanitarias. Gestionar la hacienda municipal es algo muy complicado. Nosotros lo que esperamos es, al menos, volver al presupuesto de 2019 para poder ofertar de nuevo propuestas interesantes e internacionales”, nos dice Monfort, que termina con optimismo: “La cultura siempre es la gran olvidada, pero tenemos esperanza en los fondos europeos”.
El teatro privado al borde del abismo
Si alguien conoce la situación del teatro privado en España es Jesús Cimarro, director de los teatros Bellas Artes, La Latina y Reina Victoria en Madrid, director de la productora Pentación y presidente de la Academia de las Artes Escénicas.
“Ha sido muy difícil. Lo hemos mantenido con muchas pérdidas, pero hemos empujado y luchado para que los teatros privados estuviesen abiertos, dentro de unas restricciones que eran dispares en cada comunidad. Pese a la pandemia hemos demostrado que la cultura es segura, no se ha confirmado ni un solo caso de contagio en entornos culturales”, destaca.
Cimarro, que además es director del Festival de Mérida, también se muestra optimista de cara al verano y el otoño. “En el Festival de Mérida, con un aforo del 70 % por el protocolo covid, la aceptación del público está siendo estupenda”.
Demasiadas incógnitas sobre los fondos europeos
La Comisión Europea avisaba hace un año de que preveía caídas de incluso el 70% en dos sectores que para España son estratégicos: turismo y cultura (12% y 3,2 % del PIB español, respectivamente). El plan del Gobierno para la recuperación anuncia la llegada a España de 140.000 millones de Euros en seis años. Es la gran esperanza para muchos, pero solo prevé que 325 millones se repartan en cultura hasta 2023. De ellos, casi 123 millones deben ser ejecutados este año, aunque la llegada del verano ha hecho que todavía nadie sepa exactamente cómo acceder a esos fondos.
“Está bien que el Gobierno se haya preocupado por la cultura, pero con un sector que es el 3,2% del PIB lo lógico es que los fondos europeos llegasen en la misma proporción y la realidad es que se quedan en menos del 1%”, explica Cimarro. Como representante del sector tuvo una reunión con el ministerio solo cinco días antes de la crisis de Gobierno de Pedro Sánchez. “Trasladamos al anterior equipo la necesidad de poner en marcha ya un estatuto del artista, hablamos de la necesidad de un IVA cultural y de la Ley de contratos públicos y de que fuese el Ministerio el que coordinase la desescalada con las comunidades autónomas para que no hubiese tanta disparidad de criterios”.
La Conferencia sectorial de Cultura entre los consejeros de las comunidades y el Ministerio estaba prevista para finales de este mes y en ella se iban a abordar todos estos asuntos, aunque con el cambio de titular en la cartera de Cultura la agenda queda en el aire. El Presidente de la Academia de las Artes Escénicas ya ha pedido una reunión con el nuevo Ministro, Miquel Iceta.