Las monjas de Granada que pujarán en Christie’s por una vasija de 1643 que perteneció a la orden


Las Carmelitas Calzadas de Granada piden donativos para poder pujar en la subasta de una antigua vasija que perteneció a su convento y que ahora se encuentra en po-der de una familia de Nueva York
La subasta la hace la prestigiosa casa Christie’s, que tasa la pieza en más de 3.000 euros
La vasija, que tiene grabado el nombre de la mujer a la que perteneció, fue vendida en el s. XIX por las monjas para subsistir y ha pasado por las manos de varias familias adineradas hasta hoy
La orden de las Carmelitas Calzadas de Granada, acostumbrada a tender su mano a quienes necesitan ayuda, pide ahora la colaboración de los granadinos para intentar recuperar un antiguo tesoro que antaño les perteneció. Se trata de una vasija, datada del año 1643, que perteneció a una ‘doña’, esto es, una mujer que entró a vivir en el Convento de la orden junto al resto de monjas, y a la que se le perdió la pista por necesidad. Vendida por las hermanas a cambio de aceite que necesitaban para subsistir, ahora tienen la oportunidad de recuperarla gracias a que la prestigiosa casa de subastas londinense ‘Christie’s’ la pone a subasta pública, eso sí, a cambio de una buena suma de dinero.
“Un día cualquiera nos llega un correo electrónico de alguien de Aragón, afincado en Berlín, diciendo que ha visto la pieza anunciada en la web de esta casa de subastas y nos avisa de que nos perteneció”, relata sorprendido a NIUS Venancio Galán, el Directo del Museo-Monasterio de las Carmelitas Calzadas de Granada. Efectivamente, en el acetre aparece grabado tanto el nombre de la mujer a la que perteneció, como el de este convento en cuestión, donde permaneció custodiado durante casi dos siglos hasta su venta.

Al recibir el correo electrónico, Venancio corrió a explorar los archivos y el registro del convento y, efectivamente, encontró el rastro que fue dejando la vasija a lo largo de su curiosa historia. “Hallamos el nombre de monjas con el mismo apellido, e incluso de una con el mismo nombre que el que aparece grabado en la vasija”, afirma el director del Museo-Monasterio, quien asegura que perteneció a una mujer que en cierto momento entró a vivir en el convento junto al resto de monjas. Entre sus enseres estaba la vasija, que permaneció intacto en el edificio justo al resto de patrimonio hasta que la necesidad apretó a las hermanas. “Sabemos que al final del s.XIX, nuestra comunidad necesita subsistir y vende parte del patrimonio del convento por una arroba de aceite, unos once litros”, narra a NIUS Venancio, el mayor conocedor de la historia de esta orden. La vasija salió en esa venta del convento.

De Granada a Nueva York
La vasija ha recorrido una gran distancia. Existe constancia de que la familia que la adquirió era de origen británico, pero ésta la vendió posteriormente a otra familia, neoyorquina, en el año 1942. Ahora, estos últimos propietarios han decidido sacarla a subasta. Es la oportunidad perfecta para que el acetre regrese al convento al que perteneció, y por ello Venancio ha impulsado una campaña en redes sociales para pedir la colaboración de los vecinos de Granada: “Queremos que la vasija vuelva a casa, y que toda Granada pueda disfrutar de esa extraordinaria pieza”.
AYÚDANOS A RECUPERAR EL ACETRE QUE SE SUBASTA EN ANUEVA YORK‼ Nos quedan 14 días 📢
— Venancio Galán (@VenancioGalan) October 6, 2020
Nuestra intención es traer a su lugar y ciudad de origen esta pieza patrimonial. TODA AYUDA ES BIENVENIDA
Vamos contrareloj sólo tenemos 14 días para juntar el dinero.
NO OLVIDES COMPARTIR ‼❗ pic.twitter.com/AwltbQTeiN
De momento, parece que la campaña funciona. “Estamos recibiendo los primeros donativos en la cuenta y en el propio convento”, señala Venancio. A pesar de que tan sólo llevan desde el pasado martes recibiendo donaciones, ya han conseguido acumular más de 700 euros en la causa. El objetivo, sumar 3.500 euros: ese es el cálculo de lo que costaría ganar la puja y costear el traslado desde Nueva York hasta Granada de la preciada vasija.

La puja finaliza el próximo 20 de octubre, y las donaciones estarán abiertas hasta el día 19. “Necesitamos que la gente se anime, para nosotros significaría mucho recuperar la pieza, y nos gustaría exponerla en el Museo para todos los granadinos”, exclama Venancio. Algunos políticos locales han pedido ya públicamente a la Junta de Andalucía que intervenga en la puja, pero parece que ello requiere unos trámites demasiado dilatados en el tiempo. La fe de estas monjas está puesta, esta vez, en las manos de todos los granadinos.