Infografías como las que informan de la pandemia tienen más historia de la que piensas


La editorial alemana Taschen publica un libro sobre la historia de la información gráfica que recuerda, además de los orígenes ancestrales de esta técnica informativa, el olvido sufrido por quienes presentaron con imágenes los primeros hechos históricos en la prensa de masas.
La pandemia del SARS-CoV-2, el virus de la COVID-19, tiene a medio mundo pendiente de los datos sobre la evolución de la enfermedad. Esos datos, muy a menudo, se presentan a través de gráficas e infografías. Éstas guían ahora mismo en todo el mundo las acciones de responsables políticos, expertos en salud pública, sanitarios y centran la atención de periodistas y gran parte de la ciudadanía.
Visto así, parecería que la información gráfica nunca fue tan importante. Sin embargo, antes de llegar a este punto de influencia máxima sobre la vida de la humanidad, la infografía ha tenido su propia historia.
Éste es precisamente el tema que aborda el imponente volumen publicado el año pasado por la editorial alemana Taschen bajo el título History of Information Graphics o “Historia de la información gráfica”.
"History of Information Graphics"
— TASCHEN España. Red comercial (@taschen_nto) June 5, 2019
Tapa dura con 6 páginas desplegables, 24,6 x 37,2 cm, 462 páginas
ISBN 978-3-8365-6767-1 (alemán, francés, inglés) PVP: 50€#TASCHEN #Novedad #libros #Infografía #GraphicDesign pic.twitter.com/IDXNFR8ALS
En el libro, la historiadora del arte Sandra Rendgen, acompañada de David Rumsey, Michael Friendly, Michael Stoll y Scott Klein – otras cuatro firmas especializadas en diferentes momentos históricos de la infografía – plantean un recorrido desde la Edad Media hasta la actualidad sobre lo que la propia Rendgen califica de “técnica cultural”.
Con esos términos se refiere esta historiadora a la “codificación visual de la información” con el objetivo de “trabajar con ella y poder así difundirla”, se lee en History of Information Graphics. Ésta “técnica” tiene sus orígenes en tiempos inmemorables.
La historia ancestral de la infografía
“Poseemos objetos que sirven de ejemplo [de infografías, ndlr.] que nos han transmitido las sociedades más antiguas”, como “tablas numéricas de Mesopotamia en escritura cuneiforme o mapas esculpidos en piedra”, escribe Rendgen.
Su volumen, de 462 páginas y con un tamaño considerable (24,6 cm por 37,2 cm) no abarca toda la historia de la información gráfica. Se concentra en presentar una evolución en Europa y Estados Unidos desde la Edad Media hasta el siglo pasado, aunque también hay alusiones y numerosos ejemplos de qué usos tiene hoy día la información gráfica.

Llama la atención que en el volumen, desde las primeras páginas, se encuentran ilustraciones con carácter sardónico. Así, el libro contiene un grabado anónimo del siglo XVI que se mofa de la cartografía científica, reproduciendo un mapa del mundo sobre la cara de un bufón rodeado de dichos populares en latín. En ellos se lee, entre otras cosas, stultorum infinitus est numerus o “la cantidad de tontos es infinita”.
Precisamente el siglo XVI fue escenario de un florecimiento de la cartografía científiica, del que son exponentes mapas como el que se muestra en History of Information Graphics del cartógrafo flamenco Abraham Ortelius mostrando el Imperio Romano Germánico. Esa imagen forma parte de una serie de mapas del mundo del propio Ortelius que componen el considerado como “primer atlas moderno”.
La Edad Media, no tan hostil a la ciencia
No menos de 400 obras como esa permiten a Rendgen y compañía realizar un recorrido por la historia de la infografía. Ya en su capítulo relativo a la Edad Media, en contra aquellos que mantienen que ese periodo fue “hostil a la ciencia”, las infografías de esta época contenidas en el libro dan cuenta “de una riqueza intelectual y estética verdaderamente prodigiosa”.
De esa parte del volumen es el esquema datado del siglo XIV obra del francés Thomas le Mayser, alumno del filósofo catalán Ramon Lull, en el que el galo resume el trabajo de lógica del pensador español sobre la triple naturaleza del dios cristiano. Ese trabajo aspiraba a reproducir “el orden y la combinación de los principios fundamentales que debían permitir la deducción de todas las verdades posibles en todas las disciplinas científicas”, se lee en History of Information Graphics.
Un siglo después de trabajos como ese, hechos a mano, aparecería la imprenta. Con ello la información gráfica recibió un notable empujón en términos de difusión. Pero no fue hasta el siglo XVIII que aparecen grandes nombres de la infografía como el británico William Playfair. A él se le atribuye la invención de diferentes tipos de gráficos, como el de barras o el de forma de tarta.
Ya en el siglo XIX, según recuerda Scott Klein en su capítulo sobre “El origen olvidado de las infografías en las noticias”, las infografías servían para explicar a las masas eventos históricos como la batalla de Trafalgar.
La batalla de Trafalgar, de las primeras infografías masivas
History of Information Graphics reproduce para dar cuenta de este hecho, entre otras imágenes, una infografía del diario estadounidense New York Post de dicha contienda que enfrentó a británicos con españoles y franceses en una edición de dicho periódico del 11 de enero de 1806. Tres meses después de aquella batalla, el New York Post explicaba la victoria británica con una infografía sobre “el plan de la brillante acción de Trafalgar”.

Klein recuerda que la gente que concibió imágenes como esa, o las relativas a las epidemias de cólera del siglo XIX en Nueva York o al número de bajas del Ejército napoleónico en Rusia, trabajaban “sin la garantía de tener una audiencia capaz de leer aquellas gráficas”.
“El periodismo de datos se considera en ocasiones como una innovación moderna. Pero, en realidad, la historia del periodismo de datos y la infografías en las noticia es algo mucho más antiguo de lo que la gente imagina”, señala Klein. Ya en el siglo XIX, la información gráfica ocupaba “las portadas durante semanas de las publicaciones más leídas e influyentes”, abunda el coautor de History of Information Graphics.
“Desafortunadamente, los nombres de los pioneros, compositores y grabadores que hicieron esos primeros ejemplos se han perdido probablemente para siempre”, abunda Klein. “Pero el trabajo que dejaron enriquecen las historias de la infografía y el periodismo y ayuda a entender cómo el vocabulario visual puede ser utilizado para comunicar las complejidades del mundo a los lectores”, concluye.